Cada especie tiene diferentes necesidades de riego, recordemos que no todas las plantas necesitan los mismos niveles de humedad debido a su origen. No vamos a regar igual una suculenta que un cactus o una hortaliza; debemos considerar sus necesidades hídricas. La cantidad o frecuencia del riego también va a variar dependiendo del lugar donde esté ubicada la planta. No es lo mismo una planta que está al interior donde no recibe mucha luz directa y el sustrato se mantiene húmedo por más tiempo, que la misma planta estando en una terraza, al aire libre, en sol directo; el agua se va a evaporar más rápido en esas condiciones y va a necesitar mayor riego, aunque sea la misma especie.
Si nos pasamos, se pudren las raíces. Si nos falta, no va poder desarrollarse adecuadamente. En ambos casos se nos puede morir.
Lo primero que debemos conocer es la especie de planta que tenemos y qué tanta humedad necesita. Si no nos dieron esta información cuando la compramos o nos la regalaron, lo podemos consultar fácilmente en Internet. Algunas plantas prefieren tener el sustrato húmedo todo el tiempo mientras que otras necesitan estar casi secas, o totalmente secas, antes de volverlas a regar. Ese dato es el mejor punto de partida para empezar a conocer nuestra planta y sus preferencias de riego.
¿Cómo sé si mi planta ya necesita agua?
Es más fácil que nuestra planta se muera por exceso que por falta de agua, por eso, en lo que encontramos el punto exacto de la frecuencia y la cantidad de riego de nuestras plantas, es preferible que esperemos a que nuestra planta nos dé señales de falta de agua antes de regar. La primera señal que nos dan es que se “escurren” o “agüitan”, las hojas empiezan a perder turgencia y se ven decaídas o se ponen amarillas, vaya nuestra planta ya nos está pidiendo agua.
Un error muy común es que vemos la parte superficial del sustrato seca y pensamos que ya necesita agua, pero dentro de la maceta es otra historia, porque la humedad se va a concentrar en el fondo y eso no lo podemos ver a simple vista, tenemos que revisar la humedad dentro de la maceta. La forma más fácil para hacer esto es usando un palito de madera. Por ejemplo, los palitos de sushi funcionan muy bien. Es un truco muy sencillo. Solo hay que encajar un palito de madera dentro de la maceta, procurando que llegue al fondo, y ahí lo dejamos. Después de unos días, cuando saquemos el palito, vamos a poder ver mejor si el sustrato sigue húmedo por dentro y solo la parte superficial está seca, o si ya es tiempo de volver a regar.
- TIP: Pon mayor atención a las macetas pequeñas, se secan más rápido que las macetas grandes con más tierra o sustrato.
/ manuel_adorf/Getty Images
¿Cómo sé si mi planta está marchita por exceso o por falta de agua?
Si vemos que nuestra planta está marchita, decaída y no crece o florece, lo más seguro es que sea porque no la estamos regando adecuadamente. Lo primero que debemos revisar es la humedad dentro de la maceta. También podemos tocar con cuidado las hojas y los tallos para ver si están secos y crujen o si hay un exceso de agua y sentimos las hojas o tallos aguados, incluso podridos.
- TIP: Revisa que no haya plagas.
¿Cuánta agua debo ponerle a cada planta?
Esto va a depender en gran medida de la maceta y del drenaje que tenga, además de las necesidades particulares de las especies que tengamos.
Muchas veces, por miedo a no ahogar nuestras plantas, les ponemos muy poca agua. Si nuestras macetas tienen drenaje, es preferible regar hasta que el agua salga por debajo de la maceta y dejarla escurrir un poco, así nos aseguramos que todo el sustrato está totalmente humedecido.
Por el contrario, si las macetas no tienen perforaciones en la base debemos tener más cuidado, porque si nos pasamos, va a ser muy complicado eliminar el exceso de agua. Con estas, vamos a regar con poca agua y estar pendientes de las señales que nos va a dar nuestra planta. Así vamos a ir conociendo poco a poco la cantidad correcta de agua y no la matamos en el proceso.
