En un mundo que se mueve cada vez más rápido, encontrar un lugar donde el tiempo se detenga se ha convertido en un verdadero lujo. Sin embargo, existen ciertos destinos donde la serenidad no es un privilegio, sino una forma de vida. Estos países, seleccionados por el Global Relaxation Index 2025, ofrecen algo más que paisajes hermosos: son una invitación a respirar, reconectar y descubrir el placer de la calma.
Los destinos más tranquilos del mundo
Australia
En el primer lugar de los destinos más tranquilos se encuentra Australia, un país que combina vastos territorios naturales con un ambiente seguro y un estilo de vida orientado al bienestar. Con 704 parques nacionales y más de 4 mil 700 experiencias de relajación, este destino ofrece desde baños en aguas termales hasta prácticas de yoga en playas solitarias y retiros ecológicos en plena naturaleza. La baja densidad de turistas y la conexión profunda con la tierra hacen de Australia un lugar ideal para desconectarse del estrés cotidiano.
Canadá
Canadá no solo posee la colección de lagos más extensa del mundo, sino también paisajes que inspiran calma y admiración. Aquí es posible contemplar auroras boreales, visitar maravillas naturales como las Cataratas del Niágara o la Bahía de Fundy, y disfrutar de 4 mil 724 experiencias de bienestar, entre ellas refugios junto a lagos, termas en las Montañas Rocosas y estancias diseñadas para la desconexión total.
Islandia
Considerado el país más tranquilo de Europa, Islandia fusiona seguridad, naturaleza salvaje y paisajes oníricos. Sus cielos oscuros, libres de contaminación lumínica, son el escenario perfecto para observar auroras boreales, mientras que sus carreteras sin tráfico y sus balnearios geotérmicos ofrecen un entorno de pura serenidad. En este rincón del Atlántico Norte, cada experiencia invita a reconectarse con el silencio y la fuerza elemental de la tierra.
Finlandia
En Finlandia conviven la modernidad y la naturaleza salvaje en armonía. Sus interminables bosques, miles de lagos y ciudades sostenibles conforman un entorno donde el ruido es casi inexistente. Aunque ofrece menos instalaciones dedicadas al bienestar que otros destinos, destaca por sus bajos niveles de contaminación, su ritmo pausado y sus desplazamientos cortos, ideales para quienes buscan una experiencia sin prisas.
Nueva Zelanda
Nueva Zelanda es un oasis de calma y biodiversidad. Sus bosques cubren el 37% del territorio y un tercio del país está formado por áreas protegidas. Desde montañas envueltas en niebla hasta cascadas que caen entre valles, cada rincón suyo inspira serenidad. Sus paisajes volcánicos, costas solitarias y parques nacionales hacen de este uno de los destinos más tranquilos del mundo, donde es posible encontrar el equilibrio perfecto entre aventura y descanso.
Austria
Austria es sinónimo de orden, seguridad y belleza natural. Con tasas de criminalidad muy bajas y paisajes que parecen sacados de un cuento, este país ofrece lagos cristalinos, montañas verdes y pueblos encantadores donde el tiempo transcurre con suavidad. Hallstatt, Zell am See o el Valle de Wachau son destinos ideales para disfrutar de días de contemplación entre montañas y tradiciones alpinas.
Suecia
En Suecia, el orden y la naturaleza se unen para crear un ambiente de serenidad absoluta. Sus bosques, lagos y montañas son el escenario de un estilo de vida equilibrado y sostenible. Las ciudades, limpias y silenciosas, invitan a caminar sin prisa. El concepto de lagom —“ni demasiado, ni muy poco, justo lo necesario”— define la filosofía sueca y se refleja en su forma de trabajar, convivir y disfrutar del tiempo libre.
Estonia
Vida serena, bienestar y naturaleza casi intacta definen a Estonia. Más de la mitad de este tranquilo destino está cubierto por bosques, lagos y playas solitarias donde el silencio se convierte en protagonista. Tallin, su capital, combina historia medieval con modernidad y calma, mientras que localidades como Tartu o Pärnu invitan a recorrer calles tranquilas y a disfrutar de una atmósfera relajada junto al mar Báltico.
Noruega
Noruega cautiva con paisajes majestuosos y una profunda conexión con la naturaleza. Sus fiordos, montañas, glaciares y bosques invitan a la contemplación y al sosiego. Aquí se pueden admirar auroras boreales, recorrer pequeñas ciudades rodeadas de espacios verdes y experimentar un estilo de vida basado en el respeto y la armonía. Su seguridad, limpieza y ritmo pausado hacen de Noruega uno de los destinos más tranquilos del planeta.
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