Cultura

La leyenda de Modigliani en la Ciudad de México

Por: Kristina Velfu* 29 septiembre 2020 • 8 minutos de lectura

A propósito de la llegada al Palacio de Bellas Artes de la obra de uno de los pintores más celebrados, repasamos su historia y su amistad con los mexicanos Benjamín Coria y Diego Rivera.

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A. MODIGLIANI - NU ALLONGE

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En la Ciudad Luz, en París, emplazado en el número 16 de la Rue du Repos del distrito XX, existe uno de los cementerios más célebres del mundo: el Pére Lachaise. Sus caminos empedrados, rodeados de árboles, por donde se cuelan los rayos de luz en el otoño, se convierten en postales románticas del París bohemio. Las sepulturas, casi todas con ornamentos esculturales en finos mármoles y un orden peculiar, entre colinas, le dan la belleza silenciosa que por momentos hace olvidar que se trata de un panteón, así como la peculiar forma como se solicita a los visitantes que se retiren en punto de las 5 de la tarde con una sutil campanita que obliga a todos a enfilarse hasta la puerta.

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El cementerio Pére Lachaise, en París, repleto de tumbas de personajes célebres, entre ellas la de Amedeo Modigliani.

Lo que lleva a turistas y curiosos hasta este lejano punto de la ciudad, no es solo la experiencia contemplativa que se vive allí, sino también los singulares personajes que encuentran en él su última morada. En Pére Lachaise está la tumba de Édith Piaf, alrededor de la cual se escucha “La vie en rose” de algún espontáneo que decide homenajearla. La de Marcel Proust, quien yace silencioso y que parece contener todo el “tiempo perdido”. La de Oscar Wilde, plagada de marcas de labios de mujeres que la visitan y tienen como ritual besarla con la boca pintada para obtener buena suerte en el amor. Aquí también están los memoriales de Jim Morrison y Fréderic Chopin. Entre todas ellas se ubica, llegando a una colina, la tumba de Amedeo Modigliani y su esposa Jeanne Hébuterne.

Víctima de tuberculosis, Modigliani murió a los 35 años en París luego de una apasionada vida de vicios y carencias. Su amada Jeanne, de 22 años, pacientemente cuidó de él hasta el fatal desenlace. Con ocho meses de gestación de su segundo embarazo, al verse sola tras la muerte de Amedeo decidió lanzarse de la azotea de casa de sus padres y terminar con su vida.

Pasaron 10 años para que pudieran estar juntos en su último destino. Fue el hermano de Modigliani quien logró convencer a la familia de Jeanne de que ambos se trasladaran a este cementerio. Los restos de ambos permanecen unidos en la sencilla tumba del Pére Lachaise en París, la cual es visitada por cientos de personas que dejan sobre ella flores de lavanda y recados.

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Jeanne Hebuterne, aquí con 19 años de edad, fue la última musa de Modigliani.

La pareja, que vivió un apasionado amor, quedó inmortalizada en la memoria colectiva de los parisinos como “los amantes de Montparnasse”, barrio donde tenía su estudio el artista. Actualmente, los estudiosos de la obra de Modigliani tienen controversias entre su imagen de bohemio vicioso, envuelto en la pobreza, y el exitoso pintor que cobraba sus cuadros a buen precio, ganaba concursos y fue reconocido en vida por su precisa técnica que no requería retoques.

México conmemora 100 años de la muerte de Modigliani

El Museo del Palacio de Bellas Artes reabrió sus puertas este septiembre con la magna muestra internacional El París de Modigliani y sus contemporáneos. La exhibición –con obras de la colección Jonas Netter y curada por Marc Restellini (uno de los más destacados especialistas en la obra del artista)– conmemora el centenario de la muerte del pintor, quien nació el 12 de julio de 1884 y falleció el 24 de enero de 1920. En ella se reúnen algunos de los cuadros más importantes del artista originario de Livorno, Italia, que por primera vez atraviesan el Atlántico.

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“Fillette en bleu” y “Elvira con cuello blanco” son dos de las obras que pueden verse en el Palacio de Bellas Artes.

La exposición incluye una de las obras más famosas del pintor: “Fillette en bleu”. Se trata del retrato de una niña que viste un vestido azul con ojos de rasgos alargados, característicos en su estilo; la obra data de 1918, dos años antes de su muerte. También se exponen “Elvira con cuello blanco” y unos retratos de Chaïm Soutine y de su amada Jeanne Hébuterne, a quien sí pintaba con pupila en los ojos, una excepción pues en general el artista que, por cierto, tenía un ojo de color miel y el otro café–, pintaba miradas vacías.

La muestra se complementa con poco más de 140 piezas de 39 artistas de todas las procedencias quienes, como Modigliani, confluyeron en un París convertido a principios del siglo XX en el centro de la creación mundial y desde donde se exportó la vanguardia a todo el planeta. México también salió beneficiado de esa experiencia.

El Museo del Palacio de Bellas Artes puso a disposición del público un micrositio de la muestra, el cual contiene secciones temáticas, obras comentadas, una línea del tiempo sobre acontecimientos relevantes entre 1904 y 1920, biografías y por supuesto imágenes: museopalaciodebellasartes.gob.mx/modigliani/

Su amigo mexicano, el pintor Benjamín Coria

Gracias a la exposición de Bellas Artes, que estuvo detenida seis meses a causa de la pandemia, ha sido posible valorar y descubrir a Benjamín Coria, un pintor poco difundido, pero de extraordinario talento. De origen veracruzano y estudios en Europa financiados por becas del gobierno, durante su estancia en París tuvo la suerte de conocer y contar con la amistad de Amedeo Modigliani, incluso fue su compañero de vivienda en Montparnasse de 1910 a 1914. Cuando a Coria se le acabó la beca, decidió quedarse y de hecho pasó 16 años en París, 6 en Londres y 6 en Italia; regresó a México en 1936.

