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Celina y Benny viven para amarse

Por: Redacción: Central 12 diciembre 2018 • 8 minutos de lectura

Luego del escándalo que se dio entre Benny Ibarra y Celina del Villar, recordamos que su amor parece de otro mundo

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Celina del Villar y Benny Ibarra contaron todo sobre su relación Foto Especial
Celina del Villar y Benny Ibarra contaron todo sobre su relación

Por Brisa Granados

Luego de que una publicación diera a conocer una supuesta infidelidad por parte de Benny Ibarra contra Celina del Villar, recordamos que hace unos ayeres tuvimos una entrevista donde nos contaron, de primera mano, esta parte oscura de su pasado que, justamente, se ha quedado en eso, en el pasado.

Cuando se conocieron nadie apostó a que durarían tanto: ella era una niña de costumbres muy arraigadas, y él un músico, con pelo largo, aretes y sin dinero. Pero contrario a toda predicción, 26 años después siguen tan enamorados como el primer día.

Aquí los secretos de su historia de amor:

Es maravilloso encontrarse con un amor tan real como el de los protagonistas de nuestra portada, pues más allá del tiempo que llevan juntos, están muy lejos de ser una pareja de apariencias y poses. Llegaron a la sesión de fotos con Central: hablando de lo mucho que a Celina le enoja cómo conduce Benny, puea se pega mucho a los otros automóviles. Y mientras la maquillaban, él pidió un café, no sin antes asegurarse de que su esposa no deseaba nada.

Durante las fotos Benny conectó su teléfono a una bocina portátil con la selección de música perfecta para lograr una atmósfera romántica pero a la vez divertida. Y vaya que las cosas fluyeron muy bien: él mostró su lado más sexy y constatamos que desea a su esposa como un loco, ella estaba un poco nerviosa y apenada al principio, pero después cedió a los encantos de su pícaro esposo.

En la entrevista platicaron sin pena de todo lo que han vivido como pareja, se conocieron gracias a Erik Rubín y a pesar de ser tan diferentes, al poco tiempo de hacerse novios se mudaron a vivir juntos y cuando el papá de ella lo supo, se metieron en un gran lío. Después de siete años se separaron uno y medio, pero regresaron con un amor más fuerte. Tuvieron dos hijos, se casaron y hasta la fecha siguen enamoradísimos.

Celina y Benny ibarra Foto Especial
Celina y Benny ibarra

La primera cita

La historia de amor de Benny y Celina comenzó hace 26 años, el 17 de junio de 1998, cuando Erik Rubín, —integrante de Timbiriche y amigo de toda la vida de Benny Ibarra—, lo convenció de que lo acompañara a una cita doble: “Salimos con dos güeras, sí, en ese entonces Celina era muy güera. Fuimos al Magic y entramos de contrabando porque Erik y yo éramos menores de edad, ella ya tenía 19. Como yo vivía fuera de México no tenía nada que perder, ¿qué tanto era tantito?”

La cita terminó y Benny esperaba que Celina le hablara, pues contrario a lo que cualquier otro chico haría, él le dio su teléfono a ella. “Eso es lo que hacían todos los niños fresas de esa época pero yo no”, asegura Benny. Entonces vino una segunda cita: “Erik seguía de necio con la otra güerita, entonces planeamos otra salida el siguiente fin de semana. Fuimos a un McDonald’s y yo no traía dinero, yo nunca traigo dinero, y Celina me ha invitado todo desde entonces”, (risas).

Celina y Benny decidieron tener una tercera cita pero ahora sí solos. “Fue una cena romántica en un lugar muy elegante, el restaurante Lancers. Cenamos increíble y me acuerdo perfecto de la cara de Benny cuando llegó la cuenta, como de ‘¿qué voy a hacer?, no traigo suficiente’. No me acuerdo si le completé o acabó dejando empeñado su reloj y entonces ¡me enamoré!”, recuerda Celina.

