Y para arrancar con el tema quiero hacerles una pregunta… ¿A cuántos de ustedes invitaron a alguna reunión este fin de semana? ¿O la organizaron? Sean honestos.
Y no se sientan mal eh… Porque todos, absolutamente todos, estamos viviendo un fenómeno conocido como Fatiga Pandémica. Un agotamiento mental por tanto encierro que afecta la salud emocional de millones de personas en el mundo.
Así que, si ya vamos a salir, hagámoslo con conciencia y siguiendo estas recomendaciones:
1. Por respeto a tus invitados deben ser reuniones pequeñas e íntimas, en espacios abiertos o con suficiente ventilación y con todas las normas y protocolos sanitarios.
· OJO a quien invitas. No mezcles diferentes círculos sociales. Y si tú eres el invitado y hay personas que no conoces, mejor NO vayas. Y aquí entra la frase del millón de esta pandemia: “Todos nos estamos súper cuidando, no te preocupes”. Y esto, es falsísimo e imposible de controlar por más que se quiera. O si no, lo de hoy, son las reuniones híbridas: Así, las personas más vulnerables se conoctan desde sus casas.
· Cuida todos los detalles para que tus invitados se sientan en confianza. Pon a su disposición y en un lugar visible gel antibacterial y cubreobas deshechables por si a caso es necesario. Y si van a consumir, ya sea botana o alimentos en general, que sea en platos individuales. Por ejemplo. En lugar de un bowl enorme con papas al centro, pon varios pequeños para que cada quien tome el suyo y evitar el contagiadero. Y está de más decirlo, pero planea tus eventos en lugares abiertos o con suficiente ventilación.
2. Normalicemos el tema de no saludarnos de beso y abrazo. Y si no te saludan así, tampoco te sientas… No es grosería, todo lo contrario.
· El lenguaje corporal es mucho más importante en estos tiempos. El saludo debe ser con la cabeza, con el famoso “nodding”: el agachar la cabeza al saludar es sinónimo de amabilidad y genera cierta sumisión. También puedes tocarte el corazón con la mano o simplemente decir: me encantaría saludarte pero…
· El contacto físico es señal de confianza. Hoy por hoy, la proximidad es la mayor prueba de confianza y este acto se ha convertido en un privilegio. Y lo mismo pasa al reves, Si te NIEGAS mandas un mensaje de “no confío en ti”. Así que tu sabes, a quién le otorgas y quién se merece este lujo y por qué. Igual si te niegas a asistir a una reunión o evento, es el mismo caso.
3. Cuiden el tema del alochol.
Y es que sí, entre más copitas tengamos encima, la gente se desinhibe y relaja las medidas y protocolos sanitarios. CUIDATE Y CUIDA A LOS DEMÁS.
Y pues sí, ni modo, cambiaron por completo los protocolos que definen cómo debemos comportarnos en reuniones y eventos sociales. Así que si no te sientes cómodo o seguro asistiendo, cancela de forma amable y el papel del anfitrión en estas circusntancias, debe ser entenderte y brindarte su total comprensión.
