Tras el miércoles de ceniza comienza una temporada única para la religión y la alimentación de la mayoría de México: la Cuaresma, donde los pescados y mariscos se vuelven los reyes de los menús, pero lo cierto es que durante esta época no todo tiene por qué venir del mar, pues hay deliciosos postres que son ideales para la Cuaresma y la Semana Santa, como la capirotada, entre otros.
En la cocina mexicana, existen una serie de preparaciones que tienen conexiones con lo religioso y que incluso están cargadas de significado, sin mencionar de sabor y lo mejor de los ingredientes de nuestro país, lo vemos con la rosca de reyes, los tamales de la Candelaria y hasta con la cena navideña… y en Cuaresma también ocurre, por ejemplo la capirotada es el postre de este periodo religioso por excelencia.
La capirotada
La capirotada es un postre típico mexicano que se puede encontrar primordialmente en los estados del norte de México, aunque su consumo también se hace en otras regiones del país, y es de esas preparaciones que amas o que odias. La capirotada se hace con pan tostado deshidratado cortado en rodajas, las cuales se cuecen en forma de capas con plátano, pasas, nueces, cacahuates y otras frutas como la guayaba, se cubre con jarabe de piloncillo y queso rallado, aunque existen algunas variaciones que no llevan las frutas o donde le agregan leche.
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El significado religioso de la capirotada
La realización de este postre se remonta hasta el siglo XVII y aunque no está clara la conexión religiosa, lo cierto es que se ha entendido como un postre propio de los tiempos de Cuaresma. Generalmente se entiende que el pan que se utiliza simboliza el cuerpo de Jesús, mientras que la miel es la sangre de Jesús. Por otro lado, el uso de la canela y el clavo son representativos de la cruz y claro de los clavos.
No obstante, aunque este significado se encuentra en el vulgo, la Iglesia no ha hecho ningún tipo de aclaración sobre la capirotada o condenas, como ha ocurrido con las roscas de reyes y la inclusión de figuras distintas a la del niño dios en su interior.
Otros postres para la Cuaresma
Si bien la capirotada es ideal para la Cuaresma, lo cierto es que existen otros postres que también son buenos para estas fechas.
Buñuelos
Aprovechando el jarabe de piloncillo de la capirotada, unos deliciosos buñuelos embebidos en piloncillo están a la orden del día. Los buñuelos son una masa frita bastante común en nuestro país que no es tan difícil encontrarlos, en especial en ferias donde siempre hay un puesto dedicado a este postre mexicano.
Torrijas
Volviendo al terreno del uso del pan, las torrijas, también conocidas como pan francés o tostada francesa es una forma de aprovechar el pan. Se realiza remojándolo en leche o almíbar, seguido de huevo y frito en una sartén, finalmente se endulza con miel o azúcar espolvoreada y un poco de canela.
Budin de pan
Aunque la preparación a veces se asocia más con la Navidad, lo cierto es que está lo suficientemente cerca de la capirotada para pasar por un postre perfecto para la Cuaresma. La belleza del budín de pan es que puedes aprovechar todo el pan que te ha sobrado. Similar a las torrijas, el budín lo consigues dejando remojar el pan en leche y huevos antes de meterlo a hornear y como resultado tener un postre dulce y delicioso, del que puedes hacer variaciones añadiendo semillas, por ejemplo.
/ LauriPatterson/Getty Images
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