Redacción: Central
De acuerdo con el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, los principales síntomas y signos de malnutrición en adultos y adolescentes son:
Pérdida de peso involuntario
Falta de apetito
Debilidad constante
Sentirse cansado a pesar de haber tenido un buen descanso
Enfermarse continuamente
Dificultad para concentrarse
Cabello sin brillo, piel reseca y uñas quebradizas
Depresión o estado de ánimo bajo sin razón aparente
Sensación de frío la mayor parte del tiempo
Requerir más tiempo para recuperarse de heridas y lesiones.

Cómo y por dónde empezar
Come por lo menos cinco porciones de vegetales y frutas, preferentemente frescas y de temporada.
Consume granos enteros en cada comida. Los carbohidratos de cereales como el trigo, el maíz y la avena son fácilmente convertidos en energía para tu cerebro y todas las funciones corporales.
Intercambia el pan blanco por pan de trigo entero ya que al incrementar tu ingesta diaria de fibra te ayudará a tener una mejor digestión.

Incluye el frijol negro, garbanzo, lenteja, chícharo y frijol de soya ya que constituyen ricas fuentes de proteína vegetal y contienen altas dosis de fibra soluble, así como hierro y potasio.
Come grasas insaturadas de nueces, semillas, aceitunas y aceites vegetales prensados en frío o que digan “extra virgen”.

Una dieta deficiente en nutrientes esenciales, en cualquier etapa de la vida, puede tener efectos negativos a largo plazo en diversas funciones vitales del organismo.
Busca ayuda profesional o consulta con tu médico.