Si quieres saber lo que es vivir tu segunda primavera del año, no dudes en preparar tus maletas para visitar la Patagonia Argentina a partir de septiembre, cuando el clima llega a su punto más dulce e inicia esta estación. Esta es la oportunidad perfecta para los amantes del senderismo y la aventura, para explorar los cerros y montañas que revelan la maravillosa flora y fauna de la zona.
Mientras que la vista panorámica se abre ante los ojos de los visitantes, la temporada es ideal para disfrutar de las bondades de la Patagonia Argentina antes de la llegada del verano, cuando el turismo está en su máximo apogeo. Es de este modo que los caminos están libres de peatones y el ambiente es silencioso y tranquilo, permitiendo una conexión más íntima con el sitio, idóneo para los entusiastas del trekking.
Una de las zonas recomendadas para explorar se ubica en la provincia de Santa Cruz, conocida como el Chaltén, al norte del Parque Nacional Los Glaciares. Gracias a la cercanía con el Cerro Fitz Roy y el Cerro Torre, dos montañas icónicas del país, este sitio se ha bautizado como la “Capital Nacional del Trekking” por los aficionados del senderismo, debido a su vegetación tupida, alrededor de cumbres cubiertas de nieve.
Aquí, los senderos ofrecen varios paisajes naturales, como montañas, lagos y lagunas, además de glaciares escondidos que sorprenden por su helado brillo, que contrastan con el paisaje primaveral de la temporada, a lado de lagunas de agua turquesa, bosques imponentes y la presencia excluyente del Cerro Fitz Roy que emerge en el paisaje como un coloso de piedra. La fauna es otra maravilla del lugar, con aves de distintas especies, como águilas e, incluso, una de las más grandes del mundo: el cóndor andino.

Fritz Roy esconde otra maravilla en la Laguna de los Tres, que destaca como un espejo de agua cristalina, donde se puede apreciar el reflejo de las montañas que la rodean, acompañada de un hermoso glaciar que lleva su mismo nombre. Si tu espíritu aventurero quiere más, puedes avanzar hacia Laguna Sucia, donde se encuentran los glaciares colgantes.
Para recargar energías, la gastronomía local es única y deliciosa. Entre las opciones típicas, puedes probar el cordero patagónico, que se deshace en la boca con una textura tierna y magra. Su sabor tiene toques de jerez, laurel, ajo, pimienta negra y sal. El asado criollo es el plato oficial de la localidad y se acompaña con chimichurri. Una tercera opción es el conejo estofado que se cocina en agua y sal y luego se dora a la cacerola con cebolla, tomates, laurel, ralladura de naranja y vino blanco.

El Calafate: el portal a los glaciares
A poco más de 200 km de este paraíso de montaña se encuentra el Calafate, uno de los destinos elegidos por turistas de todo el mundo. Esta pequeña localidad es la puerta de entrada al Parque Nacional Los Glaciares, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Allí se encuentra el glaciar Perito Moreno que, durante todo el año, convoca a miles de turistas que esperan con ansiedad contemplar uno de los espectáculos más fascinantes de la naturaleza.
Esta estructura de hielo, de unos 250 kilómetros cuadrados, propone una experiencia que no ofrecen otros destinos. La posibilidad de caminar por un glaciar de miles de años que, además, es una importante reserva de agua dulce. Al final de la excursión, los guías ofrecen un trago de whisky enfriado con hielo de este glaciar.
En el parque también se puede realizar recorridos por las pasarelas o hacer una navegación para tener vistas imperdibles del glaciar. Enfrentarse cara a cara con este inmenso bloque de hielo es una experiencia que ningún viajero podrá olvidar.
Además de conocer el Perito Moreno, uno de los glaciares más famosos del mundo, las excursiones acuíferas también permiten visitar el glaciar Upsala, el Spegazzini y el Viedma. Tres majestuosas formaciones de hielo que dejan al visitante sin palabras.
De vuelta al Calafate y luego de una jornada rodeada de hielo, la ciudad te espera con platos calientes y deliciosos, como la trucha, típica de la región, que se ofrece en distintas versiones, que van desde la parrilla, al disco o en estofado. Quienes se aventuran en los platos más exóticos, la carne de guanaco, la versión salvaje de la llama, se caracteriza por ser suave y magra. Se sirve en cazuelas, acompañada de pasta o preparada en ravioles, empanadas, guisos o hasta hamburguesas.

La primavera está llegando a la Patagonia Argentina y estos dos destinos están listos para ofrecer al turista una experiencia integradora, natural y lujosa que, seguramente, querrá volver a sentir. Para más información sobre este destino, consultar en Visit Argentina, la plataforma oficial de turismo del país.
Más información en este enlace .
*Con información de Visit Argentina.
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