En marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la alerta sanitaria por la pandemia de la COVID-19 hasta entonces desconocida.
En este Día Mundial de la Higiene, ¿qué lecciones de higiene hemos aprendido en estos dos años y medio?
Lavar las manos
Un hábito pandémico que no debemos perder nunca es el lavado de manos, aprendimos que cualquier superficie que tocamos con ellas puede ser un gran portador de virus.
De acuerdo con Healthline nos tocamos el rostro por lo menos 16 veces o más por hora, obviamente sin una higiene correcta de manos, estamos expuestos a introducir un microorganismo que puede empeorar nuestra salud.
Con el correcto lavado de manos nos hicimos conscientes de que una acción “común” podía cortar una cadena de infección importante, además, aprendimos a lavarnos correctamente las manos.
Desde mojar las manos, colocar jabón para hacer espuma para luego frotar las manos, por el dorso, la palma, entre los dedos, las uñas y enjuagar perfectamente bien.
Un lavado que no requiere de más de 30 segundos de tiempo, pero que en muchos casos nos mantuvo a salvo.
Uso de la mascarilla o cubrebocas
En nuestro país no estábamos acostumbrados a usar cubrebocas de manera regular, ni para aquellos días en donde se sufre de gripe o alergia.
Ahora, después de la COVID-19, entendimos que aunque una simple mascarilla no detenía por sí sola el avance de la enfermedad, realmente prevenía la propagación del coronavirus hasta en un 90 por ciento, esto según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La mascarilla protege a quienes la usan al tiempo que protege a los que rodean a la persona.
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Sanitización de artículos y alimentos
Al inicio de la pandemia, mientras las investigaciones se daban a marchas aceleradas por el desconocimiento del virus, varias personas externaron su preocupación en redes sociales sobre si esta cepa de coronavirus se propagaba por medio de envases de comida y alimentos.
Pese a que la OMS determinó que no había casos de contagio por medio de alimentos y envases, además se recordó que es crucial el lavado de manos antes de manipular la comida.
Esta práctica de lavar los alimentos correctamente se quedó en más de una casa.
Sana distancia y estornudo de etiqueta
Aprendimos que la sana distancia y el estornudo de etiqueta pueden salvar vidas.
De acuerdo con laOMS, el virus SARS-CoV-2, se propaga de una persona a otra de varias formas diferentes, siendo las pequeñas partículas líquidas expulsadas por una persona infectada por la boca o la nariz al toser, estornudar, hablar, cantar o respirar, las formas más común de contraerlo.
Ser responsables y empáticos
¿Te sientes resfriado? ¿Te duele la cabeza? ¿O tienes algún otro padecimiento? La pandemia nos enseñó a cuidarnos, acudir al médico en caso de sentirnos mal, un hábito que los mexicanos estábamos poco acostumbrados a hacer.
Aprendimos que asistir al médico no solo impedía que enfermaramos más, también, evitar contagiar a otros, ser más empáticos.
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