Actualidad

Kirit Kaur: El camino al despertar

Por: Redacción CENTRAL 17 marzo 2017 • 4 minutos de lectura

Vivió de cerca el cáncer de mama y supo que su padecimiento fue una enseñanza de vida que la hizo mejor mujer

Compartir:

Fotos: Ricardo Trabulsi/ Asistentes: Sergio Casillas y Teodoro García/ Make up: Lucelly Aspeitia, Global Makeup Artist de Estée Lauder

Por: Silvana Obregón

En el jardín de su casa, Ariana Villegas Brown nos recibió para la entrevista publicada en nuestra edición de octubre de 2015. Esta mujer de ojos verdes y mirada profunda, comenzó por contar por qué cambió su nombre; y es que mientras escribía un guión cinematográfico sintió la necesidad de pedir un nombre espiritual que se amoldara a su nuevo estilo de vida y personalidad.

Se hizo llamar Kirit Kaur, que en hindú significa: quien brilla con la gloria de Dios y comparte esta luz. Ella ha tomí la decisión más importante de su vida: Dejar el tratamiento alopático. ¡Esta es su historia!

LA ETAPA DORMIDA

Estudió la carrera de Cine en 2003 en la Vancouver Film School, donde aprendió más sobre el mundo cinematográfico, que siempre fue su pasión. Recuerda su inquietud por destacar en el medio y recibir premios que alimentaran su ego, como algo que ocupaba su mente mientras trabajaba en algunos cortometrajes y largometrajes como Eat me, La reina de San Carlos, Analogy y Ella y el Candidato.

En 2010 sintió una bolita en el seno izquierdo, por lo que fue al ginecólogo a revisarse. Le aseguraron que era fibrosis y que a sus 27 años no tenía de que preocuparse. Su mamá, Kirsten Brown, había padecido cáncer de mama y lo había superado exitosamente. Mientras relata su historia, las palabras fluyen con rapidez, sin olvidar un solo detalle. Nos comentó que después de seis meses sintió un dolor muy fuerte en el pecho, entonces vino el miedo: fue con el oncólogo a realizarse los estudios de rigor que eran mastografía y ultrasonido. “El doctor me dijo que tenía que hacerme una biopsia y yo le hice caso. En esa etapa de mi vida estaba dormida y no hacía mucha conciencia”.

Le dieron la noticia que nadie quiere escuchar: “tienes cáncer y nódulos en la zona de la axila”. A partir de ese momento su vida cambiaría por completo.

Kirit


DE QUIMIOS Y RADIOTERAPIAS

“Lo primero que pregunté cuando me diagnosticaron fue ‘¿se me va a caer el pelo?’ Porque lo tenía rubio y largo”, dijo Kirit de manera irónica, aunque después a pesar de que no recibía ninguno de esos tratamientos, mantenía un look rapado que le hacía sentir más bella y segura de sí misma.
Después del procedimiento, en 2011 asistió a su revisión general. El diagnostico fue desalentador ya que el cáncer había llegado al esternón. “Entré en pánico, y la gente me bombardeó con comentarios negativos de que una vez que entra a la zona de los huesos, es el fin”. Según su doctor, Kirit requería una operación complicada a la que no quiso someterse por miedo, así que optó por la radioterapia y la hormonoterapia.

ENTRE MIL Y UNA ALTERNATIVAS

En la siguiente revisión le encontraron nódulos en los pulmones. “Cada diagnóstico era un susto y temblaba de miedo. Tenía ataques de pánico...”, se interrumpe, el teléfono sonó y decidió no contestar, su mente y corazón están en contarnos su historia.

A partir de ese momento, Kirit sintió una profunda necesidad de indagar en la medicina germánica, la cual considera que las enfermedades se generan de una experiencia traumática inesperada. Antes de que le detectarán cáncer de mama, vivió una separación dramática de su pareja, por lo que pensó que eso había generado que sus glándulas mamarias se descompusieran, y como consecuencia llegara la enfermedad.

Inconforme con un solo tratamiento, decidió experimentar medicinas alternativas como acupuntura, terapia de imanes, iridología, piedras de obsidiana y cristaloterapia… la dieta alcalina comenzó a hacerse presente en su rutina. Esta más tarde se convirtió en una de sus estrategias para sentirse mejor. Kirit decidió hacer algunos cambios en su vida, mientras la gente le preguntaba si dejaría los tratamientos. “Vivía con los miedos de los demás”, nos contó.

Kirit interior

EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA

En 2014 le informaron que el cáncer ya se había extendido a varios huesos. “Me traumé y decidí regresar al tratamiento alópata”. Seis meses permaneció con mucho dolor en el cuerpo por lo que decidió abandonar definitivamente este tipo de medicina y al inicio de 2015, al realizarse otro Pet (una tomografía especial) para saber cómo seguía, descubrieron que el cáncer había alcanzado más huesos.

“Todos tenemos miedo a la muerte, pero yo cada vez sentía menos temor a morir, por eso decidí hacer las pases de corazón y entregarme a Dios y a la vida”. Luce serena, con una profunda tranquilidad, como si hubiera encontrado el punto de equilibrio en su vida.

Ahora Kirit Kaur medita diariamente y se concentra en escuchar a su cuerpo. “Ni una sola medicina más. Si este es mi cuerpo así lo voy a aceptar. Gracias a la meditación puedo ver el dolor y no sufrirlo, es ahí donde puedo vivir mi proceso”.

Su alimentación cambió ya que encontró en las plantas y dieta alcalina una cura de desintoxicación. Así comenzó a reducir el dolor, aunque el proceso para llegar a entender su situación, aceptarlo y vivir sin juicio, ha sido largo.

¿Sus grandes apoyos? Jorge su hermano y su mamá, a quienes no les fue fácil aceptar su decisión. “Lo que hay que entender es que no podemos salvar a nadie, solo los podemos amar”.Ante la pregunta “¿Qué es para ti el cáncer?”, Kirit no titubeó: “El cáncer no es para mí una lucha, sino un camino al despertar, un llamado del cuerpo para regresar a mi ser”. Para ella la felicidad viene desde una verdadera aceptación y así resume todo este cambio en una frase: “No soy un nombre solo soy”.

Kirit y hermano

Kirit falleció este 15 de marzo, poco después de que su proyecto en Kickstarter no alcanzara la meta establecida, pero con nosotros se quedan su paz y sus trabajos cinematográficos.

×
X