Cultura

Una breve historia del color azul en el arte

Por: Emmanuel Cacho 25 enero 2024 • 4 minutos de lectura

De todos los colores, existe uno que ha sido codiciado por muchos, al grado de valer, literalmente, su peso en oro, estamos hablando de la historia del color azul.

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Una breve historia del color azul en el arte

El color azul es uno de los más fascinantes ante el ojo humano, y desde hace miles de años, uno de los más cotizados cuando se trata de sintetizarlo en la industria del arte, esto es debido a que es una de las tonalidades más difíciles de generar, contrario a colores más terrestres como el rojo, el amarillo o el café, por lo que conocer la historia del color azul y como se ha desarrollado como pigmento resulta una parte esencial de la cultura general en el rubro artístico.

Hoy en día podemos encontrar con facilidad diferentes ofertas de tintura con diferentes pantones de azul, sin embargo, este no siempre ha sido el caso, por el contrario, este color es tan exclusivo, que incluso, la última vez que se descubrió una nueva alternativa para generar este tono tiene aproximadamente una década.

Repasamos una breve historia del color azul, y como ha impactado, no solo a la industria del arte, también en la sociedad en general.

Egipto

Los registros más antiguos del uso del color azul vienen de Egipto, pues muchos investigadores consideran que la primera versión sintética de este pigmento surgió en esta cultura, en el año 2200 Antes de Cristo, y se fabricaba al moler caliza y arena con algún mineral con cobre, como malaquita, para después calentar esta mezcla y combinarla con claras de huevo.

Esta sustancia era un tesoro para esta civilización y utilizada para pintar cerámicas, estatuas o el sarcófago de algún faraón. El proceso se utilizó también en Grecia y durante el Imperio Romano, esta tintura es fácil de rastrear, pues los componentes del azul egipcio brillan con luz ultravioleta al emitir radiación infrarroja.

Ultramarino

Otro de los pigmentos más antiguos es el ultramarino, creado a partir de la gema lapislázuli, encontrada tan solo en las montañas de Afganistán en tiempos antiguos (actualmente es mucho más fácil obtenerla), que era comercializada por los egipcios, aunque estos fracasaron en convertirla en tinte, los habitantes de las zonas afganas donde esta era encontrada la convertían en pintura para sus lienzos.

Este tono llegó eventualmente a Europa por comerciantes italianos, donde fue bautizado como ultramarino, pero para adquirirlo en este continente debías ser parte de la nobleza, pues era tan valioso como el oro, lo que obligaba a los comerciantes a reservarlo exclusivamente a la Iglesia Católica, y principalmente para darle color a la Virgen María.

Una breve historia del color azul en el arte

Culturas prehispánicas

Antes de la Conquista, culturas prehispánicas como la maya o la náhuatl utilizaban fuentes orgánicas para obtener el color azul, y esta era extraída por los nahuas de la planta de añil, conocida como xiuhquilit, dando como resultado el pigmento conocido como tlacehuilli, que era utilizado en sus códices.

El azul maya se elabora de una forma más compleja, lo cual ha causado fascinación entre científicos y expertos en el campo de la química, tras moler algún mineral como la palygorskita y la planta del índigo, dando como resultado ese azúl tan conectado con esta civilización, y que incluso seguía siendo utilizado en la época colonial.

Azul cobalto

En los siglos 8 y 9, el azul cobalto era utilizado con frecuencia en países asiáticos, como China, notablemente en la porcelana china.

Siglos más tarde, este tono fue perfeccionado por el químico Louis Jacques Thénard, quien utilizó aluminio, cobalto y arsénico, para crear una versión más pura de este azul.

Cerúleo

Cuando Louis Jacques Thénard perfeccionó la fórmula del azul cobalto, el alemán Andreas Höpfner comenzó a experimentar con estanato de magnesio y cobalto, lo que resultó en el cerúleo, sin embargo, este no fue comercializado hasta 1860.

Una breve historia del color azul en el arte

Índigo

El índigo es utilizado más bien para teñir ropa, y siempre fue sumamente barato y accesible, por lo que es utilizado hasta el día de hoy para darle ese tono azul a las prendas de mezclilla.

Azul de Prusia

El azul de Prusia surgió de un accidente en 1704, cuando el fabricante de tintes alemán Johann Jacob Diesbach mezcló de forma no intencional potasa con sangre de animal en busca de un nuevo color rojo, esto no sucedió como él lo esperaba, pues del óxido de la sangre brotó un intenso azul vibrante.

Este tinte fue utilizado por muchos artistas, destacablemente, por Pablo Picasso en su Periodo Azul, y en la Tierra del Sol Naciente, por el grabador y pintor Katsushika Hokusai, conocido por obras como La Gran Ola de Kanagawa.

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Hokusai, La gran ola de Kanagawa, 1830-1833. / Dominio Publico

Azul Klein

El artista originario de Francia, Yves Klein, pasó buena parte de su juventud buscando el tono perfecto para pintar el cielo, lo que lo llevó a descubrir una versión matte del ultramarino, que bautizó como Azul Klein en 1960.

Azul YInMn

Otro accidente feliz, el azul YinMn fue descubierto en 2009, cuando uno de los estudiantes del químico Mas Subramanian, llamado Andrew E. Smith, en búsqueda de nuevos materiales para electrónicos, notó que uno de los componentes que utilizaba tomaba un tono azul brillante cuando se calentaba, y este fue lanzado para uso comercial en 2016.

El color recibió el nombre de Azul YinMn debido a los elementos que lo conforman, itrio, indio y manganeso.

enero 11, 2023 11:12 AM • 2 minutos de lectura

Cuando conocemos la historia del color azul, nos podemos dar cuenta de por qué es relacionado con la realeza, pues, literalmente, este color es considerado el más valioso en el planeta.

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