Redacción: Central
El amor en sí es complejo. Está lleno de experiencias, misterios y acertijos que tratamos de descifrar. Luchamos y aspiramos por lograr un amor real que nos encienda el corazón y nos ayude a ser felices. Seguimos consejos y fórmulas para no decaer y encontrar a esa persona que debiera ser nuestra alma gemela, nuestro gran amor.
Cuando nos enamoramos de alguien sentimos que todo mejora, que nuestro mundo gira de forma distinta e, incluso, nos olvidamos de él por un minuto cuando estamos con esa persona. Creemos que nuestro corazón late más fuerte, que nuestra mirada expresa más de lo habitual y que nuestro diario vivir tiene un propósito. Nos encontramos con el paso hacia el camino de la felicidad y nos hacemos parte de él.
Sin embargo, hay ocasiones en las que las parejas, con el fin de complacer al otro, cambian y dejan de lado ciertas cosas que antes formaban parte de ellas. Nadie dice que sea malo, pero cuando lo que cambias es tu esencia, entonces no estás viviendo un amor verdadero.
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