Realeza

10 datos curiosos que no sabías sobre el príncipe Felipe, duque de Edimburgo

Por: Eugenia Garavani* 09 abril 2021 • 3 minutos de lectura

El esposo de la reina Isabel II tuvo un pasado tormentoso que formó su carácter.

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Facebook: The Royal Family

El príncipe Felipe, también duque de Edimburgo, falleció la mañana de este 9 de abril a los 99 años de edad, según dio a conocer la familia real británica. Estaba por cumplir 100 años de vida el próximo 10 de junio y, recientemente, había sobrevivido a una cirugía de corazón. Aquí te dejamos diez datos poco conocidos sobre el esposo de la reina Isabel II.

1. No era británico
Es difícil imaginar una época en la que no fuera un consorte británico, pero lo crea o no, el príncipe Felipe no era británico en absoluto. Nació en el seno de las familias reales griega y danesa en la isla griega de Corfú el 10 de junio de 1921, y su camino hacia la reina Isabel estuvo lleno de tragedias, dramas e increíble angustia.

2. Su infancia fue una pesadilla
Aunque Felipe provenía de un linaje real, su infancia fue más pobre que de príncipe. Su nación natal estaba plagada de conflictos y la familia de Felipe sintió la peor parte del peligro. No solo el tío de Felipe, el rey Constantino I, tuvo que abdicar, sino que también arrestaron a su propio padre, el príncipe Andrés.

3. Hizo un extraño escape


Temiendo por sus vidas, la familia real griega huyó de su país para refugiarse en Francia. Pero esa ni siquiera fue la peor parte. La situación se estaba deteriorando tan rápida y violentamente que la familia de Felipe tuvo que recurrir a sacar de contrabando a su bebé heredero dentro de una caja de frutas que hacía las veces de cuna. A partir de este dramático comienzo, la vida del príncipe Felipe se aceleró.

4. Su madre padecía una enfermedad mental
Durante su infancia, casi no tuvo contacto con su madre, la princesa Alicia de Battenberg. ¿Por qué? Durante el conflicto, Alicia había comenzado a creer que estaba recibiendo mensajes “divinos” y poseía poderes curativos. Finalmente, los médicos le diagnosticaron esquizofrenia y pasó los años de formación de Felipe en un sanatorio en Suiza. Bueno, eso arruinaría a cualquiera.

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5. Perdió a su hermana de una manera horrible
Una de las hermanas mayores de Felipe, la princesa Cecilie —quien también era su hermana favorita—, murió el 16 de noviembre de 1937 en un accidente de avión junto a su esposo, dos hijos y su suegra.

6. Una adolescente se enamoró de él


Cuando el príncipe Felipe conoció a su futura esposa Isabel, él solo tenía 18 años. Oh, pero se vuelve más escandaloso. En ese momento, Elizabeth tenía solo 13 años y estaba absolutamente loca por su Príncipe Azul. La futura reina Isabel II juró que no tendría a nadie más que a Felipe, solo que había algunos problemas con eso: ambos eran primos.

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7. Dejó un mal hábito por su esposa
En caso de que tenga la idea de que el príncipe Felipe no era romántico, piénselo de nuevo. A pesar de todos sus modales bruscos, Felipe estaba verdaderamente dedicado a la reina Isabel, y esto fue evidente desde el primer día de su matrimonio. Caso en cuestión: en la mañana de su boda, el “regalo” de Felipe para Isabel fue dejar de fumar.

8. Usaba ropa vieja
No es alguien que desperdicie, el príncipe Felipe una vez le pidió a su sastre que le ajustara un par de pantalones que había usado por primera vez hace 52 años. Esto fue en 2008 ¿qué más podíamos esperar de un hombre que comenzó su vida huyendo de un país devastado por la guerra en una caja de frutas?

9. Tenía un talento oculto
El príncipe Felipe fue en realidad un autor prolífico, con varios libros bajo su nombre sobre ambientalismo, caballos y otros temas animales. Su bibliografía: Selected Speeches 1948-1955 (1957); Birds from Britannia (1962); Con los pies en la tierra (1988); y Supervivencia o extinción: una actitud cristiana hacia el medio ambiente (1989).

10. Le dio un apodo cariñoso a la reina
Pocos súbditos británicos soñarían con mostrarle a la reina Isabel II un respeto menos que absoluto, pero como su esposo, el príncipe Felipe se salía con la suya siendo juguetón. Incluso tiene un apodo descarado para ella. Se le ha oído hablar de su esposa como “repollo”. No es tan extraño como parece: “mon petit chou” es un término popular de cariño en francés. Puede significar “mi repollo” cuando se traduce literalmente o, más probablemente, “mi pequeño hojaldre”.

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*Sobre Eugenia Garavani
Periodista y escritora mexicana con una amplia experiencia en medios de comunicación, especializada en la fuente de realeza, colaboradora de revistas y medios.

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