Detrás de esa sonrisa encantadora, el actor Mark Wahlberg tiene un pasado oscuro y problemático que pocos conocen.
Los más audaces aseguran que el protagonista de Ted, Shooter y Transformers: La era de la extinción, tiene una hoja de antecedentes penales más larga que la de algunos criminales que interpreta en el cine y la televisión.
El éxito de Mark Wahlberg
Pasó de ser modelo y rapero a ser un gran actor con nominaciones al Premio de la Academia y al Globo de Oro. Incluso, en 2017, fue el actor mejor pagado de Hollywood, así lo dio a conocer la revista Forbes al estipular que se llevó a la bolsa 68 millones de dólares antes de impuestos, ganancias que acumuló a lo largo de un año con las películas de Transformers y Guerra de Papás 2.
El nativo de Boston, también ha tenido éxito tras bastidores como productor de cine y series de televisión.
Lejos de las cámaras, el coprotagonista de Armados y peligrosos también es copropietario de una cadena de hamburguesas llamada Wahlburgers y de otros negocios, por lo que sabe mover muy bien sus ganancias.
Después de contarte a grandes rasgos el éxito que tiene la celebridad en la actualidad (sin mencionar la poca valoración que reciben sus películas), ahora es momento de ahondar en su contraparte: su pasado oscuro antes del estrellato.
El pasado oscuro de Mark Wahlberg que pocos conocen
Mark nació en 1971 en el barrio de Dorchester, Boston, Estados Unidos. Es el menor de una familia de nueve hijos. Su padre era camionero y repartidor, su madre empleada de banco y asistente de enfermería. Cuando cumplió 11 años, sus padres se divorciaron, lo que significó un descalabro para el actor.
En el vecindario los hermanos Wahlberg eran evitados por ser considerados “realmente duros”.
A los 13 años, consumía cocaína y abusaba de otras sustancias. Para el siguiente año, decidió abandonar la escuela.
Entre sus pasatiempos se encontraban: robar autos, vender drogas, asaltar a chicos ricos y meterse en peleas, lo que más tarde derivó en ataques por motivos raciales. Muestra de ello es que al cumplir 15 años, Mark y tres amigos fueron acusados de atacar a tres niños negros.
Los pormenores judiciales indican que los amenazaron y los persiguieron, arrojando piedras mientras gritaban insultos raciales y amenazas de asesinato.
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Después de año y medio del ataque, agredió a dos hombres vietnamitas diferentes. Mientras que al primero lo golpeó en la cabeza con un trozo de madera, dejándolo inconsciente, al segundo, le dio un puñetazo en el ojo.
De acuerdo con el Daily Mail , Mark dijo lo siguiente cuando la policía lo aprehendió: “Te diré ahora que ese es el hijo de puta cuya cabeza le abrí".
Fue acusado de intento de asesinato, sin embargo, al declararse culpable obtuvo una sentencia de prisión de dos años, de los cuales solo cumplió 45 días y fue liberado.
Aparentemente este último evento fue el momento de inflexión para el protagonista del filme El Milagro del Padre Stu, pues buscó la guía espiritual de la iglesia y comenzó una carrera en el modelaje, la actuación y la música.
Aunque comenzó a encaminar su carrera, en 1992, fue acusado de romperle la mandíbula a su vecino en un ataque no provocado. En el mismo año, expresó su apoyo a un cantante de reggae luego de que dijera que los homosexuales deberían ser crucificados.
En 2014 buscó un indulto por parte de sus víctimas, pero fue duramente criticado por la sociedad y activistas, ante ello, declaró a The Wrap :
“No. No necesito eso, pasé 28 años corrigiendo el mal. No necesitaba un pedazo de papel para reconocerlo. Me empujaron a hacerlo, ciertamente no necesitaba ni quería revivir esas cosas de nuevo”.
En febrero de éste año, su pasado violento y sus crímenes de odio regresaron a la memoria colectiva, por lo que fue criticado y rechazado luego de que diera el galardón en los premios SAG al elenco de Everything Everywhere All at Once.
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