Por Nat Rivera
¿Les ha pasado que posponen hacer y obtener algo con todas sus fuerzas por miedo a que salga mal, a salir heridos? Pues de eso trata Las analfabetas. De cómo un evento, al que somos incapaces de encontrarle una explicación, marca de manera tan profunda nuestra vida, que aunque conozcamos el remedio, le damos vueltas y vueltas para evitar el conflicto; sin embargo, negar un hecho no sólo evita que sane la herida sino que la hace más profunda.
“De tanto decir que está borroso, uno se va quedando ciego”, el pequeño monólogo con el que empieza la obra es hermoso. Nos encuentra con Ximena (Dolores Heredia), una mujer cincuentona a quien su padre abandonó de pequeña y lo único que le dejó fue una carta que ella no ha querido leer. Este abandono la convierte en un ser amargado, como los que describe Nick Hornby en Alta fidelidad: “Hay gente que nunca fue más allá de los sesenta, o que no fue más allá de la guerra, o no más allá de aquella noche en que el grupo en el que tocaban actuó como telonero de Dr. Feelgood en el Hope and Anchor, y luego se han pasado el resto de la vida caminando para atrás”.
Luego descubrimos que Ximena no sabe leer y se ha pasado la vida negándolo porque leer es algo básico en lo que ella ha depositado su dignidad. Entonces aparece el personaje de Gabriela de la Garza, una maestra dispuesta a enseñarle para que pueda leer la carta. La verdad es que la obra evoluciona a tropezones, a diferencia de la película, pero vale la pena verla por la reflexión que hay detrás: ¿cuándo somos analfabetas? Cuando no sabemos leer o cuando nos negamos a conocer la realidad a leerla tal y como es.
Las Analfabetas se presenta en la Teatrería (Tabasco #152, colonia Roma) hasta el 17 de julio. Viernes a las 21:00 horas; sábados y domingos 18:00 y 20:00 horas. Los boletos se pueden conseguir por Cartelera de teatro o en las taquillas del lugar.