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Estudiar o casarse: una realidad africana

Por: Redacción CENTRAL 19 abril 2016 • 3 minutos de lectura

Irene Nabukalu es una joven africana a punto de convertirse en una estadística: debe casarse y dejar de estudiar. Isabel Barroso quiere ayudarla a permanecer en la escuela, ¿Cómo?

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Fotos: Cortesía

Por: Silvana Obregón

Existen miles de plataformas que recaudan fondos para buenas causas, pero ¿qué pasa con los que desean proponer casos personales? La plataforma generosity.com ayuda a recaudar capital para causas pequeñas alrededor del mundo.

Ejemplos hay muchos, como el caso que postuló Isabel Barroso, quien es voluntaria en la St. Bernadette Primary School, en Uganda. Ahí conoció a Irene Nabukalu y esta es su historia.


El comienzo

A Isabel siempre le gustó ayudar a los más necesitados, tanto que en varias ocasiones fue voluntaria en diversas comunidades de la República Mexicana y lugares de extrema pobreza en Haití y Cuba; sin embargo, su sueño era viajar al continente africano y hacer labores humanitarias.

Isabel voló a Uganda en donde se integró como voluntaria en la St. Bernadette Primary School, institución que cuenta con 1,200 alumnos.

“Un día encontré llorando a Irene Nabukalu. Ella es exalumna del colegio, tiene 16 años. Le pregunté si estaba bien, pero estaba tan alterada que tuve que darle un té para tranquilizarla”, platica Isabel.

Irene le contó que necesitaba ayuda de la directora, pues su familia ya no podía pagarle la secundaria. Su mamá se había divorciado de su padre, su padrastro no tenía intención de encargarse de los gastos, y su tía, quien se había hecho cargo de todos sus gastos durante los últimos siete años, ya no podía seguir pagándole nada.

Desesperada, recurrió a su padrastro para pedirle dinero y empezar la secundaria. El se negó rotundamente, y le dijo que si quería seguir estudiando tendría que casarse para que su esposo le pagara el colegio.

“Ninguno de los hermanos ha estudiado más allá de la primaria, así que les parecía un gasto innecesario”, dice Isabel.

El padre de Irene, quien trabaja como campesino no cuenta con el capital necesario, por lo que Irene no tenía otra opción más que casarse, “Además, el piensa que debe dejar de soñar y casarse, porque eso es ‘lo que se debe hacer’”, explica Isabel Barroso.

Generosity


Una buena decisión

Para Isabel aunque la historia de Irene puede sonar a un problema al que se enfrentan miles de niñas en África, o en cualquier otro país en mundo, no es “la típica historia”, es la oportunidad de involucrarse y buscar hacer un cambio.

“Tenía dos opciones: olvidarme y desearle suerte, o pedir ayuda y difundir su caso. Recibí apoyo por parte de varios amigos para escribir la historia, colocar imágenes en redes sociales y publicarla en la plataforma generosity.com”.


generosity 2

¿Cómo ayudar?

Para lograr que Irene Nabukalu pueda estudiar y no tenga que casarse, es necesario juntar una cantidad equivalente a 50,000 pesos. Con ese dinero, se pagarán sus colegiaturas por los cuatro años que dura la educación secundaria en Jinja, Uganda, además cubrirá sus gastos de artículos de higiene personal, comida, libros, etcétera.

Las donaciones se llevan a cabo a través de generosity.com, en donde hay una página dedicada al caso de Irene. El resultado ha sido satisfactorio ya que ha recibido donaciones tanto de sus conocidos como de personas de todo el mundo. Isabel sigue recaudando dinero porque aún falta mucho.

“Tengo hasta el 30 de junio para juntarlo, pues en julio me regreso a México y estaría genial entregarle todo personalmente”, explica Isabel.

Ella piensa que la educación es la vía para transformar el mundo. “No importa la raza, credo, o género, al final del día somos seres humanos y tenemos derecho a superarnos y hacer un cambio en nuestras vidas”.

“Por mi parte me encantaría seguir con esta filosofía de apoyar a quienes lo requieren, porque historias como estas, ¡hay miles!, sólo es cuestión de involucrarse”.

Generosity 3


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