Cultura

La novela negra, divertida y ligera, de Sergio Pérezgrovas que no te puedes perder

Por: Carlos Betancourt Núñez 11 agosto 2021 • 8 minutos de lectura

El autor nos platica de la curiosidad que lo llevó a retratar los bajos fondos de la Ciudad de México en su nuevo libro Rompecabezas, donde Tristán Carnales N. juzga a los criminales bajo la mirada implacable de su letal revólver.

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rompecabezas de sergio perezgrovas

El nombre de Sergio Pérezgrovas es conocido en el medio televisivo por una trayectoria de más de 40 años que incluye la producción de programas como Ventaneando con Pati Chapoy, Animal nocturno con Ricardo Rocha, Lo tomas o lo dejas con María Amparo Casar y Leonardo Curzio y las transmisiones 70, 71 y 72 de los premios Oscar en TV Azteca.

rompecabezas sergio perezgrovas portada

Sin embargo, en esta ocasión, hablaremos de su también prolífica faceta como escritor, donde ha cultivado la crónica cultural en su columna “Las otras historias” publicada en Vértigo Político, los aforismos de Apuntes de lo que aprendí haciendo televisión, líneas breves y profundas basadas en su carrera como productor (aquí pueden disfrutar la presentación en Librería Porrúa), y de últimas fechas, nos hace llegar el título Rompecabezas. Crónicas negras de Tristán Carnales N., obra publicada en alianza con Círculo Editorial Azteca.

Este título retoma la mejor tradición de la novela negra, a la vez que rinde un homenaje a los amigos que han acompañado al autor en sus andanzas como judoka, pintor y fotógrafo, por mencionar algunos de los muchos proyectos en los que Sergio se involucra, además de la producción y la escritura.

En esta charla nos contó de los autores que lo han influido, desde Chesterton hasta Rafael Bernal, su curiosidad por retratar la Ciudad de México de los bajos fondos, así como las posibilidades que ofrecen las plataformas digitales como TikTok para acercar la literatura al público juvenil.

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El inicio de un rompecabezas literario

Carlos Betancourt (CB): ¿Cómo estás, Sergio? Gracias por platicar con nosotros. Para empezar, quisiera preguntarte si tu escritura cambió de Apuntes de lo que aprendí haciendo televisión, que es más un anecdotario personal, a la narrativa de Rompecabezas, donde realidad y ficción dan vida a Tristán Carnales N., el policía ojete que protagoniza todos los cuentos.

Sergio Pérezgrovas (SP): [Se ríe] Bueno, el primer libro está inspirado en cosas que me dijeron, vi o hice, y que convertí en frases simples, por lo que no es un texto narrativo como tal. En el caso de Rompecabezas, puse un poco más de “carnita” debido a que no son apuntes, sino ficciones, por lo que te puedo decir que de un libro a otro sí cambió mi escritura.

CB: Tengo entendido que estas viñetas surgieron a partir de tus crónicas en Vértigo Político; por ejemplo, de la que habla de cómo y por qué Rubén Blades compuso su famoso Pedro Navajas, su consiguiente adaptación cinematográfica, y el rechazo de esta cinta tanto del músico como del elenco que “no la podían ni ver”, según lo que cuentas.

SP: Mira, en Vértigo escribo sobre tópicos que me llaman la atención: datos curiosos, efemérides, música, obras de teatro, películas, libros…, por lo que no nada más hago crónicas, sino también reseñas. Y eso me lleva a investigar muchas cosas que termino convirtiendo en alegorías, algo así como un juego de espejos, y es muy claro en ese texto que mencionas, donde retomo la película, que retoma la canción de Rubén Blades, que retoma un hecho real de la Inglaterra del siglo XIX. El caso es que en algún punto, se menciona un policía que encaja perfectamente con el mío, entonces cambio la historia a partir de un hecho real ―muchos de mis cuentos se basan en anécdotas reales―, y todo eso lo ficciono en pequeñas viñetas que van de cien a 120 palabras, un poco al estilo de Rubem Fonseca.

Sergio Pérezgrovas
Sergio Pérezgrovas

CB: ¿Cómo se origina entonces Rompecabezas?

SP: Todo surgió porque hace muchos años, leí un libro llamado El club Dumas, de Pérez-Reverte, que por alguna razón me llamó mucho la atención y me pareció que encajaba perfecto en mis textos de Vértigo. Así que empecé a jugar en algo que se convirtió en Rompecabezas, y de ahí su nombre, porque puedes leer cualquiera de las crónicas y aparentemente no tiene nada que ver con la siguiente o con la anterior, pero si te adentras un poco más y juntas todas las piezas, entiendes a la perfección al personaje, mismo que fue surgiendo prácticamente solo conforme lo puse en diferentes situaciones, muchas de las cuales terminaron en sangrientas balaceras. [Vuelve a reírse]

Una obra lúdica de un género complejo

CB: Por lo que mencionas respecto a su estructura, ¿consideras que es un divertimento literario, una lectura lúdica de principio a fin?

SP: Claro, porque no hay una secuencia lógica. De hecho cuando la formadora me preguntó el orden de los capítulos, yo le dije que aventara las hojas y que hiciera el libro así como cayeran. Obvio me dijo que estaba loco, pero la convencí de seguir la famosa técnica al-vilchi.

CB: ¿Me podrías explicar en qué consiste?

SP: En hacer las cosas “al vil chilazo”. [En esta ocasión, soy yo el que ríe] Mira, siendo un poco pretencioso, quise que fuera como Rayuela en el sentido de que puedes leerlo de principio a fin, pero tampoco hay bronca si te saltas un capítulo y luego regresas a él o de plano lo dejas fuera de tu lectura, porque en realidad no importa: el orden se lo das tú.

