Cultura

¿Qué es el comunismo?: una explicación a fondo

Por: Omar Urbina 07 agosto 2023 • 12 minutos de lectura

Conoce el significado y la historia del comunismo, y como es que este modelo económico ha llegado a ser tan temido, especialmente en el occidente.

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¿Qué es el comunismo?
El Muro de Berlín

En las últimas semanas la palabra “comunismo” se ha apoderado de las redes sociales, los medios de comunicación e incluso las discusiones privadas de todo tipo. En todos estos ámbitos se habla bastante de las implicaciones que esta corriente de pensamiento podría tener, pero muy poco se habla de lo que realmente significa esta palabra. Como todo en historia, esta doctrina tiene un origen, pero su significado ha cambiado a lo largo del tiempo. Por lo tanto en las próximas líneas estudiaremos el surgimiento de esta doctrina política y sus transformaciones.

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El inicio: El Manifiesto del Partido Comunista

Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo.

Con estas palabras da inicio el que podríamos considerar como el documento fundacional del pensamiento comunista: El Manifiesto del Partido Comunista. Si bien este texto no es el primero, ni el más riguroso para entender lo que es el comunismo; sí es el más conocido y, por lo tanto, el más difundido. Esto tiene una razón, sus autores, Friedrich Engels y Karl Marx, ambos radicados en Reino Unido, ya habían escrito varios textos en los que se explicaba de una manera rigurosa sus postulados, pero necesitaban un documento más sencillo que pudiera ser entendido por el menos educado de los obreros del mundo. Por otro lado, también debía ser un texto fácil de traducir, ya que en él se llamaba a una Revolución de carácter global. Así fue que en 1848 se publicó el Manifiesto, en el que se exponían los principales postulados del comunismo. Pero ¿Qué se dice en este texto?

Según el pensamiento marxista, el desarrollo de la historia mundial puede explicarse mediante la lucha de clases. Todos los procesos históricos están motivados por esta constante lucha entre dos clases —los dominantes y los dominados—, por tener el control de los medios de producción, es decir, ser propietarios de la forma en que se explotan los recursos naturales. En estas cuatro líneas ya mencionamos los tres elementos más importantes para entender la teoría marxista: clase, propiedad y modo de producción.

Según el pensamiento marxista, en la etapa primitiva de la humanidad, no existía la propiedad, todos los individuos sobrevivían usando sus propios medios y, por lo tanto, dependiendo de sus capacidades físicas y su nivel de contribución a la comunidad es que te correspondía lo producido por ésta. Esta etapa se conoce como Comunismo Primitivo y puede considerarse como el inicio de la historia mundial.

¿Qué es el comunismo?
Roger Viollet Collection

¿Cómo evoluciona el Comunismo Primitivo?

En algún momento de la historia las sociedades comenzaron a crecer y algunos individuos se apropiaron, mediante la fuerza, de la comida, los lugares de cosecha, los ríos, lagos, etc. Es decir, acapararon los recursos y se convirtieron en sus dueños, apareciendo, así, la idea de propiedad. De esta manera, los no propietarios tuvieron que encontrar una forma de adquirir los productos básicos para su subsistencia, que ahora estaban en manos de unos cuantos; por su parte, los propietarios requerían de mano de obra para explotar los recursos naturales. Fue entonces que los dominados sólo pudieron ofrecer su trabajo como forma de pago para obtener recursos, es decir, se convirtieron en la fuerza laboral. Así fue que se pasó al siguiente modo de producción: la esclavitud.

Durante el modo de producción esclavista, los dominantes eran los dueños mientras que los dominados, incapaces de pagar por los alimentos, no tuvieron más opción que vender su mano de obra a cambio de productos y tener un lugar donde vivir, convirtiéndose en esclavos. Sin embargo, como suele pasar en esta relación dialéctica entre los dominantes y los dominados propuesta por el marxismo, los esclavos se rebelaron contra sus amos y los destronaron de su papel como clase dominante.

Pero, los esclavos se elucubraron como la nueva clase dominante, obtuvieron tierras en propiedad y contrataron a personas que las trabajaran. Así nació el feudalismo, la tercera etapa de la historia, donde los señores feudales —como clase dominante— otorgaron tierras a sus súbditos —clase dominada— a cambio de protección y una pequeña porción de la producción. Este modo de producción creo excedentes de recursos, los cuales fueron dados a los siervos y comenzaron a comerciar con ellos. Con el tiempo, estos comerciantes obtuvieron dinero y poder, mientras que los señores feudales se vieron debilitados, por lo que, una vez más, ocurre un nuevo cambio en la historia, iniciando así el capitalismo. Según el marxismo, en el capitalismo, cuarta etapa y en la que nos encontramos hasta ahora, los comerciantes ahora son la nueva clase dominante, pero necesitan de alguien que trabaje para ellos. Así, la clase trabajadora (obreros y campesinos) cumplen con el papel de clase dominada.

