El periodo del Barroco resulta fascinante a raíz de su gran complejidad y carga espiritual que tiende al catolicismo que se vivía en la época, que destacaba por su enorme falta de espacios y arte sacro que se transmitía por medio de varias disciplinas. Uno de los centros más importantes y mejor conservados de esta corriente es la Iglesia de San Luis de los Franceses en Sevilla y ahora abre sus puertas en forma de museo con piezas únicas de estos tiempos.
Dicha catedral fue construida por órdenes del rey Fernando III de Castilla en 1248, tras conquistar el territorio, con el objetivo de convertirse en un hospital aislado para tratar y mantener en cuarentena a los soldados contagiados de lepra. Dicha construcción fue erguida a las afueras de la ciudad, siendo una cápsula del tiempo que no solo conservó arte sagrado de varios siglos, así mismo, es una fuente fidedigna que nos permite echar un vistazo a la sociedad del siglo XIII en adelante.
Entre las obras resguardadas en el complejo, se encuentran trabajos que datan de los 1500 y que llegan hasta el año 1900, que han sido sujetas a un trabajo de restauración que ha tomado a la Diputación de Sevilla más de una década en llevar a cabo. San Luis de los Franceses es una obra maestra de la arquitectura barroca , hecho que suma a la experiencia de cada sección del museo, ahora abierto al público en general.

Este incluye una exposición permanente, donde se exhiben objetos de la época barroca, además de esculturas y pinturas de esta corriente, con autores de la talla de Esteban Márquez, Cornelis Schut, Meneses Osorio, Sebastián Llanos Valdés, Pedro Núñez de Villavicencio, Alonso Miguel de Tovar y Domingo Martínez. Cada una de las piezas se realizó en un formato de gran tamaño, como era costumbre en esa época, especialmente en la España medieval.
La colección no se limita al arte sacro, también existen piezas que reflejan los hechos que se vivían en Europa en este periodo, como un cuadro anónimo que representa a la Sagrada Familia cuidando una cunita que protege a seis bebés recién nacidos que permanecen en un espacio tan estrecho.

Adicionalmente, la Iglesia de San Luis de los Franceses abre las puertas a zonas que anteriormente eran completamente desconocidas al público, incluyendo una gruta construida debajo de una montaña, conocida como “la capilla doméstica”, que tuvo la función de ocultar a monjes jesuitas que huían del ejército español después de que fuera ordenada su expulsión del reino de Carlos III.
Un punto clave que hace que la muestra permanente del museo, titulada ‘Patrimonio histórico de la Diputación: 1500-1900, arte y beneficencia’, sea particularmente interesante es que la mayor parte de estas obras tienen como origen antiguos hospitales de la ciudad, dando un toque muy distinto a los clásicos museos enfocados en las Bellas Artes.

La Iglesia de San Luis de los Franceses en Sevilla abre las puertas de su museo al público en general de martes a domingo, de 10 a 14 horas y de 16 a 20 horas, con un precio de 1 euro para residentes y 4 euros para visitantes foráneos.
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