Existen diferentes formas en las que podemos contaminar, incluso sin saberlo, hay varios factores que pueden incrementar nuestra huella de carbono y, de acuerdo a un estudio de la Universidad Politécnica de París, en colaboración con la Escuela de Negocios de Londres, los hombres podrían ser más contaminantes que las mujeres. De hecho, las estadísticas reveladas afirman que el género masculino puede contaminar un 26% más que el sexo femenino.
Esto está ligado a algunos roles de género, principalmente a las funciones tradicionales que pueden ser ejecutadas por hombres, que van desde traslados, hasta la relación con los hábitos alimenticios. Entre otros factores, el uso de automóviles para recorrer distancias largas o el consumo de carne roja son algunos actos que incrementan el nivel de contaminación en la atmósfera.

Dicho sondeo ocurrió en Francia, donde fueron entrevistados 2100 ciudadanos, además que se analizaron los patrones de transporte en Ciudad Luz, entre 12 mil 500 usuarios. Dentro de esta exploración, la huella de carbono anual de un hombre puede superar las 5 toneladas de CO-2, mientras que el de las mujeres no alcanza ni las 4 toneladas.
Estas dos actividades (manejar y consumir carne roja) representan actividades de alta emisión y suelen estar sumamente asociados con el sexo masculino, siendo los actos principales que marcan la notable diferencia de la huella de carbono entre hombres y mujeres. El estudio suma que esto podría tener algunas variantes, como las distancias recorridas, si el hombre en cuestión tiene trabajo o no, además de la cantidad de comida que consume.
Los datos muestran que el consumo de carnes rojas y el uso de autos, los cuales son bienes de alta emisión de contaminantes algunas veces asociados con la masculinidad, tienen la mayor diferencia residual en la huella de carbono, la cual varía de acuerdo con la cantidad de comida, las distancias recorridas y el estatus del trabajo.

Las cifras obtenidas por dicho estudio no son exactas, pues esto puede incrementar o verse reducidas por otras variables, por ejemplo, si el hombre en cuestión tiene una dieta en particular o si comparte su comida diaria con su pareja. Así mismo, el hecho de que este sea soltero, casado o con hijos, la emisión de dióxido de carbono también podría alterarse.
La diferencia entre géneros es particularmente pronunciada entre parejas que tienen hijos pequeños. En contraste, la diferencia es mucho más reducida entre adultos solteros y parejas sin hijos, las cuales podrían emitir menos contaminantes debido a sus dietas compartidas.

Otro punto importante dentro de las conclusiones de este estudio afirma que las mujeres suelen ser más conscientes de los problemas del medio ambiente y la contaminación, por lo que suelen ser más activas en el cuidado de la atmósfera.
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