En Arcos Bosques, donde el ritmo de la ciudad se eleva junto al acero y el vidrio, ha nacido un nuevo espacio que susurra elegancia sin pretensión: Petit Hunan, la más reciente creación del Grupo Hunan. Este proyecto marca una nueva etapa para una de los restaurantes más emblemáticos de la cocina china en México, que desde hace tres décadas ha sabido conquistar paladares con precisión, equilibrio y sofisticación.
El nombre lo dice todo: Petit. No se trata de un hermano menor, sino de una versión más íntima, más ligera, de la experiencia clásica de Hunan. En este rincón de Bosques de las Lomas, la propuesta se vuelve cercana, con una cocina pensada para compartir, un ambiente cálido y una atmósfera que invita a quedarse más allá de la última copa.
El espacio, diseñado por Cuaik Arquitectos, respira armonía. La madera clara, los muros sobrios y los tonos grises y azulados dialogan con la luz natural que entra a raudales durante el día, y con el brillo dorado de las lámparas al caer la noche. Es un lugar donde cada detalle parece haber sido pensado para acompañar la conversación: terrazas con vegetación discreta, un bar-lounge de líneas suaves, y un Martini Bar que añade el toque cosmopolita.
En la mesa, el sabor es el verdadero protagonista. Petit Hunan retoma los clásicos del grupo –aquellos platillos que se han vuelto parte del ADN de la gastronomía capitalina– y los interpreta con un espíritu más contemporáneo. Hay dim sum delicados que se preparan al momento, Beef Pop Stickers con un toque de trufa, Chicken Satay con salsa Hunan y camarones crujientes bañados en miel, que equilibran textura y dulzor con la precisión de un gesto antiguo. Los postres no se quedan atrás: el bao dulce relleno de Nutella cierra la experiencia con un guiño juguetón y nostálgico.
El Martini Bar, una novedad dentro del concepto, ofrece cócteles de carácter y sutileza. Entre los favoritos, el Tuxedo Martini, elegante y aromático, que acompaña sin eclipsar los matices de la comida. La carta líquida, pensada para armonizar, logra que la experiencia sea completa: la cocina china se vuelve conversación, la bebida un ritmo que la acompaña.
Desde su apertura, Petit Hunan ha conquistado a quienes buscan una experiencia más fluida y moderna dentro del universo Hunan: un refugio de elegancia discreta, de encuentros espontáneos, de sobremesas largas.
Así, entre el murmullo del bar y el aroma del jengibre, Petit Hunan se convierte en un pequeño viaje sensorial: una oda a la tradición que no teme reinventarse, un homenaje a la belleza de lo sencillo.
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