Por Revista Central
Esta mañana el país despertó con la noticia de que Armando Vega Gil –64 años–, bajista de Botellita de Jerez, se suicidaría. Esto, a unas horas de haber sido denunciado por acoso desde una cuenta anónima, a través de la cuenta @MeTooMusicamx (#MeTooMúsicosMexicanos). Su mensaje fue este.
No se culpe a nadie de mi muerte: es un suicidio, una decisión voluntaria, consciente, libre y personal. #MeeToMusicosMexicanos pic.twitter.com/pEXVf6beFn— Armando Vega Gil (@ArmandoVegaGil) 1 de abril de 2019
Un par de horas más tarde, la noticia fue confirmada desde la cuenta de la banda.
Con un inmenso pesar, comunicamos que nuestro compañero @ArmandoVegaGil falleció la madrugada de hoy. Nos encontramos procesando esta noticia y haciendo los trámites correspondientes. Descansa en paz hermanito.— Botellita de Jerez (@HHBotellita) 1 de abril de 2019
Más tarde, la cuenta @metoomusicamx parecía haber sido eliminada, pero a las 13:30 hrs. las administradoras confirmaron que se había tratado de un intento de censura.
#MeToo pic.twitter.com/0np4H1hUyH— MeTooMúsicosMexicanos (@metoomusicamx) 1 de abril de 2019
Hasta el momento, las averiguaciones sobre el caso continúan.
EL DEBATE EN REDES
Algunos usuarios de twitter llevaban ya varios días poniendo atención en la importancia de verificar las denuncias hechas dentro del movimiento, principalmente aquellas lanzadas desde el anonimato. Así, el caso de Armando Vega Gil se convirtió en la gota que derramó el vaso para quienes alegan que el movimiento –surgido desde el ala feminista para visibilizar casos de violencia de género– ha hecho más daño que el bien que ha generado.
Sin embargo, miles de mujeres han encontrado en este movimiento una alternativa de denuncia ante un sistema de justicia ineficiente que se ha encargado solamente de revictimizarlas, repetir el abuso y poner en riesgo su vida.
Lo que es un hecho, es que el suicidio es, en realidad, un tema mucho más complejo que simplemente “un mal día”, y el caso de Armando Vega Gil no parece ser la excepción. Sin duda, se trata de un caso con muchas caras y muchas aristas a tratar y definitivamente una de las conversaciones que urge que tengamos es esa sobre la salud mental.
¿TÚ QUÉ OPINAS? Te leemos.