Las posiciones sexuales son más que simples posturas, debido a que cada movimiento puede convertirse en una danza que despierte todos los sentidos. Y esta selección promete llevar la experiencia a un nivel superior, combinando intensidad, cercanía y un toque de audacia para avivar la llama del deseo.
¿Cuáles son las mejores posiciones sexuales?
El universo de la intimidad ofrece un sinfín de posibilidades para avivar la chispa y elevar el placer. Algunas posiciones sexuales destacan por su capacidad de intensificar las sensaciones, fortalecer el vínculo emocional y llevar la experiencia a un nivel inolvidable. Entre ellas, brillan opciones como la Silla, la Flor de Loto, la ‘H’, la Bailarina y otras que te invitamos a descubrir.

1. Posición de la Silla
Esta postura invita a una cercanía envolvente. Una persona se sienta en una silla o al borde de la cama, mientras su pareja se acomoda encima, cara a cara, rodeando con sus piernas la cintura de quien está sentado. Este abrazo íntimo permite a quien está arriba controlar el ritmo y la profundidad de los movimientos, creando una experiencia placentera para ambos. La clave está en la sincronía de los cuerpos, que se funden en un vaivén.

2. La ‘L’
Considerada como una de las posturas sexuales más picantes, la ‘L’ despierta sensaciones intensas. Una persona se recuesta boca arriba sobre una superficie elevada, como una mesa, con las piernas levantadas, mientras la otra permanece de pie, liderando el ritmo con precisión. Esta posición permite un contacto profundo y estimulante. Además, tiene una variante igual de apasionante donde: la persona se coloca boca abajo, apoyando la parte superior del cuerpo en la mesa y dejando las piernas en el suelo, mientras su pareja se posiciona detrás, creando un encuentro lleno de intensidad.
3. Flor de Loto
La Flor de Loto es sinónimo de conexión y serenidad. Quien lidera adopta la postura de yoga del mismo nombre, sentado con las piernas cruzadas y la otra persona se sienta frente a ella, sobre sus piernas, entrelazando sus cuerpos en un abrazo íntimo. Los movimientos de vaivén, suaves y rítmicos, permiten disfrutar de una experiencia pausada pero profundamente conectada, ideal para fortalecer el vínculo emocional mientras se exploran sensaciones placenteras.

4. El Ascensor
La dificultad que representa El ascensor la convierte en una de las posturas sexuales más picantes. Requiere fuerza y un toque de audacia: una persona, de pie, sostiene a su pareja en brazos, apoyándola en su cadera con las piernas separadas. Para mayor comodidad, pueden usar una pared como apoyo, lo que permite prolongar el encuentro. Esta posición es ideal para quienes buscan una experiencia intensa, donde la entrega mutua y la confianza se convierten en protagonistas.
5. La ‘H’
Inspirada en la clásica cucharita, la ‘H’ lleva la pasión a otro nivel al practicarse de pie. Ambas personas se posicionan una detrás de la otra, permitiendo un contacto íntimo desde la parte posterior. Esta postura combina la cercanía de un abrazo con la intensidad de los movimientos, creando una experiencia que equilibra ternura y deseo.

6. El Molinillo de Viento
Esta postura sexual es un baile de cuerpos. Ambos se recuestan frente a frente, con las piernas entrelazadas alrededor de la cintura y las pelvis unidas en un abrazo íntimo. Si apoyan los brazos hacia atrás, lograrán un mayor control del movimiento, permitiendo un ritmo que puede ser tan suave o apasionado como deseen. La conexión visual y física en esta posición la hace única para compartir momentos de complicidad.
7. La Bailarina
Otra de las posturas sexuales más picantes y sensuales es La Bailarina. Una persona se apoya en la pared, inclinándose ligeramente hacia adelante y descansando los brazos y codos contra la superficie para mantener el equilibrio. Una de sus piernas permanece firme en el suelo, mientras la otra se eleva lo más alto posible. La pareja, posicionada detrás, ayuda a sostener la pierna elevada, creando una dinámica que combina fuerza, apoyo mutuo y una conexión profundamente íntima.

8. Sagitario
La postura Sagitario es un derroche de equilibrio y pasión. Ambos de pie, uno al lado del otro, una persona abraza a su pareja por la cintura con un brazo mientras con el otro sostiene el pie elevado de su compañero, facilitando un encuentro intenso desde un ángulo único. La persona con la pierna levantada puede sujetarse del cuello de su pareja para mantener la estabilidad, creando un momento donde la confianza y el deseo se entrelazan.
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