La risa es un símbolo universal. Gracias a la risa las personas conectan y aunque las causas de la risa varían dependiendo del entorno, el sonido es reconocible incluso cuando se trata de individuos que pertenecen a otras culturas y no hablan el mismo idioma.
A propósito de la risa, ¿sabías que existen algunos animales que también ríen? Sí, aunque no lo creas, las facciones de los mamíferos y aves se iluminan por una reacción muy parecida a la risa humana.
Mientras que en las personas, la risa ocurre por algo que nos causa gracia, nervios, miedo o simplemente porque no sabemos qué decir en una situación incómoda, en los animales podría tratarse de algo más que sentido del humor.
De acuerdo con el artículo de Sarah L. Winkler y Gregorio A. Bryant, Las vocalizaciones del juego y la risa humana: una revisión comparativa, publicado en la Revista Bioacoustics, The International Journal of Animal Sound and its Recording, los animales producen vocalizaciones o sonidos que podrían ser el equivalente a la risa humana.
¿Por qué ríen los animales?
Al igual que los humanos usan la risa para transmitir en algunas ocasiones empatía, para los animales la risa es sinónimo de juego social, de facilitar la interacción y disminuir la tensión o que la agresividad incremente.
Aunque este tema aún se encuentra en investigación, se cree que esta vocalización es usada en señal de juego en más de 60 especies.
En una entrevista publicada en la Livescience del investigador Gregorio A. Bryant, se afirmó que la mayoría de las especies de primates, incluidos los chimpancés, gorilas, monos y babuinos, se encontró atisbo de una risa juguetona, desde risas ahogadas, chasquidos de labios y gruñidos hasta carcajadas, trinos y chillidos.
En el estudio publicado en Bioacoustics, los investigadores explican que aunque la mayoría de los animales que ríen son mamíferos, dos especies de aves (la Urraca Australiana y el Loro Kea) también vocalizan durante el juego.
Otro estudio publicado en la Revista Cell, titulado: Contagio emocional positivo en un loro de Nueva Zelanda, encabezado por el científico Raoul Schwing, menciona que las vocalizaciones de juego de algunos animales también pueden actuar como contagios emocionales.
En esta investigación sobre los Loros Kea, los científicos descubrieron que si grababan la risa trino de los keas y la reproducían a través de un altavoz, otros ejemplares comenzaron a reír y jugar de manera espontánea, “probablemente su actuar como un contagio emocional positivo”, se menciona en el estudio.
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Origen evolutivo de la risa humana en animales
Además de encontrar un por qué en el entorno social de los animales que ríen, las investigaciones sobre el tema podrían arrojar un posible origen evolutivo de la risa humana.
De acuerdo con el estudio de Bioacoustics, las vocalizaciones de juego en primates y otros mamíferos incluyen sonidos de jadeo, y si somos la evolución de ellos, puede ser que la risa humana evolucionara a partir de una señal auditiva de respiración dificultosa durante el juego.
Los procesos interactivos sociales, las emociones y pensamientos de los seres humanos hicieron que la risa poco a poco evolucionara dándole distintos matices y facetas, por lo que hoy puede tener distintas connotaciones.
Asimismo, la risa humana en la mayoría de los casos es sumamente ruidosa, en contraparte, la risa de los animales tiene un volumen bajo, los investigadores sugieren que éste nivel de sonido se mantiene únicamente para que el animal con el que se está jugando o interactuando escuche.
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