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¿Cómo es el comunismo de Marx?

¿A que viene toda explicación de la historia según el marxismo? A que Marx teorizaba que, a mediados del siglo XIX, un nuevo cambio en la historia estaba cerca. El factor de cambio en esta ocasión estaba en los obreros, pues, como fruto de la Revolución Industrial, las condiciones de éstos eran peor que miserables. Las jornadas laborales eran excesivas, las fábricas eran insalubres, los obreros no tenían ningún tipo de derechos y eran explotados por sus patrones. El descontento de la clase trabajadora era tan fuerte que todo parecía indicar que los obreros se levantarían contra los dueños de las fábricas. Siguiendo con la forma en que se había desarrollado la historia, los obreros se convertirían en la nueva clase dominante y oprimirían a una nueva clase dominada, pero, como ahora ya conocían la forma en que se desarrollaba la historia, el movimiento podía ser encausado para evitar la generación de esta nueva clase dominada y, con ello, poner fin a la historia de la lucha de clases.

Esta quinta etapa de la historia que Marx y Engels vaticinaban la denominaron comunismo, y era entendida como el fin de la lucha de clases. Cómo se vio en toda esta reflexión histórica, el principal problema de la historia era que la clase dominada tomaba el lugar de la dominante, iniciando un nuevo proceso de opresión. Si se eliminan las clases sociales, no habría una nueva clase explotadora ni explotada, eliminando así al motor de la historia. Pero, ¿cómo se conseguiría esto? La clase dominante se genera cuando un grupo acapara y explota los recursos naturales, obligando a los explotados a vender su fuerza laboral. Si el trabajo es distribuido de manera equitativa entre todos los miembros de una comunidad, y todos estos se hacían responsables de vigilar que esto se cumpliera, se evitaría que una persona o grupo acaparara los recursos naturales, ya que éstos pertenecían a la comunidad. De esta manera se pondría fin a la historia, en el sentido en el que el propio sistema ya no crearía sus propias contradicciones por lo que, en el sentido más utópico del comunismo, se viviría en un estado de plenitud.

En resumen, el comunismo es un sistema de gobierno utópico en el que no existen las clases sociales, la propiedad de los recursos básicos es comunitaria y todos los miembros que contribuyen activamente a una sociedad reciben recursos de acuerdo con la dimensión de su aporte a ésta. Por otro lado, el gobierno y vigilancia de la sociedad recae en todos sus miembros, haciendo innecesaria la existencia de un Estado que se encargue de regular la interacción ente los individuos.

Desde la publicación del Manifiesto del Partido Comunista muchos otros pensadores abonaron sus propias ideas a la propuesta comunista, y esto, como es evidente, generó polémicas. La principal de ellas fue la relativa al modo de llevar a cabo la Revolución: los más utópicos pensaban que este cambio se debía dar gradualmente, siguiendo el flujo de la historia; mientras que los más radicales proponían un cambio violento —estos se convertirían en los Anarquistas. Si bien todos estos postulados filosóficos de Marx y Engels son meramente teóricos, están diseñados para pasar a la acción y revolucionar a todo el mundo occidental. Así, lo largo de todo el siglo XIX, el Partido Comunista, que adquirió carácter internacional pues prácticamente todos los países tuvieron organismos afiliados al Partido, llevó a cabo acciones para iniciar la Revolución Proletaria, algunas de éstas se limitaban la propagación de las ideas marxistas, mientras que otras llegaron a ser actos criminales. Sin embargo, lo que hay que dejar en claro es que el pensamiento comunista se convirtió en la principal crítica al liberalismo y al capitalismo.

¿Qué es el comunismo?
El Capital, de Karl Marx

El comunismo en el mundo bipolar

Cuando en 1917 triunfó la revolución bolchevique, el principal líder de la revolución, Lenin, organizó a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas con base en las ideas plasmadas por Marx y Engels, es decir, llevó al comunismo al plano de real. Pero, si ponemos atención en el nombre podemos darnos cuenta que apareció una palabra nueva: socialismo. A lo largo del siglo XIX el socialismo y el comunismo eran sinónimos, usados indistintamente para referirse a esta última etapa de la que nos habla el marxismo. Sin embargo, Lenin, al tomar el control de la Rusia zarista, supo que antes de llegar al estado de comunismo del que hablaba Marx, se requería de una etapa previa en la que hubiera un Estado que regulara la distribución equitativa de los recursos, que vigilara la gradual desaparición de las clases y, por lo tanto, fuera el artífice de la transformación hacia el comunismo. Así, el socialismo y el comunismo se dividieron y se convirtieron en momentos complementarios de un mismo proceso, en otras palabras, el socialismo es la puerta al comunismo.

