Su nombre, un guiño al personaje malinterpretado del Himno Nacional: “Mas si osare un extraño enemigo, profanar con su planta tu suelo…” ya anticipa el tono rebelde y reflexivo del lugar, aquí se entrelazan historia, arte, gastronomía y comunidad.
Recordemos la esencia de las cantinas y por qué Masiosare se autonombra como una neocantina. En las cantinas tradicionalmente lo que se vende son las bebidas y van llevando la comida a la mesa al ritmo en que se toman los tragos. Aquí tú puedes sentirte libre de pedir a la carta, pero sin perder el ambiente festivo, el baile y hasta las partidas de dominó.
Masiosare se transforma en las noches: la música en vivo, que puede ir del jazz a la cumbia, envuelve los sentidos y convierte cada visita en una celebración sensorial. Es más que cenar o tomar una copa; es una invitación a vivir la cultura mexicana en cada bocado y cada nota musical.

¿Qué comer en Masiosare?
Este espacio, que parece más una experiencia que un restaurante, ofrece una carta que va desde clásicos como el fideo seco o la cochinita pibil, hasta una propuesta generosa de buffet con carnes a la parrilla, tortillas hechas a mano e ingredientes frescos.
Aquí sí se retoma el menú de las cantinas tradicionales que normalmente incluyen platillos de todos los estados del país, pero no los de moda, sino aquellos que podemos encontrar sin problema en una fonda y que forman parte del día a día de las personas.
Todo está pensado para rendir homenaje a las raíces sin perder frescura ni creatividad.
Coctelería con conciencia y creatividad

Uno de los grandes atractivos de Masiosare es su barra, actualmente comandada por El Mari, reconocido mixólogo de Matuche. Sus propuestas elevan la coctelería a una forma de expresión con propósito. Destaca la “Moradita”, un cóctel creado especialmente para conmemorar el 8 de marzo, cuya venta apoya a organizaciones de mujeres.
Además, cada dos meses la carta de cocteles se renueva con sabores únicos, y como gesto especial, se regalan 50 tragos para que los asistentes puedan descubrir nuevas mezclas sin costo. Este detalle refleja el espíritu generoso de Masiosare: compartir, sorprender y generar comunidad.
También están los destilados para servirse derechos o las que nunca fallan: las cervezas.
En definitiva, Masiosare no es solo una neocantina, es un espacio donde la historia, el arte, la comida y la coctelería se encuentran para crear momentos inolvidables con este toque de un ambiente cálido, festivo y auténticamente mexicano.
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