Una de las cuestiones que más desestabilizan al ser humano es el azar. No tener el control de guiarlo todo a nuestro favor y depender de otros factores fuera de nuestro alcance es lo suficientemente poderoso como para que hayamos formado un concepto como la "suerte". Esa es una de las razones que nos dan los centenares de psicólogos y otros académicos que han dedicado su estudio alrededor de la suerte y cómo las personas creen o no en ella. ¿Por qué creemos en la suerte?
En realidad, como la religión, la filosofía y los estudios y creencias, todo depende del bagaje cultural, la educación, el autoestima y hasta la posición geográfica. La suerte puede ser o no controlada, puede fabricarse o no, o puedes nacer con ella o no; al parecer, todo es nuestra decisión.
¿Existe la suerte?
Los estudiosos definen la suerte como un concepto que pertenece al pensamiento mágico no racional. Es decir, la suerte forma parte de esa parte primitiva del pensamiento en la que éramos regidos por el miedo y el desconocimiento. Según los psicólogos y sus múltiples pruebas, en realidad la suerte pertenece a aquellos que tienen una actitud positiva frente a la vida, a quienes trabajan de manera consistente y a quienes se mantienen receptivos a las oportunidades.
Una persona que cree en si misma, en su trabajo, que dedica cada día gran parte de su tiempo a trabajar, tomar decisiones y actuar tendrá una mejor suerte que quienes tienen una autoestima débil o quienes se ven como víctimas de la vida, pues esta actitud le cerrará muchas puertas en el camino e incluso sus relaciones se van a conectar en medio de un ambiente poco saludable... Entonces, ¿existe o no existe la suerte? Yendo un paso más arriba, ¿existen la buena y mala suerte?
La respuesta depende siempre de a quién le preguntemos; para los escépticos es inconcebible que algo intangible e indefinible guíe nuestro destino, para quienes deciden creer un poco en la grandiosidad de las cosas y a quienes se ven como una mínima parte del Universo, es muy claro que hay algo más grande controlando los hilos.
¿Por qué algunas personas creen en la suerte?
Los expertos dicen que creer en la suerte o no depende mucho del historial que tenemos como personas, de la educación que nos dieron nuestros padres, de nuestras costumbres culturales, del lugar en el que nacimos y, sobre todo, de la decisión que tomamos como adultos conscientes sobre nuestra vida y lo que pensamos, cómo actuamos.
Creer en la suerte es como la religión que nos heredan nuestros padres, puede ser algo en el ambiente o bien, algo que de adultos decidimos. No obstante, a pesar de que no hay una respuesta definitiva sobre si existe la suerte o no, es un hecho que el creer o no en ella sí determina ciertas conductas y patrones en nosotros, es decir, sí afecta nuestras vidas.
Una pregunta más interesante es, cómo justificamos nuestros éxitos o fracasos en función de la suerte, qué posición tomamos frente a las frustraciones, las celebraciones o cualquier acontecimiento en el día a día. Eso sí es una afección real y es una decisión que sí modifica nuestra vida y la toma de decisiones que hacemos para construir nuestro futuro.
Al final, la suerte la podemos relacionar con esa falta, esa necesidad de certidumbre y bienestar que resulta más apremiante para unos que para otros; porque, una vez más, depende mucho de qué tipo de persona somos, cómo nos vemos a nosotros mismos, cómo nos vemos en medio de la vida y qué tan capaces nos sentimos de vivirla.
Para el ser humano siempre va a existir una urgencia por saber que todo va a estar bien, y si esa necesidad se cubre con la "buena suerte", entonces lo demás es acción, tenacidad y un poquito de fe.
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