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El pintor mexicano Benjamín Coria (autor del retrato no identificado).

El restaurador Tomás Zurián, quien fue discípulo de Coria, le contó a los investigadores del INBA que su maestro recordaba con ensoñación la etapa de su vida en París. Uno de sus relatos contaba que un día Modigliani se fue muy enojado por los estados de ánimo extremos y temperamentales que, según se dice, padecía, y le dijo a Coria: “A este estudio no regresó jamás. Allí te dejo toda la obra. Haz lo que quieras con ella”. Coria, en acto ético y de absoluta honestidad, le encargó todo al portero antes de irse seguramente a Londres. No hay referencia de qué pasó finalmente con esas obras.

Condiscípulo de Diego Rivera y contemporáneo de Ángel Zárraga, José Clemente Orozco y Roberto Montenegro, Coria fue un pintor ecléctico que transitó de las vanguardias a la pintura académica. Los estudiosos del INBA hicieron un trabajo de carácter detectivesco, con el que redescubren a un personaje interesante quien fue parte del cambio en la historia del arte mexicano.

A Benjamín Coria se le conoce poco en nuestro país porque en su estancia en Europa tuvo éxito y nunca mandó obra a México. Uno de sus alumnos que más registro escrito dejó sobre él fue Luis Nishizawa, quien incluso documentó los amoríos que tuvo Coria en su estancia en París. De acuerdo a Nishizawa, una de sus amantes se pintaba los labios de negro y con otra consumía alcohol con éter. También narró que Modigliani y Coria salían a desayunar temprano café a los cafecitos de alrededor de Montparnasse y que cuando volvían, a las 10 de la mañana, Modigliani ya estaba ahogado de borracho. En su texto sobre Coria, Nishizawa habla sobre cómo Modigliani vendía sus dibujos extremadamente baratos para poder pagar la renta y subsistir.

Sus narraciones dejan ver el París bohemio de aquellos tiempos y son precisamente los artistas que protagonizaron esa etapa quienes alimentan el mito de la pobreza relacionada al arte, de la vida en escasez de los genios, que la contemporaneidad ha ido poco a poco negando.

Existe una obra de Bejamín Coria que, se presume, pintó Modigliani, aunque se requiere mucha mayor investigación para poder certificarlo. Además de Coria, se sabe que también Diego Rivera y el pintor Ángel Zárraga fueron amigos de Modigliani. Otros más, como Santos Balmori, tuvieron algún trato con él. Por su parte, Carlos Mérida recordó en sus memorias que fue precisamente Benjamín Coria quien lo presentó con el pintor italiano.

En 1915 Modigliani realizó tres retratos de Diego Rivera en el lugar donde éste vivía en París, junto a la estación ferroviaria de Montparnasse. En otro periodo, Modigliani visitó a Ángel Zárraga en su estudio cerca del Observatorio de París. Es posible que, a partir de este vínculo, Modigliani haya servido como modelo para un cuadro del pintor duranguense.

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Durante su estancia en París en 1915, Diego Rivera fue modelo de Modigliani, quien le realizó tres retratos.

El legado de Modigliani

Sus obras son conocidas por su particular e inconfundible estilo, que lograba mantener la semejanza y fisonomía de sus modelos, a través de su propio lenguaje visual. Su trabajo artístico impulsó una propuesta innovadora que incluyó el cubismo con guiños no occidentales como las máscaras africanas.

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Amedeo Modigliani (1884-1920). /

Es increíble pensar que Modigliani en vida malbarataba sus dibujos para pagar la renta y que, en mayo de 2018, su obra “Nu couché” fue vendida en subasta en Sotheby’s de Nueva York en 157.2 millones de dólares. Es la tercera obra mejor vendida de la historia, solo superada por “Les femmes d’Alger” de Picasso (en 179 millones de dólares) y, por supuesto, el carísimo “Salvator Mundi” atribuido a Leonardo da Vinci (en 450 millones de dólares), ambos vendidos en Christie’s. Por cierto, con Picasso, Modigliani tuvo una férrea competencia desde los tiempos bohemios de Montparnasse.

Sin embargo, el legado creativo de Modigliani sigue siendo entrelazado con la leyenda romántica del artista bohemio por excelencia, vinculada a una vida de excesos y tragedias.

Amedeo en el cine

Hay tres películas que relatan su vida y su tiempo y que lo retratan como una persona apasionada con un estilo de vida decadente y autodestructivo:

Modigliani, un filme (disponible en Amazon Prime) de 2004, protagonizado por Andy García y dirigido por Mick Davis; Los amantes de Montparnasse es una película alemana de 1958, dirigida Jacques Becker y protagonizada por Gerard Phillipe; y Maledetto Modigliani es un documental italiano de 2020, dirigido por Valeria Parisi.

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Modigliani (2004), Los amantes de Montparnasse (1958) y Maledetto Modigliani (2020) son tres filmes que abordan la historia del pintor.

Además, al menos nueve biografías se han escrito sobre el artista, incluyendo una de su hija, Jeanne Modigliani, sobreviviente a la muerte de sus padres y su hermano aún en el vientre, y criada por sus abuelos maternos en París.

*Kristina Velfu (@Velfu) es una periodista especializada en la difusión del arte y la cultura.

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