El botox se ha usado desde hace años para tener una apariencia más joven, sin embargo, estudios recientes apuntan que sus beneficios podrían ir más allá de la simple cosmética y mejorar algunas patologías mentales como la ansiedad.
Científicos e investigadores de la Universidad de California en San Diego, descubrieron que la toxina botulínica o botox como comúnmente se le conoce, tiene la gran capacidad de reducir hasta en un 72 por ciento la ansiedad y los síntomas relacionados a ésta.
¿Para qué sirve la toxina botulínica?
En los consultorios, la toxina botulínica es usada por dermatólogos y cosmiatras para disminuir la apariencia de arrugas. Ésta toxina una vez inyectada en la piel, no permite que el músculo se contraiga, por lo que evita que la arruga continúe su ciclo de vida.
El efecto suele ser temporal y tiene un tiempo de caducidad aproximado de entre cuatro a seis meses, el resultado dependerá del cuerpo de cada paciente.
Además de evitar arrugas en la cara, el botox está indicado en otras partes del cuerpo para aliviar migrañas, espasmos musculares, sudoración excesiva y hasta incontinencia urinaria.

Otros estudios han puesto el tema sobre la mesa, acerca de la efectividad de la toxina botulínica en pacientes con Parkinson, así como su relación con la esclerosis múltiple.
La bondad del botox con estas enfermedades se basa en relajar los músculos espásticos, es decir, quitar la tensión de músculos que han perdido su tono muscular y se han vuelto rígidos. De esta forma, disminuye el dolor en el paciente y brinda una mejor calidad de vida.
También te puede interesar: Terapias alternativas que podrían ayudar a calmar la ansiedad
El botox como alivio de la ansiedad
Los investigadores de la Facultad de Farmacia y Ciencias Farmacéuticas Skaggs de San Diego publicaron su estudio Botox Injections May Reduce Anxiety en la revista Scientific Reports, aportando a la ciencia y a la cosmética que el botox puede ser una gran herramienta contra la ansiedad.
El estudio siguió las secuelas de inyecciones de botox de casi 40 mil personas que se sometieron al tratamiento en distintas zonas del cuerpo. Descubrieron que las inyecciones en cuatro puntos del cuerpo producían significativamente menos casos de ansiedad en comparación con los pacientes que usaban tratamientos con antidepresivos y medicamentos para la ansiedad y en los que no se incluían toxina botulínica.

Aunque no han descubierto los puntos esenciales para aplicar estas inyecciones en casos específicos como la ansiedad, su teoría al respecto es que el botox contra esta afección funciona porque la sustancia viaja a áreas del sistema nervioso central que controlan el estado de ánimo y las emociones.
Otra de sus teorías es que quizás el botox interactúa con ciertos enlaces neuromusculares, que se comunican directamente con el cerebro y producen bienestar.
Pese a que aún no se tienen más datos certeros sobre su relación con la ansiedad, es un buen acercamiento para ahondar más sobre un tratamiento nuevo que permita el control de esta y otras enfermedades.
También te puede interesar:
Coronafobia y otros trastornos mentales agudizados por la pandemia
Suscríbete aquí a nuestro Newsletter para que estés al día con nuestros contenidos.