Por: Brisa Granados
Belinda Peregrín Schüll es de esas artistas que sentimos conocer de siempre, que nos parece cercana por haberla “visto” desde niña en telenovelas o cantando en los escenarios. Y aprovechamos esta charla para hablar de su parte más humana, de los momentos que la hacen vulnerable y de lo tenaz que ha sido para convertirse en una artista de talla internacional.
A lo largo de tu trayectoria, ¿Cuáles han sido tus mayores aciertos?
“Cuando simplemente hago lo que me gusta, soy yo misma, dejo de escuchar a los demás para oírme y sentirme a mí. Yo creo que son esos, cuando me presento lo más honesta posible y dejo que mi corazón llegue al público”.
El público y la prensa nos sentimos con el derecho de saber más de la vida de artistas como tú, que crecieron entre reflectores, por el hecho de haberlos “visto” desde chicos.
¿Qué opinas de eso?
Cuando empiezas desde muy niña sí es mucho más complicado que cuando lo haces a los 20 o 25. El público a veces te juzga más, se mete en tu vida, quiere investigar y piensa que sabe, cuando en realidad no tiene ni idea.
¿Qué sentimientos removió La Voz?, ¿recordaste las primeras veces que pisaste un escenario?
Muchos, pero sobre todo me hizo rea - firmar que un cantante no debe dejar de sentir lo que está interpretando. Me gustó escuchar en mi equipo el poder de la música y ver lo que lograba transmitir. Conocer su historia y qué han tenido que pasar para estar en el programa.
Hay participantes que vienen desde Argentina y Venezuela, también mexicanos que abandonaron todo para llegar a la Ciudad de México y alcanzar su sueño. Vivir situaciones así te acercan con la gente y te hacen más humana.
Tienes la fundación Gaia Planeta Azul (dedicada a la conservación del medio ambiente) y también ayudaste a varias personas después del 19S. Platícanos de esa faceta tuya.
Esa parte siempre ha estado ahí, pero no me gusta mostrar todo lo que hago a favor de los demás, hay ciertas cosas que comparto y muchas que no; hay que disfrutar de ese tipo de experiencias en privado. Una de las razones por las que sigo en esta carrera es porque me gusta cambiar vidas, ayudar personas, inspirar.
Gran parte del éxito que he tenido en mi carrera –y también en La Voz, por lo que los integrantes de mi equipo me eligieron– es porque de alguna forma los he inspirado. Me gusta poder dejar esa pequeña huella.
Más de Beli
¿Qué hace falta para que alguien te llegue al alma?
Que sea honesta, real, sin máscaras, positiva, que siempre esté para mí, incondicionalmente. Odio a la gente pretenciosa.
¿Qué te quita el sueño?
La perfección, siempre. Mejorar y dar lo mejor de mí.
Te hace feliz:
Cuando cumplo el sueño de una persona o logro hacer feliz a alguien.
¿Qué es lo más valiosos de tu vida?
No puedo vivir sin una buena almohada, fe, mi familia, perfume y música.
¿Cuál canción te llega hasta los huesos?
Iris, de Goo Goo Dolls.
De la moda
¿Qué papel juega la moda en tu vida?
Es parte importante de mí, porque me gusta transformarme en cada proyecto, ser camaleónica, es un juego que tenemos de repente las cantantes.
Si haces una canción urbana, te vistes urbana, o si es romántica, te puedes poner un vestido largo; te puedes vestir de hombre o ponerte peluca. Me gusta mutar en diferentes personajes con cada canción.
¿Qué mensaje le darías a los seguidores que han crecido contigo y a las nuevas generaciones?
No dejen de creer en sus sueños, siempre luchen por conseguirlos y escuchen, pero no dejen que nadie se meta demasiado en sus vidas y decisiones.
Para leer la entrevista completa, recuerda comprar nuestra edición impresa del mes de julio con Belinda en portada.