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Las ventajas de aprender música tocando para otros

Por: The Conversation 19 junio 2022 • 5 minutos de lectura

Este proyecto se enfoca en unir a los estudiantes jóvenes y sus comunidades, enseñándoles música al tiempo que llevan su música a la comunidad.

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ventajas de aprender musica tocando para otros
Pexels

Por Lidón Moliner Miravet, Universitat Jaume I y Alberto Cabedo Mas, Universitat Jaume I

Musiquem me da alegría. Me siento muy bien. No sé cómo explicarlo, es felicidad. Siento que puedo llegar a ser una gran violonchelista. Cuando toco el violonchelo soy feliz.

Sara, estudiante de quinto de primaria, contaba cómo se sentía tras el concierto que su orquesta escolar dio en la sala sinfónica del Auditorio de Castellón de la Plana, su ciudad natal.

Sara, junto a sus compañeros de clase, forma parte de ¡Musiquem! Haciendo música comunitaria en las escuelas, un proyecto que se desarrolla desde hace cinco años en dos escuelas primarias de Castellón de la Plana y se enhebra mediante un esfuerzo común de maestros de primaria e investigadores de la universidad. Aprovechamos las horas de la asignatura de musica y la práctica musical para formar conjuntos de instrumentos musicales.

Las dos escuelas son interculturales, y una de ellas cuenta con un importante porcentaje de población en riesgo de exclusión social y económica y, además, con una imagen de centro deteriorada en relación a otros centros escolares de la ciudad.

Todos los niños de 3º a 6º de ambos centros tienen dos horas semanales de Musiquem y participan de la orquesta escolar. En clase, además de con su docente de música y su tutor, trabajan con dos músicos profesionales que van cada semana al cole.

Estas pequeñas orquestas de estudiantes desarrollan proyectos de aprendizaje–servicio en la comunidad a la que pertenecen. Es decir: aprenden al tiempo que ofrecen su música a otros miembros de su propia comunidad.

chica tocando el violin aprendiendo

Contacto con la comunidad

Las posibilidades de la música como elemento de comunicación, convivencia positiva y entendimiento intercultural son enormes. Desde el aula de música en las escuelas primarias, es posible sacarles un gran partido.

La meta del aprendizaje–servicio radica en conocer y aprovechar las posibilidades y recursos del entorno para participar, en la medida de lo posible, en su mejora y desarrollo. Abre de este modo la puerta a un contacto más directo entre el alumnado y los miembros de la comunidad.

En uno de los centros se han creado orquestas de instrumentos de cuerda frotada, concretamente violines y violonchelos; en el otro trabajan en grupos de música popular, con instrumentos como las guitarras eléctricas, bajos, batería, etc., empleando un enfoque de aprendizaje informal en el aula de música.

En todos ellos, se han realizado proyectos conjuntos con entidades del barrio, oenegés, ayuntamiento, etc, articulados a través de la práctica musical y la expresión corporal.

clase de musica

Músicos ‘residentes’

Musiquem (en valenciano: “haciendo música”) se desarrolla diariamente a través de un trabajo colaborativo entre los maestros de primaria, tanto los tutores como los especialistas de música, y dos músicos residentes que van al aula y facilitan todas las actividades.

El programa se realiza dentro del horario escolar y, consecuentemente, posibilita la participación de todo el alumnado. El diseño del programa incluye conciertos de música e intervenciones artísticas en centros de la tercera edad, centros de salud y otras asociaciones con sede cerca de la escuela.

Por último, el programa se esfuerza por involucrar a las familias en el proyecto, de manera que sean parte activa de las actividades.

estudiante con su instrumento

Espacios de participación

Musiquem tiene como objetivo construir espacios de participación en los que, a partir de la creación y práctica artística, los estudiantes, al tiempo que aprenden música, realizan un servicio social. Hablamos, por tanto, no sólo de una educación para la música, sino también de una educación a través de la música. Las acciones se concretan de la siguiente manera:

El proyecto se desarrolla dentro del horario lectivo y cuenta con dos sesiones semanales. Participa todo el estudiantado de 3º, 4º, 5º y 6º curso del centro educativo.

El programa consiste en la creación de orquestas escolares en las que el estudiantado tiene la oportunidad de aprender a tocar instrumentos, componer, cantar, escuchar, etc.

El diseño del programa se realiza en colaboración estrecha entre el grupo de investigación y los docentes de la escuela. Partiendo de las necesidades específicas del centro, se proponen acciones contextualizadas.

La implementación se lleva a cabo entre maestros del centro (tutores o especialistas en música) junto con músicos residentes. Las sinergias derivadas de las potencialidades de ambas figuras, docentes y músicos, son clave en la implementación del proyecto.

Los maestros y los músicos especialistas se encuentran simultáneamente en el aula y se coordinan para llevar a cabo las acciones de manera conjunta.

El aprendizaje instrumental parte de la práctica conjunta, la educación auditiva y de la experimentación a través del cuerpo. La lectoescritura musical se introduce en etapas posteriores y está progresivamente adaptada a las necesidades concretas derivadas de la interpretación musical.

A partir de la práctica instrumental y de expresión corporal, se realizan otro tipo de actividades encaminadas a la realización de un servicio. De este modo, se promueve el impacto sociocomunitario del proyecto.

El programa se implementa de manera paralela en los cursos señalados. Se realizan acciones conjuntas con alumnado de diferentes niveles de aprendizaje. El fomento de la tutoría entre iguales es clave para el éxito de estas acciones, tanto en el aprendizaje como en la cohesión grupal.

Aprender a ser

Vincular los efectos del aprendizaje a través del arte a los que ofrece el aprendizaje–servicio permite que las prácticas educativas se adecúen mejor a nuestra realidad.

Promovemos con ello el aprender a conocer, el aprender a hacer, y sobre todo, el aprender a vivir juntos, el aprender a vivir con los demás y el aprender a ser.The Conversation</p>

Lidón Moliner Miravet, Profesora titular de Universidad del área de Didáctica y Organización Escolar, Universitat Jaume I y Alberto Cabedo Mas, Profesor del Área de Música, Departamento de Educación y Didácticas Específicas, Universitat Jaume I

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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