Si hemos observado las plantas por las noches, o si les hemos puesto atención antes de irnos a dormir y las revisamos al despertar, podemos notar que hay cambios en ellas. Tal vez crecieron o se movieron un poco o tienen una flor nueva. Esto pasa porque algunas plantas tienen varias actividades en la noche; no duermen realmente, aunque sí reducen su metabolismo para descansar, porque no hay sol para hacer fotosíntesis, ocupan su tiempo en otras cosas igual de importantes y que no requieren del sol para hacerlas.
No todas las plantas realizan todas estas actividades nocturnas, varían entre especies dependiendo de sus necesidades y condiciones ambientales.
Durante el día sabemos que se concentran en la fotosíntesis, que, a grandes rasgos, es el proceso natural de las plantas donde absorben bióxido de carbono, agua y la luz del sol, liberando oxígeno, para producir azúcares que serán su alimento para crecer y desarrollarse.
Pero, ¿qué sucede cuando no hay luz solar, cuando es de noche?
Aunque detienen el proceso de la fotosíntesis por la falta de sol, las plantas siguen respirando, –cosa que también hacen durante el día– toman oxígeno y liberan bióxido de carbono; igual que nosotros. De aquí viene el mito de que nos “roban” el oxígeno por las noches y que puede ser peligroso tenerlas donde dormimos; porque dejan de liberar oxígeno, ya que detienen la fotosíntesis, pero sí lo siguen consumiendo para respirar. El detalle está en las cantidades. El volumen de oxígeno que producen durante el día es muchísimo mayor a lo que pueden llegar a consumir por las noches, y comparado con nosotros, ellas consumen una mínima fracción de lo que podemos llegar a necesitar los seres humanos o algún animal de tamaño mediano, como podría ser un perro o un gato.
Si tomamos esta premisa, es más peligroso dormir con tu pareja o tu mascota que con unas cuantas plantas en la recámara.
Si migramos esta misma situación a mayor escala, como sería un bosque o una selva, todos los animales que viven ahí estarían en riesgo de morir por asfixia, y eso no sucede. Que las plantas nos roben el oxígeno por las noches o que sea peligroso tenerlas en el cuarto donde dormimos no es más que una leyenda urbana. Podemos llenar de plantas nuestras habitaciones y dormir tranquilos sabiendo que no nos quedaremos sin oxígeno y además van a purificar el ambiente y dar un aspecto de paz para tener un mejor descanso.
Pero si detienen la fotosíntesis cuando no hay luz solar, ¿por qué a veces podemos notar que nuestras plantas crecieron durante la noche?
Las plantas, igual que nuestros cuerpos, almacenan reservas. Solo que ellas convierten el azúcar que produjeron durante el día en almidón y lo guardan en sus hojas o raíces para usarlo en la noche, o para un día nublado. Por eso es que pueden seguir activas aun por las noches cuando no hay sol. Con esta energía pueden seguir respirando, creciendo, distribuir los nutrientes que generaron durante el día y moverse cuando es necesario. ¡Sí, algunas se mueven solas!
Recordemos que todo es resultado de la evolución y adaptación de las especies al medio ambiente.
Hay varias especies que se adaptaron a condiciones adversas, como fuertes vientos o lluvias y bajas temperaturas. Algunas plantas cierran sus hojas por las noches para conservar el calor o para protegerse del clima, como es el caso de la calatea. Si tenemos una, podemos notar que cuando es de noche y apagamos las luces, después de unos momentos levanta sus hojas y las junta en el centro adoptando una forma como de “capullo”.
El caso más conocido es el de los girasoles, que reciben su nombre porque voltean al sol de día y por las noches reposan. En el caso de las cactáceas, abren sus flores solo de noche, cuando no hay riesgo de perder agua por el calor tan intenso; tendrían que hacer una inversión de recursos muy grande para mantener la humedad de las flores y que el sol no las seque en cuestión de horas.
Otra de las grandes actividades que tienen las plantas por la noche es la regeneración y el fortalecimiento de sus estructuras. Por las noches, las plantas distribuyen los nutrientes y la energía que produjeron durante el día a las partes donde más lo necesiten, ya sean las raíces, los tallos, las hojas o las flores. Además, si sufrieron alguna lesión o tienen alguna plaga, este es el mejor momento para reponerse y combatirlo.
Esto es algo de lo que se ha investigado hasta ahora sobre sus actividades nocturnas; imaginemos todo lo que falta por saber sobre las plantas y sus procesos. ¡Son seres vivos con capacidades fascinantes!
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