Francisco Toledo era conocido como El Maestro. Un sobrenombre que resaltaba las múltiples facetas de él como individuo: artista y activista. Sinónimo y parte del despertar cultural en Oaxaca y en México. Si quieres entender a esta maravillosa personalidad, te enlistamos las obras que debes conocer.
Sus obras y su filantropía marcaron el paso de los días de Francisco Toledo. Aunque era un arisco de las apariciones públicas, entrevistas y fotografías, la influencia de su presencia puede percibirse en distintos ámbitos.
Su talento fue innato. A sus 9 años ya había destacado por su excepcional habilidad para el dibujo en la escuela con un retrato de Benito Juárez. A partir de ahí todo fue en ascenso pues su carrera artística no tuvo descansos.
Trabajó incansablemente por lo menos 70 años y su producción incluye alrededor de 9 mil obras documentadas en óleo, acuarela, tinta o metal; además de otros artilugios como marionetas de tela, litografías, tapices, cerámica, mosaicos y más.
Las obras de Francisco Toledo tienen influencias de su tocayo español Francisco Goya y del artista surrealista y expresionista alemán, Paul Klee, pero sin dejar atrás esa nostalgia por sus raíces y las tradiciones populares que enaltecen a Oaxaca.
Su increíble talento lo llevó a ser parte de la escena artística parisina y su sensibilidad por el mundo que lo rodea hizo de él, el activista y filántropo que su hogar necesitaba.
La intervención que más llamó la atención ocurrió en 2002 cuando Francisco Toledo se enteró que iban a abrir un McDonald ‘s en el zócalo de la ciudad de Oaxaca. Anunció que se quitaría la ropa y se quedaría desnudo en el punto donde construirían el restaurante de hamburguesas.
Su idea abarcó regalar tamales a los que pasaran por ahí y se sumaran a la protesta con el objetivo de recordar a los mexicanos el placer de la gastronomía nacional. Aquellos que presenciaron tal movimiento quedaron conmocionados, el entusiasmo y el apoyo de la gente local llegó a tal nivel que no fue necesario que Toledo se quitara la ropa.
De acuerdo el diario mexicano La Jornada , Toledo también envió una carta a los directivos de la empresa transnacional en la que exponía sus múltiples razones por las que se oponía a la instalación de la sucursal en el centro de la ciudad de Oaxaca:
“La presencia de McDonald’s homogenizaría y desvirtuaría lo que es único en el mundo. Si permitimos la entrada de este tipo de cadenas al Centro Histórico, Oaxaca se va a parecer cada vez más a cualquier ciudad estadounidense y perderá el atractivo que genera nuestra principal entrada económica: el turismo”.
Su lado filantrópico lo llevó a erigir instituciones culturales como el IAGO (Instituto de Artes Gráficas, un museo de arte contemporáneo llamado MACO, una biblioteca de libros raros, una biblioteca con libros en braille dedicada exclusivamente para el uso de personas débiles visuales, entre otros proyectos gratuitos.
Por eso y más, Francisco Toledo era considerado como El Maestro, su talento y lado humano lo ubicaron como un artista único, para él las ganancias significaban una manera de aportar a la sociedad instituciones que incentivaran la cultura.
En el año 2015, Francisco Toledo vendió su colección completa al Instituto Nacional de Bellas Artes, ¿el precio? Un peso. Desde entonces, el INBA custodia de manera simbólica el acervo del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca que contiene 125 mil obras del artista.
Ahora que ya sabes qué tipo de persona era Toledo, aquí te dejamos un pequeño listado de obras para entender su arte.
Obras para entender a Francisco Toledo
Burro Espinado (1976)
Caimanes (1989)
Dos Muertes Rojas (1994)
El Camino (1969)
Chapulín (Grillo Con Peces) (1975)
Toro Tirado (1978)
Cocodrilo- dragón (1996)
El mono de la tinta
El Grito (1994)
Muerte de un mono
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