- TIP: Las hierbas como la albahaca o una planta de tallos y hojas suaves o con flores, necesita más humedad constante que un arbusto con tallo leñoso y rígido. Esto nos puede guiar un poco para conocer las necesidades de nuestra planta.
¿Con qué frecuencia debo regar mis plantas?
La frecuencia puede variar muchísimo dependiendo de la especie y del clima. Por lo general, las plantas que tenemos en interiores, las regamos una vez a la semana. Esa puede ser una referencia común para la mayoría de las plantas en interiores, aunque puede ir desde cada tres y hasta 15 o 20 días, o más. Hay que considerar que la humedad se va a conservar de forma diferente dependiendo del clima del lugar donde vivimos y de las estaciones del año. En primavera y verano que hace más calor vamos a regar un poco más que durante el otoño y el invierno cuando hace más frío, el sustrato no se seca tan rápido y algunas plantas entran en estado de reposo para protegerse de las condiciones de la temporada.
¿A qué hora debo regar?
Siempre debemos regar cuando no haya mucho sol, o sea, tempranito en la mañana o al atardecer. Esto es por varias razones, pero las principales son prevenir la aparición de hongos que se producen cuando hay calor y humedad, y evitar que el agua se evapore durante el día por el calor, dejando que nuestra planta aproveche mejor el agua y así no la desperdiciamos.
¿Dónde debo poner el agua?
Siempre debemos regar solo el sustrato porque las hojas y las flores se pueden maltratar o dañar con el agua. Por eso, solo vamos a regar dentro de la maceta. Aunque, si nuestra planta es de las que necesita más humedad, podemos también rociar las hojas con un atomizador. De esta forma estamos imitando un poco la lluvia y aprovechamos para limpiar las hojas del polvo o partículas del ambiente.
- TIP: es importante que no les dé sol directo cuando hayamos atomizado nuestra planta, las gotas de agua, en conjunto con los rayos del sol, pueden manchar o quemar las hojas y las flores.
¿Qué tipo de agua debo usar para regar mis plantas?
Lo mejor siempre será el agua de lluvia. Si puedes, capta el agua de lluvia y úsala para regar, ¡tus plantas te lo van a agradecer! El agua de filtro o purificada ya perdió minerales necesarios para la planta y vas a tener que fertilizar con mayor frecuencia, mientras que el agua de la llave tiene bastante cloro, que puedes eliminar dejándola en un recipiente destapado durante una o dos horas para que este se evapore. Yo prefiero el agua de la llave.
¿Qué hacer para recuperar una planta “ahogada”?
Revisar el drenaje de la maceta, si está tapado, puedes usar un palito o algo para reabrir los orificios y que el agua salga adecuadamente de la maceta. Si esto pasó, seguramente el sustrato está muy apretado y por eso no permea bien el agua. Es posible que debas cambiar el sustrato por uno más suelto o al menos aflojarlo con cuidado.
Si la maceta no tiene drenaje y ya está encharcada, vas a necesitar sacarla de la maceta, cambiarle el sustrato por uno seco y ponerla en un en un lugar fresco en lo que se recupera. No al sol ni en un lugar caliente porque se pueden generar hongos y la terminaríamos de matar.
¿Qué hacer para recuperar una planta seca?
Cuando el sustrato de la maceta ya está totalmente seco y hasta se sale solo de la maceta, debemos tomar otras medidas, porque el agua ya no se queda en el sustrato, sino que escurre por las ranuras y no lo humedece adecuadamente. Si la maceta tiene drenaje, aplicaremos el riego por inmersión. Vamos a sumergir la maceta completa en agua durante algunos segundos o minutos (hasta que dejen de salir burbujas de aire) y luego la dejamos que escurra todo el exceso de agua. Es importante que solo sumerjamos la maceta – no las hojas ni los tallos ni ninguna otra parte aérea de la planta que no sea el sustrato. Si la maceta no tiene salida de agua, podemos ponerla en una con drenaje y sumergirla en lo que se recupera o podemos regar poco a poco sin encharcarla, y usando el truco del palito, para mantener el sustrato húmedo, pero no encharcado.
Poco a poco irás conociendo cada una de tus plantas, las señales que te dan y la mejor forma de cuidarlas de acuerdo a sus necesidades.
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