CB: Hablando de capítulos, hay uno donde haces un homenaje a los libros y autores de novela negra que más te han gustado. ¿Por qué?

SP: Como sabes, los thrillers y las novelas policiacas están consideradas como un tipo de subliteratura, lo cual a mí me parece una mamada, porque es bastante complicado escribir una buena trama policial. De chavo, me llamó mucho la atención la saga del Padre Brown, de Chesterton, que en lugar de querer salvar vidas, quería salvar almas, y eso se me hizo muy chistoso. También me gustan los protagonistas mexicanos Filiberto García de El complot mongol y Belascoarán Shayne de Cosa fácil, y me entretienen mucho las novelas de Katzenbach: El psicoanalista, El profesor, La historia del loco… Bueno, a lo que voy es que este género es bastante complejo porque no se puede dejar nada al azar; de ahí su dificultad y que unos autores lo hayan hecho mejor que otros, aunque básicamente sigan una estructura similar: ocurre un crimen, posteriormente un héroe se involucra, queriendo o sin querer, y un antagonista busca por todos los medios acabar con él.

CB: ¿Eres fan de CSI, Criminal Minds o alguno de esos programas?

SP: No, fíjate que las series policiacas no me gustan.

CB: ¿Y crees que Rompecabezas pudiera adaptarse a una serie televisiva?

SP: Totalmente, porque yo más que escritor soy un hacedor de imágenes. Toda la vida he trabajado con ellas, y este libro, como dijiste antes, es un divertimento a partir de imágenes cortas. De hecho, intenté un poco que el formato fuera así de breve para poderlas meter en una cuenta de TikTok. Solo que no ha habido el timing, pero sin duda en algún momento haré pruebas con mis cuates, a ver qué tal sale.

Un primer paso con el que rompió las reglas

CB: Como buen policía ojete, a este le piden una y otra vez que intente no dejar un reguero de sangre en cada caso que se involucra, cosa que no puede evitar. ¿Cómo duerme por las noches después de matar a todos los sospechosos con los que se encuentra?

SP: Duerme bastante a gusto porque él se siente un justiciero, cree en todo momento que está haciendo el bien. De hecho, en algún punto, habla con uno de los malos y él asegura que, sin lugar a dudas, los dos son asesinos: La única diferencia es que Tristán no mata por placer; es su chamba y punto. Entonces llega a su casa a dormir muy tranquilo porque no tiene remordimientos… Te voy a decir dos cosas que se me acaban de venir a la cabeza: La primera tiene que ver con los remordimientos no de Tristán, sino míos, y es que haciendo este libro pude convertirme sin ningún problema en asesino, en drogadicto, en luchador ¡y hasta en prostituta! [Se ríe por tercera ocasión] Y eso es muy padre. La segunda es que un policía en la vida real se enfrenta, en su vida productiva, a tres o cuatro balaceras, mientras que el mío tiene 60, 70 o más debido a su conciencia social. Vamos, toma la justicia en sus manos sin escrúpulo alguno, cosa que ningún policía verdadero hace.

CB: Por cierto que en más de una balacera termina ayudando a personas que tú conoces, amigos cercanos. ¿Es una forma de rendirles un homenaje literario a ellos?

SP: Digamos que el 95 por ciento de los nombres que aparecen en el libro son reales, existen. Todos están vivos afortunadamente y son buenos amigos míos, así que es una forma de perpetuar su nombre: Tristán, el maestro Quintanilla, Sergio Arau, Luis Niño de Rivera… En realidad muchos escritores han hecho esto: tiempo después de haber leído Mandrake de Rubem Fonseca, me enteré de que él había sido policía burócrata, así que sus novelas las sacaba de los expedientes que le tocaba leer, y los personajes eran sus amigos. Juan Rulfo tuvo un cuate llamado Juan Preciado.

rompecabezas de sergio perezgrovas

CB: Ya casi para terminar, ¿por qué este collage que no acaba de ser novela gráfica, pero que tampoco es texto plano? ¿A qué se debe?

SP: Porque no quería que fuera una cosa ni que fuera otra, así que decidí romper todas las reglas y me salió algo muy divertido, porque a pesar de narrar cosas muy brutales, la lectura es ligera. Por otra parte, tengo una sobrina que es muy talentosa, pero que también es muy penosa [se refiere a Fernanda Pérez de Caso], y fue una forma de darle chance para que se aventara. Lo hizo bastante bien, ya que el resultado visual con el narrativo es muy agradable.

CB: La última y nos vamos, Sergio. Has presentado tu libro de manera virtual en la FIL Guadalajara, en la FIL Minería y en la Fiesta del Libro y la Rosa de la FES Zaragoza. ¿Cómo ha sido para ti la modalidad y qué tal la recepción de Rompecabezas debido a esta?

SP: Creo que la recepción ha sido buena. La mayoría de los comentarios que he tenido por medio de las redes son que están padres los dibujos, que están padres los cuentos y cosas así. Incluso gente que no conozco me ha escrito para pedirme el libro, y yo se lo he mandado. Lo de las presentaciones virtuales, pues no sé; en la FIL Guadalajara tuvimos ocho mil reproducciones. Yo no sé si eso sea mucho o poco, pero me parece que para ser mi primera novela, y además un escritor nada conocido, está padrísimo.

CB: Pues bueno, Sergio, enhorabuena por la publicación de Rompecabezas. Crónicas negras de Tristán Carnales N. y muchas gracias por la entrevista para Círculo Editorial Azteca y Revista Central.

Lo que debes saber

Rompecabezas
Círculo Editorial Azteca
196 páginas
$250.00 MXN (precio estimado)
Disponible en Porrua, El Sótano y Sanborns.

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