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¿Árbol o Nacimiento?

Por: Redacción CENTRAL 15–12–2016 • 3 minutos de lectura

La Navidad es una de las fiestas más relevantes, entrañables y populares del calendario cristiano, pero no siempre fue como la conocemos ahora

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Fotos: StockSnap.io
Por: CBR, director editorial de Algarabía @alguienomas

El Nacimiento


Es probable que la popularidad de la Navidad en el medioevo aumentara gracias a los dramas litúrgicos y los misterios representados en las iglesias. El tema más popular era la Sagrada Familia y la Natividad. Al tiempo que aumentaba este interés, creció el arraigo de la Navidad como fiesta popular.

Los Nacimientos se convirtieron en un objeto significativo de las celebraciones navideñas, en especial a partir del siglo vVII, cuando el papa Teodoro I (642-649) hizo traer de Belén «los restos del pesebre que acogió al niño Jesús»,2 depositándolos en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma. Desde entonces, y durante la Edad Media, el pesebre se hizo indispensable en todas las iglesias, abadías y catedrales de la Cristiandad durante la Navidad.

Para el siglo X se celebraban en Europa representaciones escénicas de ciertos episodios bíblicos del nacimiento de Jesús, que servían como «catequesis visual» para los iletrados fieles del medioevo: una joven con su hijo recién nacido y un hombre barbado de cierta edad eran colocados en el presbiterio de cara al pueblo para representar a la Sagrada Familia. A lo largo de la celebración, la muchacha besaba y acariciaba varias veces al niño con evidente gesto de ternura y con la aprobación de la asamblea reunida en la iglesia, pero cuando el hombre que representaba a san José intentaba hacer lo mismo, era abucheado e incluso agredido por los fieles, quienes le recordaban que él no era el padre del niño, sino Dios; inclusive le exigían que se afeitase.

A fin de cortar de raíz estos excesos, el papa Inocencio III prohibió, en el año 1207, las escenificaciones dentro de los templos; sin embargo, el deseo de ofrecer una catequesis plástica o en imágenes persistió, lo que provocó que los tradicionales actores fuesen sustituidos por figuras que representaban las mismas escenas y motivaran la devoción.

La pieza de nacimiento —o belén— más antigua en España procede de la parroquia de San Millán, que se encuentra en la localidad de Baltanás, Palencia. Se trata de una imagen de la Virgen y el Niño, que pertenece a la escena de la Huída a Egipto. Otras figuras sueltas, e igualmente fechadas en el siglo XIII, se han encontrado en las islas Baleares, lo cual prueba que tal vez la tradición del Nacimiento llegó a España desde Italia, a través de las costas mediterráneas, y de ahí, durante el Virreinato, pasó a toda América Latina.

Árbol navideño

El árbol


Con la intención de propiciar el retoño de las plantas y la victoria de la luz sobre las tinieblas, los antiguos germanos usaban ramas verdes en los ritos tradicionales y adornaban árboles de pino —o de cualquier otra hoja perenne— con objetos brillantes y velas encendidas, alrededor de los cuales la gente terminaba cantando y bailando. Esta cultura consideraba que el mundo, al igual que todos los astros, pendían de la rama de un árbol gigantesco —el divino Yggdrasil—, al que rendía culto cada año durante el solsticio de invierno, que era cuando se gestaba la renovación de la vida.Según la leyenda, el obispo y mártir inglés San Bonifacio (680-754) llegó como misionero evangelizador al territorio de la actual Alemania y, para demostrar la superioridad de su fe, cortó de raíz un encino sagrado en la ciudad de Geismar, donde los habitantes acostumbraban depositar sus ofrendas y hacer sacrificios cada año. Los nativos, indignados por tal atrevimiento, quisieron lincharlo, pero San Bonifacio no sólo logró calmarlos con su elocuencia, sino que los convenció de la llegada del hijo de Dios para salvar a los fieles y de que era necesario desterrar a otras deidades. Se dice que la turba lo ayudó a plantar un pino en el mismo sitio donde estaba el encino sagrado y, a partir de entonces, se adornó el árbol cada año, como símbolo del nacimiento del Mesías.

Pino

Si quieres conocer sobre la llegada a América del árbol de Navidad y saber por qué no salvas árboles cuando compras artificiales, lo puedes hacer en la colaboración de Algarabía de la edición diciembre - enero de Revista Central. También tenemos app para iPad.

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