Transcurría el año de 1952 y Venezuela veía uno de sus mejores momentos. El gobierno en turno se encargaba de modernizar el país y la bonanza petrolera convertía poco a poco a Caracas en una ciudad que poco tenía que pedirle a Los Ángeles o a Chicago. Fue entonces que una marca de trajes de baño tomó una decisión de mercadotecnia que marcaría la historia de la nación bolivariana por excelencia: organizar el primer concurso de Miss Venezuela.
Los certámenes de belleza en Sudamérica tienen una importancia vital en la cultura. Particularmente en Colombia y Venezuela, cientos de miles de adolescentes sueñan con convertirse en la próxima representante de su país en el concurso Miss Universo. Se estima que, tan sólo en Caracas, existen más de doscientas agencias dedicadas a vender el sueño de Miss Venezuela. La cadena Venevisión, la televisora más grande de la República Bolivariana, es la encargada de televisar el concurso que ha ya ganado fama internacional por su reputación e importancia.
Durante los años 2008 y 2009 Venezuela ganó notoriedad en la arena internacional. Más allá de la compleja situación política, el país rompió récord al coronarse dos venezolanas como Miss Universo consecutivamente. Asimismo, la República Bolivariana de Venezuela es la nación que más títulos de belleza ha ganado internacionalmente. Tan sólo en Miss Universo, el país ya suma siete coronas.
Todo este boom no sería posible sin la mano e influencia de Osmel Sousa, un ejecutivo de mercadotecnia que ha hecho su carrera de mano con la organización Miss Venezuela. Para Sousa, el concurso no sólo representa un espectáculo para el entretenimiento sino una derrama económica millonaria. Cuando una Miss Venezuela es elegida como “la más bella del mundo”, contratos con televisoras y marcas internacionales llueven para la organización. El sitio oficial de Miss Venezuela lo describe como el “Zar de la belleza”.
La presencia mediática de Miss Venezuela en ese país es importante y hasta política. La primera vez que Hugo Chávez ganó la presidencia contendió contra la ex Miss Venezuela Irene Saénz. Recientemente, la ex Miss Universo Alicia Machado protagonizó una pelea campal con Donald Trump misma que, casi lleva al Republicano a la derrota.
No todo en la vida ha sido rosa en el mundo de Miss Venezuela. De acuerdo a académicos de la Universidad de los Andes, el concurso perpetúa la imagen de una venezolana “vacía” que poco tiene que intervenir en la política. Por otra parte, al año mueren decenas de mujeres en Venezuela al practicarse procedimientos estéticos con cirujanos poco preparados.