Por Nat Rivera
La mayoría, o por lo menos aquellos con la edad suficiente, ha tenido una relación “complicada”, como nos sugiere calificar Facebook a ese infierno de aplazar la llegada a casa porque llegar significa una pelea a muerte con la persona que decíamos amar y con la que alguna vez fuimos tan felices; horas de construir argumentos en la cabeza para ganar una pelea que comenzó semanas atrás; o molestarse hasta por la manera de respirar de la otra persona.
Una de las preguntas que nos hacemos en esos momentos es ¿valdrá la pena salvar esto?, ¿y si vamos a terapia?, igual y sólo es una etapa, quizá sólo nos hemos distanciado un poco y tanto grito significa que aún nos importa la otra persona. Daniel Glattauer toma este momento en la vida de una pareja formada por Joana y Valentin (sí, sin acento), los protagonistas de Terapia amorosa, quienes acuden a consulta para salvar su matrimonio de, por lo menos, diez años.
En el consultorio, se desarrolla una batalla campal donde resulta evidente que Joana y Valentin se hallan a años luz uno del otro.
Valentin: ¡Joana, estoy harto de ser siempre el chivo expiatorio de tus montañas rusas emocionales!
Joana: ¿Chivo expiatorio tú? Chivo a lo mejor, pero la que expía soy siempre yo, una y otra vez: yo.
[…]
Valentin: ¿Tú la que expía? ¡Eso es ridículo! No has dado aquí ni una razón sólida que te permita decir…
Joana: ¡La razón más sólida de mi lamentable esto y del estado catastrófico de nuestro matrimonio está ahora mismo sentada a mi lado gritándome! No hay en el mundo una razón más sólida…
[…]
Valentin: ¡Es perder el tiempo! De verdad, es perder el tiempo sentarme aquí contigo y tener que escuchar cómo…
[…]
Joana: ¡Valentin, no hables de tiempo perdido! El tiempo que perdemos aquí, en contra de tu voluntad, no puede ni compararse con el tiempo que he perdido yo contigo, o mejor por tu culpa, en los últimos años. Y no estoy hablando en absoluto del tiempo en que…
Los esfuerzos del terapeuta se sienten infructuosos pues la ira acumulada por años los hace tirar veneno y hablar –gritar en realidad– con la única intensión de herir al otro. Se trata de dos estrategas expertos el uno en el otro que tiran a matar. ¿Pueden encontrarse dos tranvías que avanzan en sentido opuesto? ¿Cómo frenar el instinto de destrucción y conseguir que toda la fuerza que el odio implica sirva para construir algo? El reto de este terapeuta es convertirse en un alfarero capaz de moldear la energía invisible y sedienta de destrucción que habita en el interior del amor cuando está a punto de apagarse: ¿lo conseguirá?
Terapia amorosa es una obra de teatro bien construida y cuyas vueltas de tuerca invitan al lector a preguntarse si bajar la guardia es el mejor método para reconciliarse con la persona amada.
Te invitamos a leer el nuevo libro de Daniel Glattauer editado por Alfaguara, traducido por Claudia toda Castán e ilustrado por Maite Niebla.