Aquí algunas opciones de mascarillas para mantener la piel hidratada y siempre bien nutrida, para así promover la producción natural de colágeno.
Recuerda que la constancia es la que te ayudará a ver resultados. Házlas parte de tu rutina y aplícalas con movimientos circulares y con una presión de media a intensa. Con que lo hagas 3 veces por semana, será más que suficiente.
1. Leche de almendras + aguacate
La leche de almendras tiene un efecto exfoliante que ayuda a remover las impurezas dejando la cara limpia y suave. El aguacate por su parte es rico en vitaminas, minerales y sobre todo ácidos grasos esenciales que nutren y humectan la piel.
Ingredientes
- 3 cucharadas soperas de leche de almendras
- ½ aguacate maduro
Tritura el aguacate y mézclalo con las 3 cucharadas de leche de almendras. Antes de aplicar, lava bien tu cara con agua y jabón neutro. Deja actuar la mascarilla 20 minutos y retirala con agua tibia.
2. Infusión de manzanilla + avena + agua
El té de manzanilla aporta una acción antiinflamatoria y refrescante, mientras que la avena aporta propiedades que nutren, aclaran y reparan la piel de forma natural.
Ingredientes
- ¼ de taza de infusión de manzanilla
- 2 cucharadas de avena hecha polvo
- 1 cucharada de agua natural
Mezcla todos los ingredientes y asegúrate que la consistencia quede espesa. Aplica con la cara limpia y extiende por todo el rostro. Déjala durante 20 minutos y enjuaga.
3. Gelatina + arándanos
La gelatina contiene colágeno natural y promuevel a elasticidad de la piel; mientras que los antioxidántes de los arándanos nutren y le dan brillo a la piel.
Ingredientes
- ½ taza de arándanos
- ½ taza de cubos de gelatina ya preparada
Tritura los arándanos en un procesador de alimentos y agrega los cubos de gelatina. Aplástalos con un tenedor hasta que ambos ingredientes se unifiquen. Aplica y deja actuar durante 15 a 20 min y retira con agua fría.