¿Quiénes fueron las víctimas de Jeffrey Dahmer?

Desde el estreno de la polémica serie de Netflix, Dahmer – Monster: The Jeffrey Dahmer Story, los familiares de las víctimas del asesino en serie, Jeffrey Dahmer, han reclamado a la productora, pues no se les consultó al respecto, además que se reabrió una herida que seguramente ha sido muy difícil de tratar, pues los asesinatos del Caníbal de Milwaukee estuvieron llenos de brutalidad, además de ser sumamente perturbadores.

Dahmer tenía una obsesión con el control y por ello buscaba un hombre que lo satisficiera sexualmente, pero que no hablara y no se moviera, que simplemente hiciera la voluntad del Monstruo de Milwaukee y al no encontrarlo, sucumbió a la práctica de la necrofilia, además de convertir los restos de sus víctimas en una especie de retorcidos juguetes sexuales.

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El modus operandi de Dahmer era efectivo, además de incidental en un inicio, pues estos impulsos asesinos surgían con su evidente problema con el alcohol, hasta que fue demasiado tarde, pues su deseo por encontrar al “amante perfecto” fue mucho mayor que la cordura y así, tomó la vida de 17 hombres.

Las víctimas de Jeffrey Dahmer eran hombres de la comunidad LGBTQI+, que eran atraídos por el asesino serial con la promesa de sexo y dinero fácil, además que algunos de ellos eran aún menores de edad.

Steven Hicks salía de un concierto y buscaba la forma de llegar a casa, lo que hizo que tuviera la mala suerte de encontrarse con Jeffrey Dahmer, quién lo llevó a su casa con la promesa de alcohol y buena música, pero cuando Hicks quiso irse a casa, Dahmer lo atacó con una pesa de 5 kilos en la cabeza.

Mientras Steven estaba inconsciente, Dahmer lo estranguló para después descuartizarlo, más tarde separar la carne de los huesos, los cuales pulverizó y disolvió la piel de Hicks en ácido.

Steven Tuomi conoció a Dahmer en un bar y más tarde fueron al hotel Ambassador. Cuando Jeffrey Dahmer despertó, Tuomi ya estaba muerto y, de acuerdo a las declaraciones de Dahmer, no recuerda haber terminado con la vida de Steven, pero el asesino piensa que debió matarlo impulsivamente mientras se encontraba en estado de ebriedad.

Nunca se encontró el cuerpo de Steven Tuomi de 25 años, sin embargo, Dahmer cree que seguramente lo mató a golpes.

James Doxtator tenía apenas 14 años cuando conoció a Jeffrey Dahmer en un bar gay, él convenció al menor de posar desnudo para él por 50 dólares. Doxtator fue estrangulado y más tarde, Dahmer conservó su cuerpo por una semana, aunque tuvo que deshacerse de los restos por la descomposición.

Richard Guerrero de 22 años fue drogado por Dahmer para después morir estrangulado, más tarde, el asesino lo cortó en pedazos y disolvió la carne de Guerrero, además de conservar su cráneo por varios meses antes de deshacerse de este.

El joven de 24 años, Anthony Sears, aspiraba a ser modelo. Sears también fue drogado y estrangulado por Dahmer, quién conservó su cráneo y genitales hasta el día de su arresto en 1991.

A sus apenas 13 años, Keison Sinthasomphone fue abusado sexualmente por Dahmer, quién pasó un año en prisión tras cometer este crimen.

También conocido como Ricky Beeks, Raymond Smith era un trabajador sexual de 32 años, a quién Dahmer drogó con pastillas para dormir en su bebida y más tarde estranguló en el suelo de su cocina.

Edward Smith conocía a Jeffrey Dahmer desde tiempo atrás, incluso habían tratado de ser amigos, pero Dahmer lo asesinó y más tarde disolvió su esqueleto en ácido.

