En un reciente estudio publicado en Nature Medicine, un grupo de científicos hallaron una relación entre el uso del edulcorante eritritol y el riesgo cardiovascular, este es tan sólo uno de los muchos estudios que intentan determinar los efectos del uso de este tipo de edulcorantes (o sustitutos de azúcar) a largo plazo.
Estos edulcorantes tienen como ventaja que tienen menos calorías y dan un mayor sabor dulce, por lo que las preparaciones o alimentos que los contienen requieren menor cantidad para alcanzar el dulzor deseado. En general, su uso está relacionado con objetivos como pérdida de peso, así como para personas que sufren de diabetes, obesidad o síndrome metabólico.
Sin embargo, el estudio en Nature Medicine examinó en específico el eritritol, un edulcorante “popular” que ha ganado terreno, y su relación con la enfermedad aterotrombótica coronaria, que en términos sencillos tiene que ver con la inflamación de las arterias y por tanto la formación de trombos que a su vez podría desencadenar un infarto.
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¿Qué es el eritritol?
El eritritol es un sustituto de azúcar que puede encontrarse en las frutas y algunos alimentos fermentados, pero que también puede producirse pues que que es un alcohol de azúcar natural fermentado.
El eritritol ha ganado popularidad pues además de aportar hasta un 70% más de dulzor que el azúcar, no aumenta la glucosa en la sangre. Hay algunas marcas comerciales de sustitutos de azúcar que producen el eritritol a partir de un proceso de fermentación de maíz no modificado genéticamente, y en otras ocasiones se utiliza en combinación con otros tipos de edulcorantes dada sus propiedades.
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¿Es seguro consumir eritritol u otros edulcorantes?
El estudio que ha iniciado esta conversación basa su análisis en un grupo de poco más de mil personas que estaban bajo observación médica por problemas cardiovasculares. A lo largo de 3 años analizaron cómo el consumo de eritritol se relacionaba con el riesgo de sufrir infartos.
En sus conclusiones indican que el eritritol está relacionado con el riesgo de infartos y promueve la trombosis, por lo que habría que estudiar la seguridad del consumo de este edulcorante a largo plazo.
Ahora bien, cabe mencionar que de forma generalizada, el eritritol y otros edulcorantes (como el acesulfamo, aspartame, sacarinas, entre otros) son seguros de usar en ciertas proporciones. Por ejemplo, Harvard T.H. Chan publica una lista de algunos de los edulcorantes aprobados por la FDA de lo Estados Unidos en la que indica que el consumo diario máximo de paquetes de acesulfamo-K es de 23, mientras que de sacarina son 45 o de la sucralosa de 23.
En ese sentido, la investigadora Dolores del Castillo declaró para El País que los resultados del estudio no justifican la peligrosidad del eritritol, pues es necesario realizar estudios mucho más largos en personas sanas y también que el consumo utilizado para el análisis (de 30 gramos diarios) es mayor a lo que una persona podría consumir.
En ese sentido, la ciencia está en lo correcto: los estudios siguen siendo poco concluyentes, y sí, es necesario seguir analizando cómo el consumo de edulcorantes a largo plazo afectan a nuestro cuerpo.
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Entonces… ¿qué hacer?
Ante todo predomina el consejo de tu médico de cabecera.
Si bien estas investigaciones tienen como fin encontrar los alimentos más seguros para el consumo humano, en la vida diaria no hay mayor consejo que el de un médico certificado que pueda ayudarte a comenzar a tener una alimentación con menor consumo de azúcar y también de menor cantidad de edulcorantes, mitigando así cualquier posible riesgo a tu salud.
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