Cada año, cuando el aroma del pan de muerto invade las panaderías y los hogares, los sentidos despiertan una mezcla de nostalgia y celebración. Este pan, más que un postre, es un símbolo de reencuentro con nuestras raíces y seres queridos. Y para acompañarlo, nada como una bebida que realce su sabor, complemente su textura y nos envuelva en el espíritu de esta fecha tan significativa.
Desde un atole de guayaba y cempasúchil hasta un café de olla humeante, te compartimos las mejores bebidas para disfrutar esta tradición con un toque gourmet.
5 bebidas para acompañar el pan de muerto
Atole de guayaba y cempasúchil
Sin duda, uno de los sabores que celebra la riqueza de la gastronomía mexicana es la guayaba. Su perfume tropical se combina de manera excepcional con la flor de cempasúchil, creando un atole que no solo reconforta el alma, sino que también rinde homenaje al Día de Muertos.
Ingredientes:
- ½ kilo de piloncillo
- 1 taza de flores de cempasúchil
- ¾ kilo de guayabas
- ¼ kilo de masa de maíz
- 2 litros de leche
Preparación:
Hierve el piloncillo en 2 litros de agua. Mientras tanto, desinfecta la flor de cempasúchil en agua purificada con dos cucharadas de bicarbonato.
Corta las guayabas en cubos y agrégalas junto con la flor al agua con piloncillo disuelto. Deja hervir para integrar sabores. Retira del fuego, licúa la mezcla y añade pequeñas bolitas de masa de maíz para espesar.
Cuela si lo prefieres y regresa al fuego medio con la leche fría. Cocina a fuego bajo, moviendo constantemente hasta que espese y hierva ligeramente. El resultado será un atole cremoso, perfumado y lleno de color, ideal para acompañar el pan de muerto.
Infusión de azahar
La infusión de azahar es una bebida delicada y aromática que armoniza perfectamente con el pan de muerto. Sus notas frescas equilibran el dulzor del pan, especialmente en sus versiones rellenas, ofreciendo una experiencia elegante y ligera.
Ingredientes:
- 1 cucharadita de flores de azahar secas o de 5 a 10 flores frescas
- 1 taza (250 ml) de agua
- Miel o azúcar al gusto (opcional)

Preparación:
Calienta el agua hasta que hierva, añade las flores de azahar y tapa la olla. Deja reposar durante 10 minutos para que el agua absorba su aroma y propiedades.
Cuela la infusión, sirve en una taza y, si lo deseas, endulza con miel o azúcar. Es una bebida sencilla, pero profundamente aromática y reconfortante.
Champurrado
A la lista de las mejores bebidas para acompañar un pan de muerto se suma el champurrado. Esta receta ancestral, que data de la época prehispánica, combina la fuerza del cacao con la suavidad del maíz, dando como resultado una bebida espesa, cálida y llena de historia.
Ingredientes:
- 1 piloncillo
- 2 litros de agua o leche
- 1 varita de canela
- 2 tablillas de chocolate
- 250 g de masa fresca

Preparación:
Hierve los 2 litros de agua o leche con el piloncillo y la canela durante unos 10 minutos, hasta que el piloncillo se disuelva. Agrega las tablillas de chocolate y deja que se fundan, moviendo de vez en cuando.
Disuelve la masa en un poco de agua y añádela lentamente a la olla sin dejar de revolver para evitar grumos. Cocina a fuego medio hasta que hierva y espese, luego reduce el fuego y mezcla durante 5 minutos más.
Para una textura más espesa, agrega un poco más de masa; si lo prefieres espumoso, bate con un molinillo antes de servir.
Café de olla
El café de olla es un clásico mexicano que nunca pasa de moda. Con su aroma especiado y sabor profundo, evoca la calidez del hogar y combina a la perfección con el pan de muerto, creando una experiencia reconfortante y auténtica.
Ingredientes:
- Granos de café molido
- Piloncillo
- Varita de canela
- Agua

Preparación:
En una olla de barro, hierve el agua con el piloncillo y la canela hasta que se disuelva el dulce y la canela libere su aroma. Baja el fuego, añade el café molido y remueve suavemente. Deja reposar unos 5 minutos para que los sabores se integren.
Cuela la bebida, sirve caliente en tazas de barro y acompaña con un trozo de pan de muerto recién
horneado.
Vino

El pan de muerto también puede elevarse a una experiencia gourmet con una copa de vino. Un vino espumoso semiseco es ideal, ya que sus notas frescas y afrutadas equilibran el dulzor del pan y refrescan el paladar, convirtiendo este momento en una celebración sofisticada y moderna.
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