Novios

La pareja comenzó a andar el 7 de julio de 1988, 20 días después de conocerse: “Fue un día super lluvioso, Erik iba conduciendo por una calle muy empinada en Bosques, y se trepó a una banqueta, fue todo un show, creo que nos acusaron de causar daños a la nación. Y mientras él cambiaba la llanta yo puse un soundtrack de caricaturas, y entre Los Picapiedra y La pantera rosa, nos dimos nuestro primer beso”, dice Benny.

Dos años después el papá de Celina se enteró por un programa de espectáculos que ya vivían juntos: “Llegamos a casa de mi suegro y ni me volteó a ver. Mi cuñado, menor que nosotros, nos dijo ‘está encabronadísimo mi jefe’. Celina y su papá se metieron a una habitación para platicar y desde afuera yo solo escuchaba ‘¿Cómo vas a andar con un artista, farandulero, pelo largo, jeans rotos, aretes y ni un peso?’. Y todo era real, ¿eh? Entonces ella dijo ‘no te preocupes, las cosas van a cambiar’, asegura el cantante. La ex modelo interviene: “La verdad es que mis papás, ahora divorciados, tenían que hacer el papel de padres. Mi mamá hasta me preguntó si estaba embarazada, pero la relación entre ellos y Benny ha sido increíble”.

Beso celina y benny Foto Especial
Beso celina y benny Foto Especial

Él la cortó

En 1995 a los dos les estaba yendo muy bien profesionalmente, Celina era una modelo cotizada, y Benny uno de los cantantes y compositores más exitosos de México. Y aparentemente tenían una relación estable, pero él decidió terminar. “A los 25 años yo pensaba que llevábamos una eternidad y quería averiguar qué cosas había allá afuera, en el mundo”, comenta el cantante un poco apenado. Y su mujer se anima a dar más detalles de ese momento tan difícil para ambos: “Yo me fui a Japón unos meses a trabajar, regresé y me encontré con que no sabía si seguir o no conmigo. En medio de la crisis fuimos a una convención de la disquera de Benny en Oaxaca, estando ahí acordamos separarnos, hice mi maleta, me fui al aeropuerto y cuando él regresó a la casa yo ya no estaba”. A ella le dolió mucho hasta que entendió que prefería que Benny le fuera sincero en vez de alguien que le pintara el cuerno. “Era un poco de suponerse, cuando empezamos a andar Benny tenía 17 y yo 19. Eso sí, 17 bien vividitos porque tampoco era un inocente que no había pasado por otras, lo sabe el país entero”, dice bromeando Cel.

Aunque para ambos fue difícil, el año dos meses que estuvieron separados les sirvió mucho: “Sí, estuvo bueno, por muchas razones, la principal porque me di cuenta con quién sí y con quién no quería estar”, confiesa el músico y Cel lo delata: “En esa época yo tuve un novio y Benny como 38 novias”.

❤️ pic.twitter.com/0Trs02oeRG— Benny Ibarra DeLlano (@bennyibarra) 11 de diciembre de 2018

Las segundas partes sí son buenas

La pareja se reencontró cuando él se enteró que ella terminó con el novio que tuvo mientras estuvieron separados. Benny la buscó y sabía que ella no iba a acceder a regresar con él tan fácilmente: “Lo planea todo perfectamente bien y en cuanto le propuse volver, me dijo ‘¿ya acabaste de echar relajo? ¿Ya todo bien?’ Y nos volvimos a enganchar, estuvo bien bonito”, recuerda el artista.

Dos años después comenzaron a planear la llegada de María, su primera hija, quien nació en 1998, (lamentablemente la pareja ya había perdido un bebé antes).

A los cuatro meses de que la niña nació se dio el primer reencuentro de Timbiriche, —el grupo en el que él debutó en el mundo de la música—, y Celina era la stylist del grupo. Entonces tanto papás primerizos como bebé se embarcaron en la gira del grupo. “Ahí íbamos Celina, María y yo con nana, maletas, pañaleras y mucha ropa, fue una locura. María se fue de gira con Timbiriche a hacer 80 fechas con solo cuatro meses de edad”, dice el orgulloso papá. “Hay niños que nacen en familias con papás locos y horarios locos, y así le tocó a ella”, agrega Celina.

