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James Dean, el gigante de la rebeldía sin causa

Por: redacción central 30 septiembre 2017 • 1 minutos de lectura

Recordamos a un ícono del cine, a 62 años de su fallecimiento

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Foto: James Dean sitio oficial

Redacción: Central

El actor estadounidense James Dean dejó una profunda huella en el cine y en la cultura pop tras su paso fugaz por Hollywood. Luego de su muerte en un trágico accidente, fue el primer actor en recibir un Óscar póstumo, por East of Eden. Es recordado como uno de los mayores talentos de la industria cinematográfica de los años cincuenta.

Dean, quien inició su carrera en comerciales de una marca de refresco, se ganó un lugar dentro del gusto del público tras su participación en Rebelde sin causa. A partir de entonces se consolidó como un ícono de la rebeldía. Su actitud de chico malo, así como su particular vestimenta enloquecieron al mundo de la moda. Sus pantalones vaqueros, la camisa blanca y la chamarra de cuero han sido inspiración de miles de jóvenes y de algunos diseñadores.

James fue un gran aficionado de lo coches de carreras y de los deportes. Practicó beisbol, baloncesto y salto con pértiga. Dos meses antes de su muerte participó en un anuncio de servicio público en el que fomentaba la conducción segura y aludía: “la vida que podrías estar salvando es la mía”. De manera irónica, el actor perdió la vida en un accidente automovilístico a los 24 años de edad.

Su última participación en el cine quedó registrada en el filme Gigante, donde compartió créditos con Elizabeth Taylor y Rock Hudson. La película fue estrenada luego de su muerte, el 30 de septiembre de 1955.


Dato curioso
: su principal rival dentro del cine fue Paul Newman, quien se llevó algunos papeles que James Dean quería: Rocky Graziano en Marcado por el odio, Billy en El zurdo y Brick en La gata sobre el tejado de zinc; algunos de los papeles más importantes en la carrera de Newman.

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