La pandemia por la Covid-19 causa estragos en distintos niveles, desde la esfera política, económica, pasando por crisis familiares, como desencadenante de cuadros de ansiedad o estrés debido a múltiples causas, el incremento de estrés en el confinamiento podría aumentar la susceptibilidad a contraer o complicar alguna enfermedad ocular.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México existen 2 millones 237 mil personas con una deficiencia visual, entre las principales enfermedades oculares que afectan a los mexicanos son: miopía, hipermetropía, astigmatismo, presbicia, catarata senil (la principal causa de ceguera en nuestro país), degeneración macular, glaucoma, retinopatía diabética y opacidad en la córnea.

Existen ciertos hábitos en nuestra agenda diaria que sin darnos cuenta contribuyen a que estas afecciones se hagan presentes, siendo la poca o mala iluminación, una mala postura, así como la graduación no adecuada en lentes las más comunes, sin embargo, hay ciertas detonantes que no vemos pero que están ahí a lo largo de nuestro día y que consideramos como normales: el estrés.

El estrés es una respuesta automática de nuestro cuerpo ante situaciones de peligro o desafiantes, es necesario en nuestra vida para protegernos y reaccionar ante los cambios de la vida, en cambio, si el estrés se vuelve crónico, repercute negativamente en todo nuestro cuerpo, afectando distintos puntos, incluidos los ojos.

También te puede interesar: 5 actividades para relajarte en 5 minutos

Es una infección o inflamación en los párpados, los síntomas son enrojecimiento y quemazón ocular, sentir los párpados pesados o tener disminución de la agudeza visual. Este padecimiento puede ser causado además del estrés por cuadros de ansiedad y la toma de antidepresivos.

El permanecer durante periodos largos de tiempo frente celulares, computadoras, la televisión o videojuegos, provocan que el parpadeo sea menor, por lo que la lubricación del ojo se atenúa, provocando una sensación de sequedad, ardor, picazón y rojez. El ojo seco también puede ser una consecuencia de la blefaritis.

Considerados coloquialmente como “tics”, son temblores en el párpado de manera intermitente, pueden durar días y hasta semanas, todo dependerá del periodo en el que la persona se encuentre bajo los influjos del estrés.

Se presenta un pequeño desprendimiento de retina y los síntomas más comunes son visión borrosa, ver objetos que parecen más pequeños de lo que realmente son, ver objetos distorsionados, incluso ver manchas al centro de la visión o disminución de la visión.

En algunos casos, estas afecciones disminuyen o desaparecen cuando el periodo de estrés termina, en otros casos se necesita tratamiento específico que ayudará a corregirlos, lo importante es acudir con el oftalmólogo para realizar el diagnóstico y tratamiento correcto dependiendo de la enfermedad detectada.

También te puede interesar: 5 esencias de aromaterapia para alejar el estrés de tu vida

Suscríbete aquí a nuestro Newsletter para que estés al día con nuestros contenidos.