La ahora corredora de maratones se volvió a embarazar cuando su primogénita tenía tres años y medio. “Mateo siempre ha decidido sus tiempos que son muy especiales, a veces no hay prisas en ciertas cosas y se adelanta en otras”.

Benny dice que María, de 16 años, es explosiva, intensa y artista, mientras que Mateo, de 12, es tranquilo, cuadrado, piensa las cosas mil veces, y es menos impulsivo, como su mamá. “Con ellos he aprendido mucho de mí mismo, de mi historia, vida y linaje, y de la familia de mi pareja. Son espejitos de lo bueno y de lo malo”.

El compositor asegura que él y Celina han formado una familia mucho más estructurada que la que tuvo de niño. Sus papás, Julissa y Benny, se separaron cuando él era muy pequeño y los dos se dedicaban a la música y la actuación, por lo que nunca fue un niño común: “Mis hijos han tenido una vida más normal de lo que yo viví”.

A Benny le hubiera gustado tener una familia mucho más grande pero no ha logrado convencer a Celina de tener más hijos. “Si por mí fuera hubiéramos tenido quince pero no se dejó”.

Benny ibarra y celia del villar Foto Especial
Benny ibarra y celia del villar Foto Especial

El secreto de una relación larga

“Una relación de tanto tiempo está basada en la admiración y el respeto”, confiesa el cantante, quien lo que más admira de su mujer es su capacidad para entender su carrera. Y el mismo Benny no entiende cómo, pero su esposa sigue sorprendiéndolo a cada instante: “No deja de enamorarme de una manera muy rara, la verdad.

No es una mujer romántica, todo lo contario. Yo soy el de las flores, de las velas, incienso y hasta quien se pone negligé, (risas). De repente, cuando estoy a punto de decir ‘ya no me quiere, ya no se va a armar, no la provoco, no la prendo, algo hace que me tiene ahí como un loco”. Aunque la ex modelo asegura que no se trata de una estrategia pues así es su personalidad. “No creas que voy por la vida de ‘en tres días me voy a portar seria con él’. Benny sabe que así soy con mis amigos, la gente que me rodea y los niños”.

Ella es una mujer clara y que pocas veces se pone celosa. Cuando lo hace, no se anda con rodeos, simplemente le dice a su esposo lo que le gusta y lo que no. “Nunca me cela pero la vez que lo hace es bien bonito”, dice Ibarra.

A Celina le encanta que Benny ha logrado mantener el romance en ascenso. “Además me cae muy bien su darkside. Si tú le preguntas a la mayoría de la gente, te dicen que es ecuánime, un angelito que flota por la vida. Y se ha creado ese personaje, sí lo es pero tiene otro, uno rudo, que cuando sale me encanta”.

Y como todas las parejas también tienen peleas. “No me gusta cómo conduce. Ya no lo hace pero solía hablar por teléfono o buscar una canción mientras manejaba”. Benny asegura que los líos más comunes en esta etapa de su relación han sido por concordar en cómo educar a sus hijos. “Venimos de familias tan diferentes que a veces es difícil encontrar un punto medio, definir a qué hora deben regresar de las fiestas, por ejemplo”. Pero en lo que la pareja siempre ha congeniado es en su deseo de mandar a sus hijos a estudiar al extranjero. Desde septiembre pasado María estudia música en Walnut Hill SchoolfortheArts, en Boston, el mismo colegio al que Benny acudió. “Sé el tipo de lugar donde está, duerme en el mismo dormitorio donde estuve, con los mismos cuidadores de mi época, con una rommie rusa, y yo tuve un rommie ruso”.

Y cuando le preguntamos si ¿es un papá celoso?, así contestó: “No sé todavía porque mi hija no ha tenido novio. Pero este fin de semana va a ir a un concierto y cuando me enteré que iba con un chico, le dije ‘yo te compro otro boleto para que vaya otra amiguita tuya o alguien más’. Oye yo no conozco al muchacho, ¿qué tal que es cantante?”, (risas).

Benny tiene un estilo muy particular de definir su relación con Celina del Villar: “Yo nombraría este artículo ‘Cómo quedar en banca rota viajando y comiendo bien’. Nosotros y los niños la hemos pasado bien viajando”.

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