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Los derechos humanos: estructura de nuestra dignidad

Por: Hilda Tellez 09 diciembre 2022 • 3 minutos de lectura

Los Derechos Humanos son inherentes a cualquier persona, aunque muchas veces desconocemos cada uno de ellos, y hasta se nos pueden negar sin nosotros saberlo.

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Los derechos humanos: estructura de nuestra dignidad
Foto de Lara Jameson

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) define a los derechos humanos como aquellos inherentes a nuestra naturaleza sin los cuales no podríamos vivir como seres humanos, por lo que nada ni nadie puede despojarnos de ellos; de ahí que, la base de su existencia radica en el respeto a nuestra dignidad humana y a las libertades fundamentales que nos permiten desarrollarnos plenamente y satisfacer nuestras necesidades básicas.

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Reconocerles en ese nivel es resultado de las graves consecuencias por acontecimientos históricos ocurridos a nivel mundial; entre ellos, las atrocidades que envolvieron la Segunda Guerra Mundial, y muchos otros actos que, en diversas partes del mundo se fueron reproduciendo como la esclavitud, la segregación racial y el exterminio de ciertos grupos de personas, la discriminación y violencia hacia la mujer, a las personas de la comunidad LGBTTTIQ+ y/o de quienes viven con VIH, entre otros hechos que, indudablemente han generado la imperante necesidad de su protección.

Derechos Humanos
Sora Shimazaki

Omitir la protección de nuestros derechos representa una transgresión, respetarlos es una obligación del Estado que no tiene excepción alguna; incluso constitucionalmente gozamos de una protección que prohíbe todo acto de discriminación para ejercerlos, sea por condición social, color de piel, género, edad, preferencia sexual, origen étnico o racial, discapacidad, condición migratoria, condición de salud, entre otras características, que nos hacen personas únicas.

También encontramos normas internacionales en materia de derechos humanos que buscan que todos los países los reconozcan, respeten, protejan y garanticen; siendo la base de ellas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, poco después de la Segunda Guerra Mundial, la cual fue creada con el objetivo de dar a conocer que la comunidad internacional jamás permitiría actos como los cometidos en el pasado, y que entre sus objetivos comunes está el reconocimiento de la dignidad intrínseca de todos los miembros de la familia humana y que esa dignidad depende de la protección de los derechos y libertades fundamentales a los que todo ser humano aspira a acceder y ejercer plenamente, tales como: a la vida, la libertad, la seguridad, la justicia, la salud, la alimentación, la educación, la libertad de tránsito, de opinión y expresión, de pensamiento, conciencia y religión, políticos, a la igualdad y no discriminación, a la protección de su integridad personal a partir de no ser sometido a tratos crueles, inhumanos, degradantes, a actos de tortura o tortura sexual, a un medio ambiente adecuado, entre muchos otros derechos, que solo pueden ser admitidos a partir del respeto a nuestra autonomía, a nuestro libre desarrollo y desenvolvimiento en la sociedad.

Por ello, es fundamental entender, conocer y apropiarnos de los derechos humanos, pues son parte esencial de nuestra vida y dignidad. Es importante referir que estos son dinámicos y evolucionan para dar paso a otros derechos, es decir, son progresivos, y se crean a partir de las necesidades que surgen a nivel mundial, en cada región, para cada colectivo o persona y que deben ser protegidos y garantizados para seguir manteniendo nuestra existencia humana.

Derechos Humanos
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Finalmente cabe decir que nuestros derechos humanos no son una concesión, ni mucho menos pueden retirarse, limitarse, anularse o desconocerse a nadie. Tampoco, son creados a partir de la voluntad o capricho de una persona o grupo de personas, pues su respeto y protección comienza a partir de ver al otro, a la otra, como iguales en dignidad y que también sirva para revertir las diferencias, las desigualdades sociales, legales y estructurales que obstaculizan la vida de las personas. Encontrarnos en la misma línea de reconocimiento y respeto nos convierte en una sociedad, humana, inclusiva y diversa, donde las diferencias solo son una característica de riqueza y no de exclusión, por eso los conmemoramos para tener en cuenta que hoy son el eje de nuestras vida y libertades, conozcámoslos y ejerzámoslos.

*Hilda Tellez Lino, Abogada y Defensora de Derechos Humanos

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