De acuerdo con la American Society of Plastic Surgeons (ASPS), en 2024 hubo 5 procedimientos estéticos (o cirugía plástica) que reportaron un aumento en los quirófanos. En quinto lugar está la blefaroplastia, que es la cirugía de párpados en la que se elimina el exceso de piel o músculo, se corrigen cosas como el párpado caído, las “bolsas” y la apertura de la mirada, algunas veces incluso se puede corregir la visión gracias a esta intervención. En cuarto lugar está el incremento de busto, que no es lo mismo que los implantes, en esta cirugía el médico se centra en levantar el “busto caído” después del embarazo o para hacer correcciones después de cierta edad, en este procedimiento se le da una nueva forma al busto dependiendo de los requisitos de la paciente. En tercer lugar está la abdominoplastia, que es un proceso en el que se remueve el exceso de piel y grasa en la parte del abdomen; esta cirugía también es popular entre las mamás. El segundo puesto lo ocupa el aumento de busto; aquí sí hay una implantación para aumentar la talla del busto; las innovaciones en el diseño y la tecnología de los implantes mamarios pueden ofrecer un aspecto y un tacto más naturales; y en primer lugar permanece la liposucción; este procedimiento suele acompañarse de otras cirugías, como el aumento de busto o la abdominoplastia.
La industria estética crece de forma acelerada a pesar de existir otras alternativas en cuanto a las mejoras en la apariencia; no obstante, al ser una opción “segura” y vigilada por un médico; además de ser relativamente rápida, solemos optar por ella sin tener presentes los riesgos que pueden presentarse durante y después de la cirugía plástica. Estos son algunos peligros de estos procedimientos a los que hay que poner atención si nos sometemos a estas intervenciones.

1. Tromboembolismo pulmonar
Son los temidos coágulos de sangre y es la principal causa de muerte después de una cirugía plástica o un procedimiento quirúrgico mayor. Durante estos procedimientos las venas se someten a mucho estrés y lesiones, lo que eventualmente provoca la formación de coágulos de sangre; cuando estos se desplazan por el cuerpo los riesgos van desde daño cerebral, fallo respiratorio entre otras fatalidades. Hay muchos factores que intervienen en la formación de coágulos, incluso la predisposición genética.
2. Sobredosis por fármacos y anestésicos
Este riesgo ha ido en aumento en las últimas décadas a pesar de todos los recursos tecnológicos de la actualidad. Esta amenaza aumenta con los anestésicos locales al tratarse de drogas bipolares que discurren a través de los líquidos de cuerpo, incluso a través de la grasa. Al llegar al cerebro se produce una descompensación de componentes que desestabilizan la química cerebral y las consecuencias van desde ese “sabor metálico” en la boca hasta las convulsiones y, progresivamente, un derrame cerebral. Es importante realizar todos los estudios pertinentes antes de utilizar cualquier fármaco o anestesia en una cirugía plástica.
3. Infartos
Sobre este riesgo en la cirugía plástica, los factores son demasiados; van desde la predisposición genética, la salud en general, el estrés al que se somete el cuerpo, los desplazamientos de grasa durante el procedimiento, el uso de fármacos y anestesias, tabaquismo, consumo de alcohol, otras condiciones médicas preexistentes, y un largo etcétera, es casi como jugar a la ruleta rusa; de ahí que la evaluación preparatoria y la reputación del médico y la clínica sean confiables, porque incluso con estos puntos cubiertos, el riesgo sigue latente.

4. Necrosis cutánea
Es poco frecuente en la cirugía plástica, pero es un riesgo. Ésta se presenta después de que los tejidos de la piel se dañan así como los vasos sanguíneos que la alimentan; al presentar daño, la oxigenación se detiene, así como el paso de nutrientes, entonces viene la muerte del tejido cutáneo. Sin embargo, este riesgo no solo está presente durante la operación, ya que las suturas y cicatrices (y la cirugía plástica suele dejar cicatrices) también son un factor para esta condición. Este riesgo aumenta en procedimientos como la liposucción o la abdominoplastia.
5. Daño a los nervios
Este riesgo se presenta sobre todo en las cirugías plásticas faciales o en el aumento de busto. La piel sufre muchas modificaciones y estiramientos, por lo que los pequeños nervios y vasos sanguíneos sufren demasiados daños, los cuales pueden ser temporales o permanentes, dependiendo de la intervención.
6. Reacciones alérgicas
Aunque gracias a la tecnología hay una nueva línea de materiales usados en la cirugía plástica, el cuerpo simplemente no resiste cuerpos extraños dentro y los rechaza sin vacilación. No importa qué tan hipoalergénico sea, qué tan natural, que tan parecido al tejido humano se ofrezca, el cuerpo humano a veces no está para tolerar estos cambios y empieza un proceso de rechazo que puede causar desde fiebre hasta otras complicaciones en la salud que si no se atienden de forma inmediata pueden ser fatales.

7. Formación de contractura capsular
Esta es una reacción natural del cuerpo a los cuerpos extraños, específicamente los implantes. Lo que sucede es que se va formando tejido cicatricial alrededor de los implantes y se va endureciendo poco a poco y es entonces cuando empiezan las complicaciones para la salud, ya que puede provocar limitaciones en el movimiento muscular que se acompañan de dolor, comezón y malestar general.
8. Depresión u otros trastornos mentales
No hay que olvidar que la salud mental debe estar involucrada desde que se planifica una cirugía plástica, ya que una vez terminada la intervención viene un proceso de aceptación que, idealmente, debería estar vigilado por un experto en la salud mental que te pueda acompañar en este proceso. Este paso no puede saltarse ya que forma parte de una intervención exitosa, pues la inconformidad o la ansiedad pueden incluso incrementar después de una cirugía plástica.
La cirugía plástica surgió como una excelente alternativa correctiva en la apariencia que le ha dado a muchos una satisfacción indescriptible, sin embargo, cada procedimiento es único y merece una atención especial y personalizada a tus necesidades; antes de someterte a estos procedimientos hay que hacer una revisión exhaustiva que abarque tanto la salud en la familia, condiciones médicas hereditarias, hábitos diarios, alimentación y otras pruebas que no pueden dejarse de lado; los riesgos son muchos y hay que evitarlos en la medida de lo posible; lo primero es tu salud.
Suscríbete aquí a nuestro Newsletter para que estés al día con nuestros contenidos.