Este es cambio es importante pues la adopción de este momento previo en el proceso de tránsito al comunismo permitió que varias naciones —iniciando por la URSS, seguida por China, Corea, Cuba, Laos y Venezuela— adoptaran este sistema de gobierno de una forma más eficaz. Pero a su vez, como los objetivos a los que se quería llegar eran claros, se convirtieron en una amenaza directa a las repúblicas democráticas occidentales.

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La Guerra Fría

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial y al establecerse las dos grandes superpotencias, Estados Unidos y la URSS, cada una de ellas defendiendo su ideología, capitalismo el primero, socialismo el segundo. El resto del siglo XX se caracterizó por la lucha de estas dos potencias por obtener la primacía internacional. Por lo tanto, para mantener el apoyo de sus gobernados, ambos gobiernos tuvieron que hacer una campaña de desprestigio hacia la ideología del otro. En el caso del bloque capitalista —pues en la URSS también se llevaron a cabo este tipo de campañas en contra del capitalismo—, se incentivó el llamado Temor Rojo, una doctrina impulsada por el senador estadounidense Joseph McCarthy en 1947. Esta doctrina estaba encaminada a infundir el temor hacia todo lo que tuviera que ver con el pensamiento socialista y comunista, recalcando los posibles riesgos de que esta ideología ganara la guerra. Por otro lado, esta campaña fue acompañada con persecuciones y juicios a todo aquel individuo al que se le demostrara algún tipo de liga con alguna célula del Partido Comunista.

Este fenómeno no fue exclusivo de Estados Unidos, prácticamente todos los países alineados con el bloque capitalista tuvieron sus versiones del Temor Rojo. En México, por ejemplo, cuando en 1959 Jaime Torres Bodet lanzó el proyecto de los Libros de Texto Gratuito, la opinión pública los calificó de comunistas por ir en contra de los principios católicos. Asimismo, para la represión del movimiento estudiantil de 1968 se argumentó que los dirigentes y objetivos del movimiento eran comunistas. Es decir, comunismo se convirtió en sinónimo de todo aquello que fuera en contra de la tradición occidental y capitalista.

Al finalizar el siglo XX, con la caída de la URSS y por lo tanto la caída del socialismo real, así como con la reconfiguración de la política económica China, la que sólo conserva de comunista el nombre, la llamada amenaza roja se convirtió en un elemento meramente retórico. Los grandes exponentes de esta ideología fracasaron en sus modelos, el capitalismo triunfó en el conflicto de ideologías que fue la Guerra Fría, sin embargo, para los gobiernos siempre es conveniente dejar la duda de que el comunismo sigue latente y pone en riesgo el estilo de vida de sus ciudadanos

¿Qué es el comunismo?

Entonces… ¿Qué es el Comunismo?

Como doctrina filosófica es un estado utópico de la sociedad en el que esta ha alcanzado su máximo esplendor. Los conflictos de clase se eliminaron, no existe la pobreza ni la desigualdad. Es decir, es un retorno al Comunismo Primitivo, con el que según Marx inicia la historia, pero con un nivel de civilización mucho más alto. Un Comunismo Civilizado podríamos llamarlo. Como doctrina política es una crítica al individualismo y, por lo tanto, al liberalismo y al capitalismo, ambas corrientes basadas en el progreso individual sobre el colectivo. Como discurso panfletario es todo aquello que atente contra la tradición de un país y contra el bienestar de sus ciudadanos, o de quienes los gobiernan más bien.

¿Entonces, podemos hablar de tres comunismos? De tres y de muchos más. El comunismo se ha desarrollado de maneras distintas en todos los países, hay comunismos utópicos, obreros, agrarios, libertarios, criminales y más. Es decir, el comunismo es una forma de entender el mundo y que si bien tiene una raíz muy bien establecida, sus hojas sus ramas y hojas se han diversificado en cada lugar, tiempo y circunstancia. Por lo tanto, más que preguntarse ¿Qué es el comunismo?, habría que cuestionarse ¿A qué tipo de comunismo nos estamos refiriendo?

¿Qué es el comunismo?
Pexels

Omar Urbina es un historiador con estudios de licenciatura y maestría en la UNAM, dedicado a estudiar la historia de la guerra y los ejércitos desde una perspectiva social y política.

Fuentes:

  • Carlos Illades, Historia Mínima del Comunismo y el anticomunismo en México, México, El Colegio de México, 2022.
  • Paul Kennedy, Auge y caída de las grandes potencias. México, Debolsillo, 2004.
  • Ernest Nolte, La guerra civil europea. 1917-1945. México, Fondo de Cultura Económica, 2016.

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