Con una notable tradición operística, México se ha caracterizado por ser un semillero de cantantes que han colocado el nombre de nuestro país muy en alto en el panorama de la ópera internacional.
La proliferación del arte lírico en nuestro país tiene sus antecedentes en el siglo XIX, momento en que –de la mano de la existencia de compañías italianas, francesas y españolas– se despertó el interés del público nacional por conocer más de este género, pero fue hasta el siglo XX cuando la formación y presencia de cantantes mexicanos en el extranjero comenzó a crecer exponencialmente, hecho que se mantiene hasta nuestros días.
Una figura imprescindible, precursora e hito en la historia del arte lírico de todos los tiempos, es la prodigiosa soprano Ángela Peralta (1845-1883) –conocida como “el ruiseñor mexicano”, y llamada “Angelica di voce e di nome” en Italia–, quien tenía menos de 20 años cuando ya había debutado en el Teatro alla Scala di Milano y conquistado los escenarios más importantes de Europa del siglo XIX.
También te puede interesar: Arte Popular: Creatividad y Motor Incansable
La contralto Fanny Anitúa (1887-1968), la mezzosoprano Oralia Domínguez (1925-2013) y la soprano Gilda Cruz-Romo (1940) son artistas mexicanas excepcionales que trascendieron en la escena operística internacional y compartieron escenario con los grandes colosos del mundo, dejando una importante huella en el arte lírico del siglo XX.
“El ‘furor’ por los cantantes de ópera mexicanos (y latinoamericanos) fuera de nuestro territorio tomó mayor fuerza hace un poco más de cuatro décadas, cuando a pesar del escepticismo, el egregio tenor Francisco Araiza (1950) abrió brecha en Europa y se colocó en las ligas mayores, ofreciendo memorables presentaciones en los escenarios más emblemáticos del planeta”.
Siguieron sus pasos el tenor Fernando de la Mora (1958); el gran tenor Ramón Vargas (1960), quien se ha consagrado como uno de los máximos y más activos exponentes de la ópera; el tenor Rolando Villazón (1972), quien antes de tener problemas de salud, lo fue todo en la ópera, y por supuesto, el fenómeno operístico del momento, Javier Camarena (1976), considerado uno de los mejores tenores en la actualidad y el único cantante de ópera que ha logrado bisar en tres producciones de la Metropolitan Opera House.
Además de ser las voces mexicanas más cotizadas en los escenarios mundiales, son los pilares de una valiosa generación de intérpretes, pues no sólo han destacado y consolidado una carrera de talla internacional, sino que se han convertido en un referente del género por su extraordinaria calidad vocal y los altos registros alcanzados, aunados a su gran presencia y dominio escénico.
Ahora, vemos una nueva ola de voces líricas, carreras internacionales en ascenso y gran actividad en los teatros más connotados del orbe, como Arturo Chacón, María Katzarava, Rebeca Olvera, Diego Torre, Leticia de Altamirano, Karen Gardeazabal, Jesús León, José Adan Pérez, quienes representan una nueva bandada que continúa el camino de aquellos que han dado prestigio en el extranjero a nuestro país. Cada uno de ellos va sentando un precedente y la responsabilidad de seguir con el legado de dar gloria a nuestra nación a través de sus actuaciones en los principales teatros del mundo.
Sergio Vela
Director de escena y diseñador especializado en ópera. Promotor artístico. Actualmente es director general de Arte & Cultura Grupo Salinas.
Twitter: @arteyculturags
Instagram: @arteyculturags
También te puede interesar: 5 obras del Dr. Atl para recordar su pasión por el arte y los volcanes
Suscríbete aquí a nuestro Newsletter para que estés al día con nuestros contenidos.