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5 fotógrafos profesionales nos hablan del arte del autorretrato

Por: Donovan Quiroz 01 junio 2020 • 5 minutos de lectura

Olvídate de la duck face y las selfies. Es hora de que te pongas del otro lado de tu cámara y te tomes fotos mejores y más creativas.

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Brenda Islas

Le pedimos ayuda a algunos de los más talentosos fotógrafos y colaboradores de revista Central, quienes nos compartieron sus reflexiones sobre esta práctica y sus tips para crear autorretratos únicos.

David Franco (@david_franco_de_santiago)
Autorretrato. No selfie.

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En los inicios tanto de la pintura como de la escultura, las únicas figuras que podían ser representadas con estas técnicas eran los miembros de la realeza y los dioses. El autorretrato nace de la necesidad del artesano de esas épocas, de ser reconocido como autor de esas piezas y ser incluido dentro de un núcleo cultural al cual no se le permitía entrar a nadie. Hasta cierto punto, hacerse un autorretrato era un acto de rebeldía.

Con el crecimiento paulatino y la apertura de las artes, el autorretrato empezó a tener mayor relevancia personal y social, buscando indagar en el por qué de nuestra existencia y nuestros pasos en los espacios y círculos sociales donde nos desenvolvemos. En el arte contemporáneo, autores como Cindy Sherman o Joan Fontcuberta han usado esta técnica para criticar o incluso confundir al espectador y a los medios, dándole un valor extra a la fotografía.


La tecnología ha sido una herramienta para escalar esta exploración de autoconocimiento y autocrítica. Hoy, las redes sociales han llevado a la selfie a ocupar masivamente el feed de cada teléfono celular y computadora, alimentando la vanidad y banalidad de muchas personas sin realmente detenerse a contemplar el momento fugaz que crean en cada toma.

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La selfie no es un autorretrato, carece de formalidad e intención para llamarle así. Es un vehículo mundano que proyecta el dia a día de las personas, un registro un tanto inconsciente con el valor nato de la fotografía de guardar el momento. Esto no la hace menos culturalmente, al contrario, aporta un archivo vasto de tantos grupos sociales que hasta hace unos años era escueto o nulo.

La fotografía es un lenguaje con sus propias reglas, hay diálogos profundos y vitales en todo lo que aparece dentro del encuadre para poder transmitir emociones y sentimientos. Amarrado a este lenguaje, el autorretrato es un espejo que nos ayuda a darnos una idea de nosotros mismos en cierto momento de la vida; en muchos casos, nos ayuda a reflexionar sobre nuestra circunstancia y emociones para valorar dónde estamos parados y tal vez marcar un nuevo camino.

Santiago Ruiseñor (@santiagorui)

Como en todo, se puede profundizar tanto como uno lo desee. Un autorretrato puede ser tan fácil como agarrar el celular y tomarte una selfie o hacer un cuestionamiento real sobre lo que uno quiere externar, ¿cuáles son los sentimientos de uno en el momento? Es una exploración de uno mismo.

“El mejor consejo que puedo obsequiar es darle tiempo al autoanálisis y a la contemplación de
uno mismo y externarlo”.

Brenda Islas (@brendaislas)

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Brenda Islas

El autorretrato es una oportunidad para explorar diferentes caminos de la creatividad, pues por un lado implica ingenio para resolver la parte técnica, y por el otro lado significa jugar con la auto-representación, o sea, ¿qué es lo que quieres reflejar de ti?

Para resolver la parte técnica tenemos varios caminos posibles:
Podemos hacernos el retrato buscando nuestro reflejo en distintas superficies, cámara en mano al estilo Vivian Maier o Helmut Newton.
Otra opción es colocando la cámara sobre un tripié y usar un disparador remoto, como Cindy Sherman. Puedes usar tu celular como disparador si tu cámara tiene esta función y también puedes usar el temporizador, así contarás con algunos segundos para correr ante la cámara y posar antes de que se dispare.
La última opción es contar con la ayuda de alguien más a quien puedas dirigir y te ayude a disparar.

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Brenda Islas

No importa el camino que elijas, lo importante es tener claro qué quieres lograr, elegir el lugar, la distancia de la cámara, el tipo de lente y sobre todo ser consciente de la luz.

Enfocar puede ser una gran complicación, por lo cual es importante usar el modo manual y enfocar una vez que decidas el encuadre.

Si tienes una idea en mente, ayuda mucho realizar un boceto de la misma. Si aún no lo tienes claro, puedes buscar referencias y, a partir de éstas, elaborar algo propio

El autorretrato se convierte en un juego y este juego ayuda a generar cada vez más ideas y potencia el deseo de intentar cosas nuevas, es así como la creatividad llega. Juguemos a capturarnos en el tiempo.

Fernanda Roel (@fernandaroel)

Lo más importante es escoger un lugar donde tengas buena luz, si es que decides hacer tu retrato con luz natural. Si tienes luz artificial (flash o luz continua), debes definir tu cuadro para colocar tu luz en base a esto. A mí me gusta colocar la luz artificial de una manera que simule luz natural y que sea lo más suave posible.

Pon la cámara en un tripié. Colocar un espejo frente a ti (junto a la cámara) ayuda mucho a ver tu composición corporal. Alista en tu cámara el timer para hacer el disparo y que así tengas tiempo de ponerte en cuadro. Una vez que tengas todos los elementos juega y has distintas variaciones de pose y de luz.

Esteban Calderón (@estebancalderon)

EstebanCalderon.jpg

Como en cualquier sesión fotográfica, lo más importante para comenzar es: “¿Qué estética quiero que tenga la foto?”. Al ser un autorretrato debemos definir si queremos que nos proyecte en su totalidad o no, la ropa, la iluminación, si nos gusta el contraste, etc.

La segunda parte es buscar un lugar con la iluminación que buscamos. Recuerden que la luz juega un papel muy importante en la fotografía, ella nos dará el mood que queremos. En mi caso, la sala que tengo tiene ventanas enormes y paredes blancas, eso me ayuda a capturar lo que tengo en mente; si es un día nublado lo puedo aprovechar como si fuera una caja de luz que me suavizará y dará contrastes leves. Colocar una mesa y un espejo enfrente puede ayudarte a la hora de posar para la foto. Hay que practicar hasta sentirnos bien con lo que queremos reflejar ante la cámara.

Después de haber encontrado el spot ideal, coloca tu cámara en un tripié. En mi caso, le pido ayuda a alguien para que se ponga en el spot que elegí, acomodo la cámara en el ángulo que mejor queda y enfoco. También defino los settings adecuados y si quiero algo de sombras. Uso un ISO elevado, 1250 y un lente 50mm 1.5, no importa elevar el ISO si esto nos ayudará a que la luz, contrastes e idea se reflejen tal cual. Con la ayuda de mi iPad puedo ir revisando cada imagen una vez que disparo la cámara, esto ayuda bastante a no estarse levantando y cortar la inspiración del momento.

No olvides cuidar tu encuadre y composición, intentar cuantas poses sean necesarias hasta lograr lo que estás intentando transmitir y recordar que podemos integrar elementos a la fotografía para que ésta pueda ser más interesante.

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