En el marco del Día Internacional de la Mujer, es importante resaltar la importancia de las mujeres en la sociedad como fuerza laboral, pues según estudios efectuados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el empoderamiento financiero de la mujer produce un crecimiento más rápido en la economía de los países, debido a que representan casi la mitad de la población mundial. Sin embargo, en pleno 2020, su participación económica y financiera es limitada.
En principio, las mujeres tienen menor acceso a las instituciones financieras y mecanismos de ahorro formales, muchas de ellas ni siquiera son sujetas a crédito, debido a las dificultades a las que se enfrentan al comprobar ingresos.
Globalmente, el progreso en el acceso de las mujeres al trabajo remunerado se ha detenido en los últimos 20 años. Sólo el 62% de las mujeres de entre 25 y 54 años de edad forma parte de la población activa, frente al 93% de los hombres.
Además, perciben entre un 16 y 22% menos que los hombres, a pesar de que, en países en desarrollo, realizan más labores que ellos, debido a la responsabilidad desproporcionada con respecto al trabajo no remunerado. En promedio, dedican entre 1 y 3 horas más que los hombres a las tareas domésticas y entre 2 y 10 veces más de tiempo diario a la prestación de cuidados a los hijos e hijas, personas mayores y enfermas.
El aumento y mejora en la educación de las mujeres y las niñas es parte esencial del tema; sin embargo, aunque en México la tasa neta de escolarización a nivel primaria es cercana al 99%, las niñas van abandonando la escuela a medida que avanzan niveles educativos. A partir de la educación media superior se observa una grave deserción: un millón 152 mil adolescentes están fuera de la escuela.
Al aumentar las oportunidades en cargos de liderazgo para las mujeres, las empresas se benefician enormemente, pues se estima que las compañías donde tres o más mujeres ejercen funciones ejecutivas superiores, registran un desempeño más alto en todos los aspectos de la eficacia organizacional. Por esta razón, es necesario superar la brecha en la participación en el empleo y la brecha salarial entre hombres y mujeres.
Fuentes: Banco Mundial, ONU Mujeres, UNICEF México