Sostiene tu cuerpo, da un punto de equilibrio físico y protege la médula espinal. Por eso, el cuidado de la espalda es esencial, particularmente desde dos perspectivas: fuerza y flexibilidad. Esto es lo que tienes que saber para prevenir dolores de espalda y lesiones que comprometan tu calidad de vida y la funcionalidad de tu cuerpo.
La columna vertebral: eje central
Está compuesta por 33 vértebras (cervicales, dorsales, lumbares, sacras y coxígeas) con un hueco al centro por el que corren los nervios centrales de tu cuerpo; las señales eléctricas que manda tu cerebro a todo el cuerpo son enviadas por esos canales, de modo que es de suma importancia que esos huesos estén alineados y sanos.
¿Por qué duele?
Impactos por caídas o golpes, levantamiento de objetos pesados, sobrepeso y mala postura (ya sea por hábito o por alguna condición congénita) son las causas más comunes del dolor de espalda, así que su tratamiento también es variable. Pero, en general, la razón fisiológica por la que podemos sentir dolor en esa zona tiene que ver con contracturas musculares (tejidos irritados por usarlos de forma descompensada) o nervios comprimidos (por presión de vértebras desalineadas).
Así que, si bien es importante acudir a una revisión médica ante cualquier dolor, es cierto que puedes manejar y prevenir lo tomando en cuenta sencillas prácticas y poniendo atención en aspectos que definitivamente pueden mejorar tu situación.
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Si quieres mantener tu columna a salvo, concéntrate en estos tres puntos:
Huesos: Cuida que las vértebras se encuentren siempre alineadas. De frente, tienen que verse como una línea completamente recta; de perfil, se deben apreciar las tres curvaturas naturales. 2
Discos: Son almohadillas sobre las que descansa cada una de las vértebras; evitan que éstas choquen entre sí, provocando la compresión de los nervios y causando contracturas y lesiones crónicas.
Los discos están hechos de cartílago; hidratarte y tomar colágeno ayuda a que conserven su volumen ideal para que funcionen como soporte de los huesos.
Músculos: Protegen los órganos y el sistema óseo; en el caso de la espalda, estos son los músculos clave: espalda, abdomen, nalgas y muslos.
Sigue estos consejos y cuida tu espalda 24/7
Higiene postural: Son normas para mantener una postura correcta en todo momento.
Convertirlas en parte de tus hábitos evitará que irrites músculos y afectes la alineación de tu columna.
• De pie mucho tiempo: Evita tacones altos y procura tener un apoyo de 10 centímetros para que descanses tus pies alternándolos.
• Sentado mucho tiempo: Mantén tu espalda alineada y pegada al respaldo de la silla; ésta debe estar a una altura que te permita tener los pies apoyados y las rodillas a 90 grados.
Procura caminar y estirarte por lo menos cada 50 minutos. Mantén manos y codos apoyados en el escritorio.
• Al levantar peso: Nunca te inclines hacia el frente para agacharte; dobla las rodillas y apóyate en tus muslos al incorporarte, no en la zona lumbar.
• Al dormir: Evita acostarte boca abajo; si duermes de lado, coloca una almohadilla entre tus piernas.
• Al manejar: Mantén la espalda pegada al respaldo; toma el volante siempre con las dos manos, y procura que éste se encuentre a una distancia que te deje flexionar ligeramente los brazos.
Mantenimiento muscular: Además de hacer ejercicio y estirarte, la fisioterapia regular te ayudará a descargar tensión de los músculos que puedan estar irritados, así como a mejorar tu flexibilidad y fuerza.
Automedicación: ¡Nunca! El dolor es una señal con la que tu cuerpo te avisa que algo anda mal, así que evita tomar analgésicos y antiinflamatorios sin antes ver a un médico.