Por cientos de kilómetros, el paisaje de Utah está dominado por cañones de formas caprichosas, delicados arcos, empinadas montañas, así como colinas, montes y picos.

Más que cualquier otro estado del suroeste, Utah proporciona las imágenes del arquetipo del Oeste, con arenosos desiertos, profundos cañones y torres de rocas rojas, pero en diciembre, sus montañas se visten de blanco, creando un maravilloso paisaje navideño.

Perfección para los amantes de la nieve
Entre las majestuosas montañas de Park City, Utah, hay un mundo cubierto de blanco. Suave nieve decora los pinos, bailando en el aire antes de caer en sus frondosas ramas.

Como todo un paraíso invernal, Deer Valley ofrece una belleza natural incomparable. Consideradas las mejores de América, las pistas de esquí de este lugar concuerdan con los exigentes estándares de excelencia de toda la zona. Además, sus hoteles, restaurantes y servicio llegan a un nivel de perfección casi inimaginable.

A mediados de los años 30, el mercado de la plata –la fuerza de Park City– se venía abajo. Así que se comenzó a fijar la atención en lo que acabaría convirtiéndose en la mayor atracción de la zona: el esquí.

Procedentes de Noruega, los hermanos Engen fueron de los primeros en iniciar el espíritu por la competición invernal organizando saltos de esquí en Ecker Hill. Ellos, como otros que llegaron después, plantaron la semilla de un futuro grandioso para los deportes de invierno.

Una estancia de fantasía

Montage Deer Valley ofrece una escapada clásica de montaña durante todas las estaciones. El hotel parecería salir de un libro de fantasía. Sus amplios salones de billar y largas terrazas no ponen límite al placer de sus huéspedes.

Este resort regala una posición privilegiada en lo alto de Empire Pass, con acceso directo a varias pistas de esquí, aunque también ofrece otras actividades durante todo el año, como senderismo, ciclismo, golf y pesca con mosca.

Sus 154 habitaciones de lujo y más de 66 suites y residencias, que van de uno a cuatro dormitorios, tienen amplios espacios con impresionantes vistas de las montañas.

Por otro lado, su lobby, al estilo de la realeza rusa, desemboca en un largo y amplio pasillo con altas ventanas y pesadas cortinas. Aquí pasé las horas de aprés-ski, jugando billar y ajedrez, disfrutando del calor de las chimeneas y los cómodos sofás, desde los cuales podía ver la nieve caer en la montaña.

Apex, el exclusivo restaurante de Montage Deer Valley, prepara el escenario para una experiencia inolvidable en la montaña, pues se utilizan ingredientes de inspiración regional en un entorno alpino con impresionantes vistas a plantaciones de álamos.

Frecuentado por lugareños y visitantes por igual, es informal durante el día, refinado a lo largo de la noche y siempre divertido y accesible, con un ambiente cálido que te enamorará.

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