Cada día ideamos prejuicios buenos y malos sobre nosotros y los demás, sin saber qué ocurre cuando los albergamos en nuestra mente por mucho tiempo. Si te dijéramos que la profecía autocumplida se vale de ellos para alcanzar tus sueños, ¿nos creerías?.
Seguro más de una vez en tu vida te ha pasado que despiertas por la mañana y te asalta un pensamiento sobre que algo malo está por ocurrir o que algo malo te va a pasar durante el día, al anochecer y hacer el recuento de las horas, algo malo te pasó y diste por hecho que fue producto de tu sexto sentido.
Lo cierto, es que tu pensamiento mañanero te hizo predisponer para que ocurrieran de tal manera las situaciones y tener al final de la jornada un mal día.
Constantemente por nuestra mente pasan a cada minuto miles de pensamientos, que si somos conscientes de ellos podemos callarlos o prestarles atención, algunos pueden ser tan positivos como negativos, otros no sabríamos cómo interpretarlos.
La teoría de la profecía autocumplida se vale de un pensamiento convertido en creencia que puede condicionar nuestro comportamiento de tal forma que se termine cumpliendo lo que esperamos.
Es algo parecido a “si quieres ser feliz, debes tener más pensamientos positivos que negativos”, o bien, como el “tablero de de visión” en el que se colocan imágenes sobre las cosas que anhelamos y queremos conseguir a corto y largo plazo.

Los anteriores ejemplos y la profecía autocumplida se valen de una programación neurolingüística que decreta el cumplimiento de los sueños porque se condiciona el comportamiento del sujeto para que se cumpla al pensar de manera constante que ya está cumplida.
De acuerdo con un teorema del sociólogo W.I. Thomas, “Si los individuos definen las situaciones como reales, son reales en sus consecuencias”. Un ejemplo de ello es la frase: “vístete para el trabajo que quieres, no para el que tienes”. Ese comportamiento te acercará cada vez más a tu meta que podría ser cambiar de empleo.
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¿Cómo sacar provecho a la profecía autocumplida?
Ojo en tus pensamientos
Como te explicamos al inicio, por la mente pasan pensamientos positivos y negativos, la clave está en tomarte un tiempo para determinar qué quieres y cuáles de todos esos pensamientos podrían ayudarte a ser o alcanzar lo que buscas.
Puedes valerte de técnicas de meditación o mindfulness para relajarte y hacerlo de manera controlada, o bien, buscar terapias que te guíen en la búsqueda.
Anota en una libreta tu objetivo
Ahora que sabes hacia dónde vas y qué quieres, lo siguiente es anotar en una libreta tu objetivo. Leelo cada mañana y piensa que lo que hagas en el día te acercará. Compórtate como si ya estuviera hecho.

El lenguaje
Una vez que determinas el pensamiento que quieres sea verdad, lo siguiente que debes hacer es prestar atención al lenguaje que usas contigo y con los que te rodean. Algunas palabras podrían alejarte de tu meta de manera inconsciente.
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