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Ernest Miller de 22 años era un bailarín que conoció a Jeffrey Dahmer afuera de una librería y, de acuerdo a las declaraciones de Dahmer, sentía una fuerte atracción al físico de Miller. El Caníbal de Milwaukee cortó la arteria carótida y más tarde lo descuartizó en la tina de baño.

Con el cuerpo de Miller, Jeffrey Dahmer cometió canibalismo, además de conservar el esqueleto del bailarín.

David Thomas fue drogado con pastillas para dormir y después de morir, Jeffrey Dahmer decidió que “no era su tipo”, aunque de todos modos descuartizó el cuerpo y tomó fotos con una cámara polaroid del proceso.

Curtis Straughter tenía apenas 17 años cuando conoció a Dahmer, quién lo llevó a su departamento, donde drogó a Curtis, lo esposó y estranguló antes de cortarlo en pedazos, aunque conservó el cráneo, manos y genitales de Straughter.

Errol Lindsey tuvo la mala suerte de ser uno de los experimentos de Dahmer para conseguir al “amante perfecto”. Jeffrey Dahmer taladró un agujero en el cráneo de Lindsey e inyectó ácido clorhídrico en su cerebro y, cuando Errol despertó, se quejó de que le dolía mucho la cabeza y así, Dahmer decidió drogarlo de nuevo para estrangularlo hasta la muerte.

Tony Hughes era sordo-mudo y conoció a Dahmer en un bar gay, con quién se comunicaba con mensajes escritos, así, fue llevado al departamento de Monstruo de Milwaukee con la promesa de dinero a cambio de que posara desnudo y ahí fue estrangulado.

Jeffrey Dahmer conservó el cuerpo de Hughes en su recámara por tres días y durante el desmembramiento, Dahmer aprovechó para tomar fotografías del proceso.

El hermano menor de Keison Sinthasomphone, Konerak, fue drogado por Jeffrey Dahmer a sus 14 años, además que Dahmer perforó un agujero en su cráneo y fue inyectado con ácido clorhídrico.

Jeffrey Dahmer salió por cerveza y en ese interludio, Konerak despertó, pero sería interceptado por Dahmer mientras que el menor se encontraba desorientado en la calle. Al ser interrogado por la policía, Dahmer aseguró que era su amante y que el chico estaba drogado, así que los oficiales lo llevaron al departamento del Caníbal de Milwaukee.

Al llegar a la casa de Dahmer, este inyectó nuevamente a Konerak con ácido clorhídrico, sin embargo, esto terminaría con la vida del menor.

Jeffrey Dahmer abordó a Matt Turner en la parada del autobús después del desfile del orgullo de Chicago y lo convenció de ir a su departamento para posar desnudo a cambio de dinero. En su apartamento, Dahmer estranguló a Turner de 20 años. Tras desmembrarlo, Dahmer conservó la cabeza, torso y órganos internos de Matt.

Jeremiah fue otro experimento para Dahmer, a quién conoció en un bar gay de Chicago, para más tarde aceptar irse con él a Milwaukee por el fin de semana. Ya en Milwaukee, Dahmer perforó dos agujeros en el cráneo de Jeremiah para quemar su cerebro con agua hirviendo.

Weinberger murió con los ojos abiertos, lo que hizo que Dahmer definiera como “excepcional”.

Oliver Lacy tenía apenas 24 años cuando tuvo relaciones sexuales con Jeffrey Dahmer, quién lo trató de drogar con cloroformo.

Oliver era un fisicoculturista y fue convencido por Dahmer para “posar desnudo”, para más tarde destazarlo y practicar necrofilia con su cuerpo.

Jeffrey Dahmer estranguló a Joseph Bradehoft y, más tarde, conservó su torso y cráneo en un congelador. Joseph vivía con sus tres hijos en Minessota, pero se encontraba en Milwaukee para buscar trabajo.

La última víctima de Jeffrey Dahmer fue Tracy Edwards, quién logró escapar y denunciar al Monstruo de Milwaukee, lo que derivó en el arresto de Dahmer en 1991.

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