Los desfiles de Schiaparelli nos han acostumbrado a sus figuras hermosas y al gusto impecable de Daniel Roseberry, el director creativo de la marca que en cada colección demuestra entender la esencia de la casa de moda y que sí, siempre nos deja un look inolvidable, por ejemplo, los vestidos de la colección de alta costura de primavera-verano de 2023 que llevaban cabezas hiperrealistas de diferentes felinos, y ahora un vestido con un corazón que late.
La colección de alta costura de otoño/invierno 2025-2026 de Schiaparelli lleva por nombre “Back to the future” y, según explica Roseberry, está dedicada al periodo de la década de los 40, cuando Elsa Schiaparelli abandonó París debido a la guerra.
Esta colección está dedicada a ese periodo en el que la vida y el arte estaban en el precipicio: el ocaso de la elegancia y el fin del mundo como lo conocíamos.
El desfile se caracterizó por looks en negro y blanco, una decisión que basada en la idea de privar la colección de color y de cualquier sentido de modernidad. En palabras de Roseberry:
Si privara a estas piezas de color, o de cualquier noción de modernidad, si me centrara obsesivamente en el pasado, ¿podría realmente crear una colección que pareciera nacida en el futuro? Atrás quedaron las marcas esperadas del modernismo; lo que queda es algo elemental, un retorno a principios que a su vez se siente revolucionario. Propongo un mundo sin pantallas, sin IA, sin tecnología; un mundo antiguo, sí, pero también posfuturo. Quizás sean lo mismo. Si la temporada pasada se trató de hacer que algo barroco pareciera moderno, esta temporada se trata de invertir los archivos para que parezcan futuristas.
La colección a su vez retoma el surrealismo que ha caracterizado a Schiaparelli desde sus inicios, de tal forma, piezas de archivo, aquellas que la propia Elsa diseñó, son reimaginadas y retomadas en las propuestas actuales de Roseberry. A la vez, se alejó de las figuras encorsetadas, aunque no por ello Roseberry dejó de marcar la figura femenina.
Por otro lado, este desfile ha iniciado una conversación sobre el labial negro con gloss, el cual llevaron todas las modelos, salvo los 3 looks rojo carmesí, una creación de la legendaria maquillista Pat MacGrath. Con piel limpia y luminosa, prácticamente sin otro color en ojos o mejillas, llevar el labial al centro de atención fue, según McGrath, casi un estudio de la fotografía en blanco y negro. El look fue completado con los peinados de Guido Palau.
En el medio del desfile hubo tres looks que rompieron la monocromía, entre ellos, el vestido antes mencionado con el corazón que latía, un homenaje a la joya de Salvador Dalí de 1953 , que posicionado en la nuca de la modelo late de forma mecánica. Por otro lado, toda la parte trasera de este diseño recrea la forma de un torso.
Fotos: cortesía Schiaparelli; ve la colección completa aquí .
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