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Los hongos mágicos no son alucinógenos, pero los hongos “alucinógenos” sí tienen magia

Por: Samantha Magaña 19 agosto 2022 • 4 minutos de lectura

México es hogar de dos hongos mágicos que se consumen desde tiempos prehispánicos. ¿Qué es lo que los hace mágicos y por qué la gente se los come?

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La magia y hongos que crecen en México se han relacionado desde nuestros antepasados

Probablemente has escuchado sobre los hongos mágicos, o alguno de sus otros nombres: alucinógenos, psicoactivos, psicodélicos, teonanácatl, niños santos u otros. Son parte del reino más incomprendido en el mundo biológico, y también el más complejo e involucrado en la historia de nuestro planeta y de la humanidad.

El reino Fungi ayuda a la descomposición de materia orgánica, provee alimento para innumerables especies y también nos ha acompañado en la evolución de la consciencia. Se conoce tan poco sobre ellos y hay muchísimos conceptos erróneos: como el decir que son alucinógenos.

Los hongos psicoactivos no provocan alucinaciones, pero sí están llenos de magia.

¿Qué es lo que los hace mágicos y por qué la gente se los come? Regresemos el tiempo, al pasado prehispánico.

El uso de diferentes especies de hongos psicoactivos y plantas enteógenas (la divinidad interna) se puede trazar en casi todas las culturas del mundo, desde el inicio de la civilización y tal vez un poco antes.

México es uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo y no es casualidad que dos de las especies más significativas de hongos mágicos se encuentren aquí: Amanita muscaria y los Psilocybe. A los primeros seguramente les conoces: son el hongo más famoso del mundo y se encuentra en todos lados en la media popular. Sus colores rojo y blanco lo caracterizan. En los juegos de Mario Bros te da un energético power-up, así como la habilidad de crecer en tamaño.

La magia de los hongos

¿Cuál es la magia? Existen varias leyendas sobre estos: los indígenas dicen que los hongos nacen en el lugar donde cae un rayo, y esa es la razón mística por la que tienen gran poder. Las condiciones climáticas juegan parte en la aparición de hongos, y en época de lluvias es cuando abundan más. Su crecimiento en sí es maravilloso: una red de finos filamentos que se extiende por el subsuelo, comunicándose con las plantas, y creando una red de comunicación (la wood wide web), que coincidentemente inspiró uno de los avances tecnológicos más grandes: el internet.

En la Antigüedad los hongos mágicos eran el portal y la llave al mundo espiritual. Por medio de rituales ayudaban a sanar a los enfermos y permitían la comunicación con sus dioses. Xochipilli, dios mexica de las flores y plantas, tiene tocados que representan las plantas enteógenas, entre ellas a los hongos Psilocybe.

Uno de los primeros testimonios sobre el uso de hongos mágicos fue realizado por un clérigo español en México. Describe los efectos del teonanácatl (náhuatl para ‘carne de los dioses’) así: “aquellos que los comen comienzan a emocionarse y bailan, cantan, lloran. Algunos no quieren comer, solo sentarse… y se ven así mismos muriendo en una visión”.

Quienes los han consumido, pueden entender fácilmente porque era un canal de comunicación con los dioses, así como una forma de entender la magia del universo.

Tiempo después de estos reportes, el uso de hongos sagrados fue prohibido como parte del adoctrinamiento religioso y el catequismo impuesto. Para las culturas que ya conocían una forma de conectar con lo divino, la comunión católica no tenía el mismo alcance. Sin embargo, su consumo se mantuvo en secreto y el sincretismo dio lugar a nuevas tradiciones.

En la región mazateca de Oaxaca se combinan prácticas católicas con indígenas. Todo es parte del ritual previo a consagrar con hongos mágicos. Se enuncian rezos católicos en mazateco, y un altar que honra los elementos naturales. El fuego es indispensable como símbolo de los dioses solares, entre ellos Cristo, Quetzalcóatl y Krishna. Se usa carbón para quemar copal: cuyo humo contiene una poderosa fuerza purificadora. Entre otros elementos importantes encontramos el chile seco, ajo crudo, cacao y agua bendita. Se adorna el espacio con imágenes religiosas y velas.

El cacao se come durante la ceremonia, junto con los hongos sagrados. Es una ofrenda a los dioses de la tierra, el agua, el aire y el fuego. Así se evita perder la razón durante el viaje, actúa como un ancla hacia el mundo terrenal.

Los hongos y la magia tienen relación desde nuestros antepasados
Todos se consideran Psilocybes pero tienen diferentes cepas. De izquierda a derecha: Jack Frost, Wizard y AA (Albino Avery)
La magia de los hongos mexicanos
De izquierda a derecha: Jack Frost, Albino Avery y Yeti

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Los hongos y la espiritualidad en México

Esta relación íntima entre hongos y espiritualidad no solo existió en Oaxaca. Los hongos mágicos dejaron huellas culturales e interpretaciones tangibles a lo largo de todo el país: los mayas hicieron estatuillas con cabezas en forma de hongo; los capacha de Jalisco representaron en piedra a un grupo de personas asombradas, rodeando un hongo gigante. Cerca de Pátzcuaro, Michoacán, se encontró una figurilla de piedra en forma de Amanita muscaria. Se le atribuye a los purépechas, aunque en la actualidad los indígenas no la consumen. Los náhuatl hicieron máscaras situando al hongo Amanita donde irían los ojos; así como los maya, que incluyeron deformaciones faciales que representan a la persona bajo los efectos.

Para las antiguas culturas mexicanas, así como muchísimas otras en el mundo, los hongos mágicos han sido una herramienta espiritual de sanación, tanto física como espiritual.

Durante miles de años han sido una forma de entender el mundo, de conectar con el universo y entender el importante equilibrio entre la naturaleza y quienes habitan en el planeta.

En la actualidad, son aquellos rituales la base para estudios clínicos que buscan tratar y mejorar la salud. Se emplean como tratamiento para la ansiedad, depresión, estrés postraumático, adicciones y también en pacientes terminales para vencer su miedo a morir.

Los hongos mágicos son enigmáticos. Suponen una pregunta, con una infinidad de respuestas. Permiten nadar en nuestro subconsciente, encontrar respuestas intrínsecas para aflicciones espirituales, así como aquellas relacionadas a la salud mental. La magia que proveen los hongos refleja la divinidad interna y ofrecen la posibilidad de tener un mundo más armonioso.

Por Samantha Magaña / Twitter y Tiktok: @hongosdes

Referencias:

  • Guzmán, G. 2016. “Las relaciones de los hongos sagrados con el hombre a través del tiempo”. Anales de Antropología, Vol. 50, Issue 1. Pag 134-147
  • Sahagún, Fray B. 1829. “Historia general de las cosas de la Nueva España”. Disponible en digital

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